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Camilas's Pov.



"Esto no puede estar pasando", fueron mis ultimas palabras antes de que Hanna apareciera y se diera cuenta rápidamente.

- esto es un gran problema, no solo para mí, Sino también para Gustav. No tengo idea de que hacer. - dije bastante preocupada mientras que Hanna me pasaba una botella de agua.

- Camila, debes calmarte. Es demasiado reciente, tal vez si hablas con él puede que... no sé, hable con su manager para que eliminen esas portadas de revistas - dijo Hanna leyendo el articulo detalladamente.

- sí que te investigaron, hasta saben tu nacionalidad. - dijo ella pasándome la revista y yo después de darle un sorbo a la botella de agua que me entregó me dispuse a leer.

- "se ha visto en fotos como Gustav Schäfer sale con una colombiana", dios, si el jefe ve esto

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- "se ha visto en fotos como Gustav Schäfer sale con una colombiana", dios, si el jefe ve esto... ¿qué pensará?, ¿y si me despiden?, ¿y si Gustav deja de hablar conmigo?... - dije bastante preocupada poniendo la revista a un lado.

- debes calmarte Camila, todo irá bien. No te preocupes, ¡Solo llámalo! - dijo Hanna tomándome de los hombros y comenzando a zarandearme.

- ¡yaa!, ya entendí, voy a llamarlo... ¿puedes cubrirme por el momento? - dije mirando a Hanna con ojitos de perro regañado y ella solo me hizo señas de que me fuera lejos.

Salí afuera, a un lugar donde no pudiera verme mi jefe o algún otro trabajador que pueda avisarle a mi jefe, saqué mi teléfono para buscar el nombre de Gustav entre la lista de mis contactos; apenas lo vi, lo seleccioné y lo llamé. Se escuchaba como se demoraba en contestar, pero luego de unos segundos él atendió la llamada.

- hola cami, ¿Cómo estás? - dijo Gustav a través del teléfono, creo que escucharlo hace que se me dibuje una sonrisa en el rostro, aunque en ese momento me confundió un poco porque parecía que aun no estaba enterado de lo que está pasando.

- hola Gustav, estoy... bien, creo. No quiero sonar grosera, parece que no estas enterado de la situación... un paparazi nos tomó una foto cuando salimos y ahora estamos en la portada de una de esas revistas para chismes. Investigaron hasta mi nacionalidad parece ser. - dije para después morder la uña de mi pulgar esperando su respuesta, se demoró un buen rato en responder, hubo unos buenos segundos de total silencio hasta que por fin respondió.

- Camila, discúlpame... debí ser mas cuidadoso, perdona por meterte en esta situación. Prometo sacarte de todo esto, hablaré con los chicos y mi manager. Hablamos mas tarde... - dijo Gustav y se le notaba bastante preocupado, luego de despedirse colgó la llamada y apenas quité mi celular de la oreja entró otra llamada que resultó ser no más ni nada menos que mi tía, contesté con bastante miedo porque parece ser que ella también se enteró, casi siempre se entera de todo. Que miedo.

- hola tía... ¿Cómo estás?, hoy hace lindo día. - dije con algo de miedo y alargando cada palabra que decía.

- Camila Meyer Rodríguez, puedes explicarme por favor... ¿Por qué estás en la portada de una revista de chismes?, sé que saliste con ese baterista, sabías debías tener cuidado con los paparazis y fans. - dijo ella con notable preocupación, el día de los preocupados pues.

- si tía, lo sé, pero lo estábamos pasando tan bien juntos que no prestamos casi atención a nuestros alrededores. No debes preocuparte, de igual manera él ya irá a hablar con su manager y compañeros de banda para solucionar esto. - dije sabiendo que la mas preocupada era yo.

- está bien... solo espero que esto no te afecte mucho y ni a él, Camila... si esto llegara a tu colegio y trabajo puede ser muy perjudicial, aunque no lo creas en Alemania es algo importante la reputación, puede afectar a tus futuros trabajos también... - dijo ella aún preocupada, aunque ya más comprensiva.

- tranquila, apenas nos enteramos y ya estamos buscando solución. No creo que llegue tan lejos, debo volver al trabajo. Nos vemos en casa entonces, te quiero. - dije despidiéndome a lo cual mi tía también hizo. Apenas se finalizó la otra llamada volví con Hanna a ver como iba y apenas llegué quedé sorprendida, había terminado mi parte del trabajo en esa sección y también el de ella.

- wow... muchas gracias, que habilidosa. - dije cruzándome de brazos viéndola con una pequeña sonrisa y ella se puso al lado mío.

- lo sé, pero no es gratis. Quiero el numero del amigo de tu amigo. - dijo dándome pequeños codazos.

- ¿Qué?, ¿Quién?, ¿Qué cosa? - dije mirándola confundida y ella solo suspiró poniéndose también de brazos cruzados.

- quiero el número de celular de Tom Kaulitz - dijo Hanna mirándome de reojo.

- se lo conseguirá su madre. - dije en español antes de irme a la otra sección donde debía trabajar.

- ¿qué dijiste? - dijo Hanna a lo lejos.

𝑼𝒏𝒂 𝒃𝒂𝒒𝒖𝒆𝒕𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏 𝒉𝒊𝒍𝒐 𝒓𝒐𝒋𝒐 - Gustav Schäfer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora