Capítulo 3

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Narra Elena:

-¿Qué...?

Miles de sentimientos me inundaban, sentía las famosas mariposas en mí estómago, no sabía que decir, estaba sin palabras, la emoción me ganaba.

-Me gustas Elena, quiero que seas mía... ¿puedo ser tu novio?

El me miraba fijamente a los ojos, aquel par de lunas me miraban con deseo, pero también con amor, sabía que Bill no podría ser capaz de jugar con mis sentimientos, o se creo... pero de verdad lo amo.

-¡Si! Si quiero. - Sonreí de oreja a oreja-

Sin esperar respuesta me lancé hacía el, abrazándolo, sus brazos largos y finos me rodearon cálidamente, transmitían amor.

-No sabes cuánto te amo Elena, te amo desde el primer momento que te ví...
- Yo también te amo Bill, y no te imaginas cuanto.

El se separó de mi, con sus manos tomó delicadamente mí mentón, se acercaba lento a mí cara, ansiosa no pude aguantar más y uní nuestros labios, en un beso suave y apasionado.

Con su otra mano libre tomo firmemente mis caderas, acercándome más a el, profundizando el beso, nos separamos debido a que no teníamos más oxígeno, lo tenía tan cerca que sentía su respiración chocar con la mía, sus ojos me miraban con tanto amor, acarició mí cara, para luego abrazarme y recostarnos sobre la cama.

-No creas que olvidé lo de esta mañana, ese chico no me cae bien.
-Es solo un amigo.
-Yo también fui tu amigo, y ahora eres mí novia.

Dios, sonaba tan bien "Mí novia" , me volvería loca, toda mí vida espere este momento, y aún no me lo creo, tantos años juntos...

Sin darme cuenta caí en un profundo sueño, Bill seguía haciéndome caricias y eso me relajó mucho

(...)

Desperté, me di cuenta de que Bill no estaba en la habitación, adormilada me levanté sin hacer ruido, bajé las escaleras y ahí lo vi, en la cocina, estaba de espalda, miraba atenta a todos sus movimientos, nunca lo ví cocinar, sin embargo parecía que sabía lo que hacía

-¿Te vas a quedar mirándome como acosadora?

Dijo sin darse la vuelta, mientras seguía cocinando.

Que miedo.

-¿Cómo sabías que estaba aquí?
-Yo tengo ojos y oídos en todos lados... acuérdate de eso.

¿Y este? No sé pero muero de hambre.

-Claro, toma.

Se dió vuelta con un plato de comida en la mano, ¿me leyó la mente o o qué? seguro tengo esquizofrenia jaja

Tomé el plato en mis manos, me fui a sentar a la mesa para comer. Bill entró con otro plato en la mano, supongo que para el o Tom, se sentó a mí lado y comenzó a comer.

-¿Y Tom?

Dije mientras masticaba un poco.

-En su habitación. - Dijo sin importancia -
-¿No le hiciste comida a el?
-No, ya está grande para cocinarse solo.

En eso baja Tom, tenía unas ojeras increíbles, parece que se quedó hasta tarde, haciendo no se qué.

-¿Y mí comida? - Pregunto este sentándose con nosotros-
-En la cocina. - Respondió Bill -

Tom se levantó a buscar el plato, pero volvió furioso al ver qué no había nada más que cosas sucias en la cocina.

-No hay nada ahí, Bill. - Dijo con un tono molesto -
-Oh, claro, lo siento me olvidé. Me lo estoy comiendo justo ahora.

Respondió el gemelo mientras se mentía el último trozo de comida a la boca, Tom lo miró con odio, pero después cambio su mirada a una burlona y me miró a mi, yo no estaba mirándolos pero si escuchando.

-Ele, mí hermanita del alma, serías capaz de-
-Si, ya voy ¡Pero es la última vez!  -Dijo con un tono fingido de molesta, sabiendo de que aunque me lo pida mil veces se lo iba a hacer. -

Sabía lo que me lo iba a pedir, terminé me último bocado y fui a la cocina a prepararle algo de desayunar al de rastas, si, apesar de que pasaron años el seguía con sus rastas.

Le hice unos tostados con jamón y queso, algo simple, acompañado con un café, sabía sus gustos. Llegué al comedor con el plato, Tom me miró y le brillaron los ojos al ver lo que le prepare, parecía un muerto de hambre.

Bill me miraba seriamente mientras le servía a su gemelo, en ningún momento alejó su vista de mí, me empezaba a sentir un poco incómoda por eso

Le dejé el plato a Tom y me fui de ahí, aún tenía un poco de sueño, además hoy era sábado, tenía todo el día para dormir, cerré los ojos intentando dormirme, pero escuché unos pasos cerca, seguro era Bill por qué el otro estaba comiendo.

Y así era, Bill abrió la puerta y entró, se acostó a un lado de mí y me dió la espalda, sin decir nada.

-Bill

Lo llamé.

-¿Que quieres?

Me dijo sin darse vuelta, me dolió por la forma tan seca que lo dijo.

-¿Pasa algo? -Pregunte preocupada-
-Preguntale a Tom.

Ahí entendí, estaba celoso, pero... de su propio hermano? dios, quien lo entiende.

(...)

Estuve horas intentando explicarle a Bill que no sentía nada por su gemelo, pero el no entendía, no quería hacerlo, sea lo que le diga el iba a pensar lo que el quiere, pero lo dejamos así y me dormí.

Dangerous ||  Bill Kaulitz.
By: azu_rje



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