6. Algo raro

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La mano de James se enrosca a mi muñeca. De nuevo, su piel es tan calida y suave en contacto con la mía y me quedo embobada durante unos segundos.

No tardo en reaccionar, y apartó mi mano de la suya bruscamente.

Algo en los ojos de James me indica que está dolido, pero en ese exacto momento no me importa.

—¿Que ocurre?—noto que James se esfuerza por no parecer demasiado apenado—. ¿Porque huyes de mi?

Lo miro fijamente por unos segundos sin pronunciar ni una sola palabra. En realidad... ¿Que justificación tengo? No somos pareja, ni siquiera nos gustamos.

Entonces, ¿porque me molesta tanto que haya tenido tanto contacto con una chica?

—¿No te parece que andar con otras chicas como un maldito mujeriego mientras tienes novia seria un poco raro?—le espeto, incapaz de decirlo de forma suave.

Los ojos de James se abren con desconcierto, como si no entendiese de que estoy hablando.

—¿Que?—dice finalmente, todavía con esa expresión de desconcierto en la cara.

—Ya, vale, entiendo que no te apetezca decirmelo—murmuro y camino en direccion a donde habíamos quedado, con James siguiendome por detrás.

De repente, James me agarra de la cintura y me gira en su dirección. Todo ha sido tan rápido que no puedo evitar que mi corazón lata tan rápido, ni que un intenso rubor me suba por las mejillas.

Estamos a centímetros de distancia y puedo sentir su aliento en mi nariz, haciendo me cosquillas. También me fijo en sus labios, en la forma en la que se curvan en una sonrisa.

—¿De qué chica estás hablando, Nera?—se inclina y me susurra al oído, haciendo que cada fibra de mi cuerpo se estremezca.

—De...—se me quiebra la voz por el remolino de emociones que estoy sintiendo en mi piel—. Yo que sé, una tía rubia que estaba contigo.

Entonces, James suelta una carcajada y me mira con una sonrisa. Yo frunzo el ceño, molesta.

—¿Que es tan gracioso?—siseo entre dientes.

—Que estés celosa se mi hermana.

—¿QUE?—me sorprendo por sus palabras y me vuelvo a sonrojar pero esta vez de la verguenza—. Yo... yo no estaba celosa. ¡Más quisieras!

Él vuelve a reír en voz baja, recordándome la cercanía que tenemos en este momento.

Sus manos siguen en mis caderas, sus labios peligrosamente cerca de los míos y yo bo puedo hacer nada más que sonrojarme y estar molesta con mi estupido organismo.

—Aparta—le digo mientras lo empujo a un lado, apartandolo de mi con desesperación.

Él me sigue en el acto, y me da gracia pensar en que se parece a mi perrito Wish.

—Hoy vamos a estudiar—dice mientras entramos a la biblioteca.

Me paro en seco, estupefacta.

—¿Me estas diciendo que me vas a hacer estudiar un sábado?—estoy indignada.

—Uhm...¿si?

Suspiro exasperada y me siento en una de las mesas de la biblioteca, todavía enfurruñada por el plan de James.

Pero él dijo que me ayudaría a estudiar así que supongo que solo está haciendo su deber.

¿Me estas diciendo que no vas a aprovechar esta ocasión para hacer algo que haga que vuestra relación sea pública?

Conciencia, para de darme ideas tan perversas, por favor.

—Hoy estudiaremos matemáticas, lo que al parecer es lo que peor se te da, entre otras cosas.

—Para de burlarte de mi—me quejo indignada.

—Lo que tu digas—dice mientras saca unas libretas y unas gafas.

—¿Llevas gafas?—pregunto sorprendida.

James parece un poco avergonzado, se le han enrojecido las orejas.

Que adorable...

¡NO!

—Si... Pero solo me las pongo para estudiar, no las necesito tanto.

—Te quedan bien—digo sin pensar, y me sonrojo fuertemente cuando me doy cuenta de lo que he dicho.

—¿Ah si?—pregunta el mientras se acerca peligrosamente hacia mi.

De repente , suena un flash que nos ilumina a los dos. Nos miramos con los ojos muy abiertos y luego miramos a la chica que ha hecho la foto.

La chica en cuestión está avergonzada por haber sido atrapada, pero a la vez muy emocionada.

James y yo no sabemos que hacer mientras la chica se acerca a nosotros.

—¡James Kennedy y Nera Darson! ¡Sois pareja!—sice la chica muy alegremente.

—Si, lo somos—dice James con una sonrisa que hace que las piernas de la chica flaqueen.

—S-si—digo yo.

—Porque lo dices tan a avergonzada, cariño—James me mira de una manera que hace que se me revuelva un poco el estómago.

—Yo...

No logro terminar la frase porque James ya me está besando. Sus manos suaves se posan en mis mejillas y siento que se me va a salir el corazón del pecho. Pensé que sería un poco pero es un beso mucho más largo que hace que me maree por su intensidad.

Mis manos actúan por su cuenta y acarician el cabello y la mandibula de James.

Ya no estoy usando el cerebro, estoy segura. Solo quiero que James siga besandome así, y que sus manos no abandonen mis caderas. Nunca he sentido algo así con un beso.

Siento a la chica tomando fotos de nosotros pero no me importa. Solo importa James  y eso me da miedo.

Él se aparta finalmente, con los labios hinchados, la respiración agitada y una sonrisa canalla en los labios.

Con tan solo mirarlo me siento extraña.

—¡Esto será una exclusiva!—dice la chica de cuya existencia me he olvidado desde que James posó sus labios sobre los míos.

—Ya lo creo—digo yo, intentando recuperar la compostura.

La chica se va felizmente y solo quedamos James y yo y esa intensidad que me transmite.

—Ahora todo el mundo sabrá que hay algo entre nosotros—musito.

—¿Es que te da miedo que lo sepan?—me pregunta él, parece preocupado.

—Claro que no—le aclaro.

Entonces me coge de las manos y me mira con intensidad.

—Nera, no te preocupes. Estoy seguro de muchas cosas pero una de ellas es que eres una gran cantante y que te mereces tener más gente que ame tu voz. No se si lo entiendes pero es tu momento para brillar.

Sus palabras son tan bonitas y significan tanto que me abalanzó sobre él y lo abrazo con fuerza.

Mientras le devuelvo el abrazo solo puedo pensar en una cosa.

Aquí está pasando algo raro

¡Sorpresa ☆! Nuevo cap

Cántame al oídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora