Capítulo 2

27 3 0
                                    

Cristian: ¡No-no soy un principito! Soy "Cristian Eduardo III Son" Futuro heredero de la corona de Islandia.

Angeline: Espera- ¿enserió eres un príncipe?...-

Cristian: Pues claro, vine disfrazado con mi familia hasta aquí porqué nos invadió una horrible bruja, no sé quién sea pero le dicen "La bruja de las llamas del Infierno" Es muy poderosa y vengativa, nos amenazó con matarnos a todos si no nos retirábamos y obviamente tuvimos que escapar, inclusive la gran mayoría de los guardias y soldados se quedaron con ella en el castillo y ahora mismo seguramente está en el trono de mi padre dirigiendo a nuestros hombres obligándolos a hacer el mal y queremos recuperar todo aquello que nos pertenece.

Angeline: O sea que en realidad ahora no eres un príncipe eres un civil normal, común y corriente.

Cristian: A-am... si es cierto...

Angeline: ¿Y por qué me amenazante con no decirle a nadie que yo te salve?.

Cristian: Porqué aún soy conocido como príncipe, intenté disfrazar me cómo un pobre pero al parecer fue en vano porque me reconocieron al instante.

Angeline: Igual no creo que tu ropa sea la más adecuada a un camuflaje pueblerino.

Cristian: Aja ¿Y tu si?.

Angeline: Yo misma me gane esto, y era una pobre huérfana cualquiera así que si, tengo experiencia con eso y quizás seas inteligente en el vocabulario solamente pero yo tengo experiencia desde hace mucho tiempo así que no puedo desperdiciarlo en cuidar a un mocoso que cree que es inmune a absolutamente todo lo que le pueda suceder por sus tonterías.

Cristian: ¡Oye! Al menos tengo muchas riquezas.

Angeline: Corrección, tenías ¿No dijiste que la bruja te lo arrebató todo?...

Cristian: *¡Demonios!* Pero aún así logramos obtener algunas de ellas.

Le contestó con un tono burlón y orgulloso.

Angeline: ¿Y? ¿Para qué o por qué?.

Cristian: Pues para comprar ropa más refinada, bocadillos excepcionalmente exquisitos y muchos otros productos de alta calidad que inclusive estén de moda.

Angeline: ¿Enserio?.

Cristian: ¡Pues claro!.

Angeline: No, es enserió que con tanta lectura a la vez tu mente y ojos estén ciegos en la codicia solamente, con todo ese dinero lo usaría para: comprar comida que me guste y que valga la pena comer, ropa necesaria e indicada para el cambio de clima y para ayudar al pueblo. 

Si yo estuviera en tu lugar, haría lo posible para no ver a gente tan pobre y sobre todo a las madres que tienen apenas bebes.
-Suspira- Los reyes y colonizadores nunca cambiaran.

Cristian: Yo...-

Angeline: ¡Veté! Ni siquiera sé porqué rayos te salve -Le tira una espada- mínimamente trata de defenderte con esto si supuestamente sabes cuidarte solo, te apuesto a que ni sabes usarlo.

Cristian no sabía que decirle, quedo tan asombrado y angustiado con la reacción de Angeline que sintió que el era un inútil...

La Manzana MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora