¿Lisa? 𐙚 Jenlisa

02

Jennie tenía dos meses recién cumplidos de embarazo.

Estaba durmiendo junto a su alfa abrazadas. Desde que ella se enteró de la noticia, ha estado pendiente de su omega, más de lo normal.

Era como un chicle. Todo el tiempo pegada a Jennie.

Eran las cuatro de la mañana y Jennie deseaba comer frutillas con crema.

Miró a su costado, y ahí estaba su alfa con media cara enterrada en la almohada, con su brazo en su vientre un poco abultado y con sus piernas enredadas a las suyas.

No quería despertarla, así que lentamente levanto el brazo de Lisa, que la rodeaba, para poder levantarse he ir a buscar sus tan ansiadas frutillas con crema.

Una vez que se sentó en la cama, se dispuso a buscar sus pantuflas para bajar a la cocina.

Lo siguiente que pasó pudo darle probablemente un infarto a Jennie.

Estaba a punto de levantarse cuando una mano le rodeó suavemente su muñeca, haciendo que pare sus pasos.

—¿A dónde vas?—preguntó su alfa somnolienta, que se había despertado al no sentir la calidez de su omega a su lado, deslizó su mirada a la mesita de luz y pudo ver que el pequeño reloj que se encontraba allí marcaba las cuatro y media de la mañana—.Jennie son las cuatro y media de la mañana.

—¡Por Dios Lisa, me asustaste!—

Respondió Jennie con una mano en su pecho volteándose. —Estaba por ir a la cocina por frutillas con crema.—sonrió y estaba dispuesta a seguir su paso pero, la voz de su alfa la detuvo otra vez.

—Lisa, está bien, puedo ir yo.—protestó la omega cruzándose de brazos.

—No, iré yo, tu vuelve a la cama.— dijo para luego caminar hasta la salida de la habitación.

—¡Lisa espera!— gritó la omega desde su lugar de la cama.

—¿Qué sucede?— preguntó girándose para ver a Jennie sentada en la cama.

—Que sea con mucha crema, por favor.— dijo para luego mostrar una de sus hermosas sonrisas con sus arruguitas a los costados de sus ojos.

Lisa rio —Esta bien omega, ahora iré a por tus frutillas con mucha crema.—dijo para luego salir de la habitación.

[...]

Cuando Lisa volvió a la habitación con un plato lleno de frutillas con crema, a Jennie se le iluminaron los ojos.

—Aquí tienes, nini.— la alfa se acercó hasta donde estaba su omega y le extendió el plato.

—Gracias— respondió la omega mientras recibía gustosa el plato, para luego empezar a comer.

La alfa se sentó en la cama al lado de su omega para ver como esta comía con mucho entusiasmo mientras que de vez en cuando esta le ofrecía algunas que otras frutillas y así se la pasaron las dos comiendo y jugando entre sí.

Luego de que Jennie terminó de comer todo, dejó el plato en la mesita de luz para después acomodarse en la cama junto a su alfa para volver a retomar el sueño. Hasta eso, ya eran casi las cinco de la mañana.

—Hasta más tarde alfa.— dijo la omega acurrucada en el cuello de su alfa justo en su fuente de aroma—.Te amo

Luego ambas quedaron profundamente dormidas en los brazos de la otra.