Jennie se encontraba sentada en el sillón mientras que en un plato comía una deliciosa torta de chocolate con frutillas, el cual estaba apoyado en el abultado vientre de la omega ya que esta ya estaba en el último mes de embarazo y en sólo una semana y media nacería la bebé. Estaba emocionada y asustada a la vez.
Mientras comía pensaba en nombres para su cachorra, todavía su alfa y ella no habían elegido uno. Estaba muy cansada, desde la mañana su cachorra estaba muy inquieta y se levantó debido a las pataditas que esta daba. Lisa estuvo pendiente de ella todo el día, como siempre. Ahora la alfa se encontraba dándose una ducha.
Mientras comía sintió una patada un poco fuerte pero no le dio mucha importancia.
—¡Hey! tranquila cachorra.—dijo para después soltar una suave risa y seguir comiendo.
Justo en ese momento Lisa llegó a la sala secándose el cabello con una toalla y se encaminó hacia donde se encontraba la omega.
—¿Qué sucede con mi cachorra traviesa?— Lisa rio y se sentó al lado de la omega pasando un brazo por abajo de la cabeza de esta.
—Acaba de patear un poco fuerte, desde la mañana ha estado así.
—¿Estás bien?—preguntó preocupada diriguiéndose un poco en su lugar.
—Jenn, ¿Qué pasa?—dijo asustada viendo como la omega volvió a soltar un pequeño grito.
—¡LA BEBÉ!—gritó
—¿Qué pasa con la bebé?
—Ay, espérame aquí no te muevas iré a buscar el bolso.— Lisa le ordenó para después salir corriendo hasta su habitación y buscar el bolso donde estaban las cosas ya preparadas de la bebé.
—¡Como si pudiera moverme!
A Jennie realmente le dolía. Antes de volver a embarazarse, lo pensaría dos veces.
—Pero si serás estúpida.— susurró Jennie.
—¿¡Lisa no te olvidas de alguien?!— gritó para que su alfa la escuchara.
Lisa en menos de un segundo ya estaba ahí y estaba ayudando a Jennie a levantarse para llegar hasta el auto
—Perdón pero es que, nuestra cachorra ya va a nacer ¿entiendes?— su sonrisa era tan grande haciendo notar sus hoyuelos.
—Si si, muy bonito y todo pero siento que me estoy muriendo así que ayúdame a llegar al auto.— dijo para después sentir otro golpe fuerte bajo su vientre.
Lisa reaccionó y finalmente pudo llevar a su omega hasta el auto, una vez ahí le abrochó el cinturón con sumo cuidado, fue hasta el lado del piloto y se dispuso a conducir hasta el hospital que no quedaba tan lejos de donde vivían. Lo único que podía pensar es que en un par de horas tendría a su cachorra en sus brazos.
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¿Lisa? 𐙚 Jenlisa
RomanceA medida que Jennie se sumerge en la dulce espera de convertirse en madre, el amor de Lisa se vuelve más profundo y protector. Donde, Jennie una dulce omega muy mimosa, esta en estado. O donde Lisa, una alfa protectora y cariñosa, tiene una omega em...