Dunk se despertó al amanecer sintiéndose tonificado. Había dormido realmente bien la noche anterior y ahora estaba ansioso por la excavación. Era hora de poner manos a la obra y prender fuego al mundo.
Tul ya estaba en pie y vestido, sentado en una esquina con una linterna, mientras repasaba las imágenes de su yacimiento. Parecía un misterioso espectro en la oscuridad.
—¿Que estás haciendo? —preguntó Dunk.
Tul se subió las gafas y le dedicó a Dunk una melancólica mirada.
—Ojalá pudiese bucear contigo. Sería increíble estar allí abajo y ser el primero en el yacimiento, en tocarlo todo.
Dunk asintió, a sesenta metros de profundidad, era demasiado para que bajara Tul, él solo era un submarinista aficionado. Por no mencionar que era demasiado peligroso para que lo intentase. Ambos Mek y el padre de Tul habían muerto durante accidentes de submarinismo. Esa era la única herencia de su familia que Dunk no tenía intención de legar a nadie.
—La próxima vez.
Tul suspiró.
—Sip. Solo mantén la transmisión funcionando para que pueda verlo e imaginarme que estoy también allí.
—Sí, mi rey. ¿Queréis alguna cosa más?
Tul sonrio abiertamente.
—Un millón de dólares y a Brad Pitt.
Cuando Dunk apartó las mantas y dejó la cama se rio ante la respuesta de Tul.
—Olvidas la paz en el mundo.
—Hoy me siento un poco egoísta. Sobredosis hormonal adolescente, creo. O sólo entusiasmo general.
Dunk puso sus ojos en blanco, mientras se iba a cepillar los dientes. No le llevó mucho tiempo vestirse. Tan ansioso por comenzar como lo estaba Tul, lo arregló todo rápidamente antes de subir a cubierta. El cielo estaba comenzaba a iluminarse. El rosa se mezclaba con el azul cuando el naranja los rompía en jirones haciendo espirales sobre el, prometiéndole un buen tiempo para la inmersión y excavación. Cerrando sus ojos, inhaló el salado aroma del mar y sonrio.
Era un buen día para estar vivo.
Y agradecido con el hombre que le había dado su sueño, se dirigió a la hamaca para despertarlo.
Solo que Joong no estaba allí. Estaba tendido sobre la cubierta de espaldas. Temiendo que estuviese enfermo, se apresuro en llegar hasta él y se arrodilló a su lado.
—¿Joong?
Él le respondió con un ligero gemido cuando lo sacudió. Girando sobre su espalda, abrio sus ojos, y vio un ligero hematoma sobre su frente.
—¿Qué estás haciendo en el suelo?
Joong indicó la hamaca cercana a él.
—Me caí de la hamaca mientras dormía.
—¿De cabeza?
—Eso parece. Menos mal que es dura, ¿huh?
Dunk sonrio ante su humor tan fuera de lugar.
Joong contuvo la respiración cuando él retiró suavemente su cabello del rostro para examinar su mejilla y frente. La mirada preocupada de su cara era suficiente para hacer que quisiera hacerse daño otra vez para ver si se preocupaba aún más.
Afortunadamente, no era tan masoquista.
Aún.
—Tienes que tener más cuidado.
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11 JoongDunk
FanfictionMi novio intercambio mi alma para poder ser humano. »Resumen adentro.