Prometiste

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Era un 14 de agosto cuando les dieron dos días de descanso al área de médicos.

Todos fueron felices a sus casas, menos aquel bonito pelicastaño, sabía que al llegar ahí sería un infierno de golpes y agresiones.

Llego a una bonita casa verde palo llena de árboles, y se adentro a esta, viendo como había miles de botellas, papeles, basura, tirados en el piso.

Camino con cuidado, hasta que escucho una botella estrellarse, para que después se atravesara en su campo de vista un señor alto y fornido lleno de tatuajes, borracho viéndolo con coraje,

—Hasta que por fin llegas mariconsito, ponte a limpiar si no quieres que te castigue.–Dijo mirándolo amenazante para después acercársele y darle unas palmadas fuertes en sus mejillas.

Taehyung con temor asintió y se dispuso a dejar sus cosas en un lugar para empezar a limpiar todo.

Recogía botellas, bolsas de comida y no miraba un fin, hasta que se hizo noche y no lograba terminar.

Su padre salió de su habitación después de despertarse y vio que aún había muchísimo desastre,
Logrando desatar su furia.

Agarro a taehyung por el cuello y le dio una cachetada fuerte, para después aventarlo hacia una vitrina de vidrio logrando estrellarla con la espalda del chico.

Taehyung solo cerró sus ojos y espero el dolor que sentiría, sabía lo que venía así que se preparó mentalmente.

—Eres una maldita basura bastardo, ¿Como es posible que aún no acabes?, eres un inútil imbecil.–Dijo pra después comenzar a golpearlo brutal mente.

El chico solo lloraba y gritaba del dolor, trataba de cubrirse con sus brazos su cara para que no lo golpeara ahí, pero fue casi imposible.

Duro máximo 10 minutos golpeándolo, hasta que se cansó y lo dejo en paz.

—Levántate y hazme de comer.–Le dijo para después salir de casa pra comprar más alcohol.

Taehyung con todo su esfuerzo se levantó y chuequio hasta la cocina.

Saco comida del refrigerador y comenzó a hacer.

Sólo quería que el día de mañana pasara más rápido para irse de nuevo con su chico.

Cuando su padre llegó este ya tenía la comida lista y servida.

—P-padre por favor coma, yo iré a bañarme.–El viejo señor lo miro de reojo y no le contesto, cosa que dio a entender que le daba igual.

Así que el chico se adentro a su habitación y rápidamente se ducho, después salió y sano sus heridas como pudo.

Quería dejar las mínimas pruebas posibles para que su chico no lo viera en ese estado cuando regrese.

Después de eso durmió hasta qué amaneció, siendo despertado por una cachetada.

—Levántate a limpiar inútil flojo, me iré a trabajar, hay te ves.–Dijo para después retirarse.

El chico aún adormilado hizo caso y comenzó a limpiar después de almorzar.

Llegó la tarde noche y por fin terminó, pero para su mala suerte llegó su papá borracho.

Volvió a golpearlo brutalmente hasta dejarlo inconsciente en el piso.

Su alma estaba triste, solo quería regresar a los brazos de su chico y que le dijera que todo iba a estar bien.

Aunque su chico había prometido que ese monstruo no lo volvería a tocar, no pasó y él lo golpeó.

Al amanecer se levantó de golpe, recordó que hoy tenía que regresar al campo.

Subió a duras penas a su habitación y recogió todas sus cosas.

Se maquillo los golpes de su cara y se puso una sudadera con gorro.

Salió sin hacer ruido de casa y tomó un taxi.

General jeon. KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora