Capítulo 10: Jugaremos por siempre

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Jevil estaba de pie, justo frente a mí, sonriendo. Estábamos rodeados de un infierno de sombras, pero tenerlo frente a mí hacía que nada más importara. Me lancé a abrazarlo, llorando de alegría.

- Jevil... de verdad estás aquí... no sabía si volverías... Jevil... te extrañé mucho... Jevil...

- YO SOLO FUI A DORMIR, DORMIR, PEQUEÑA LUZ, ¡NO ME IBA A QUEDAR ATRÁS PARA EL PRÓXIMO JUEGO, JAJAJA!

- ¿Sí me reconoces? Esta es la primera vez que tengo mi propio cuerpo

- CLARO QUE TE RECONOZCO, TU LUZ, TU LUZ, ¡NO LA CONFUNDIRÍA CON NADA!

Me separé de su abrazo, pero él se mantuvo sosteniendo mi mano.

- Y dime, ¿qué te parece?

- ¡RADIANTE, RADIANTE!

- Jeje, gracias... - Volteé a ver lo que sea que nos rodeaba. - ... Jevil... ¿Sabes dónde estamos? ¿Qué lugar es este?

- ES SOMBRÍO, SOMBRÍO... TAL VEZ SEA... - Sentí que apretaba un poco el agarre de mi mano. - EL FIN

- ¿El fin?

- LO QUE ESA PERSONA ME DIJO... EL JUEGO, LLEGA A SU FINAL, FINAL

- N-no hay manera, aún es muy temprano para eso.

- ¿CUÁNTO TIEMPO HA PASADO, PASADO?

- Solo ha pasado un día. El juego en realidad dura mucho más. También conozco ese destino, pero está muy lejos todavía. Antes de que aparecieras, antes de que todas estas sombras llegaran, me encontraba en un acantilado cerca del mundo oscuro principal.

- ...

- Estamos lejos de todo... de todos...

- ¿EXISTE AÚN EL REINO DE CARTAS, CARTAS?

- No, fue sellado, ese mundo se acabó, solo queda el mundo del príncipe oscuro, y tal vez otro más allá.

- INTERESANTE, INTERESANTE...

Ambos nos quedamos mirando el silencioso caos a nuestro alrededor. De cierta forma era... tranquilo. Después de tantos minutos, como que esas sombras ya no daban tanto miedo.

- Por cierto, Jevil, hace un rato, el príncipe de este mundo me había dado esto, creo que lo necesitas de vuelta.

Le devolví la cola que Ralsei me dio. Jevil la tomó, dio una vuelta en sí mismo y esta volvió a su lugar como si nada hubiera pasado, agradeciéndome alegremente.

- Entonces... ¿ahora qué?

Jevil rió levemente. Dio unos pasos adelante, soltando mi mano, levantó la suya y creó unos diamantes mágicos encima suyo. Los disparó hacia la nada, y dejaron una estela de luz en su camino, que se desvaneció a los pocos segundos.

- Mágico...

- ¿QUÉ MEJOR MOMENTO QUE AHORA PARA HACER OTRO SHOW, SHOW? ¡HACE TANTO TIEMPO QUE NO TENGO UNA AUDIENCIA!

- ¡Sería todo un honor, señor bufón! - Me senté a ver su espectáculo con una sonrisa.

De la nada, el ruidoso silencio fue apagado por una canción. Muy similar a la que creí haber escuchado la primera vez que jugué con Jevil.

Jevil abrió ambas manos, creó pelotas mágicas y empezó a hacer malabares con ellas. Después de unos pocos segundos, lanzó todas las pelotas y estas explotaron sobre nosotros, creando figuras brillantes cual fuegos artificiales.

Corrió a mi alrededor dejando una marca de magia en sus pasos, y cada una de esas huellas brillaba y adquiría formas de estrellas, que se elevaban hasta desaparecer en el infinito "cielo".

Corazón libre [Jevil x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora