Ajedrez

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Juegos de mesa. Desde que fui libre con Jevil, siempre me ha ganado en todas y cada una de las veces que jugamos. Casi a diario. No es algo malo, para nada, ¡siempre es muy divertido!

Y no hay juego como el ajedrez. Es como entrar en el campo de batalla, blanco contra negro.

Mi luz contra su oscuridad.

Al comenzar la partida de esta noche, primero miré fijamente su rostro. Mantiene esa sonrisa de oreja a oreja, es un poco perturbador, pero me fascina de igual manera.

Luego fijo mi mirada en el tablero. Mis dieciséis piezas, alineadas a la perfección. 

Con mi dedo pulgar y el índice, tomé el peón en el extremo derecho, y lo moví dos casillas adelante.

Jevil tomó un caballo y lo puso delante de su fila de peones. Me he dado cuenta que siempre comienza con un caballo.

Libero mi torre, que será mi principal arma por el momento.


...

Al cabo de algunos turnos, han caído casi todos los peones, tanto blancos como negros. He perdido a mi torre, un alfil y un caballo. Jevil conserva solamente sus dos caballos, al rey y a la reina. Creo que voy ganando, pero no me puedo confiar.

Jevil mantiene la mirada totalmente fija en el tablero, sonriendo de forma perversa. No me dejaré ganar tan fácil.

Su caballo está a un movimiento de derribar al mío. Sin embargo, si trato de usar esa posición a mi favor, él podría usar su reina para eliminar mi caballo.

Así que tomo a mi caballo usando dos dedos...

Y lo muevo un par de casillas lejos.

Sin embargo, antes de poder dejarlo caer en la casilla correspondiente...


Una risa casi inaudible hizo eco en el lugar.


Por un segundo, todo fue oscuridad.


Cuando quise darme cuenta, ya no me encontraba en el acantilado de siempre, con un pequeño tablero de ajedrez enfrente mío.

En su lugar, me encontraba en un campo de batalla.

Montada en mi caballo blanco, que llegó a un gran cuadrilátero oscuro y ahí se detuvo.

Pronto, vi a otro caballo, cubierto de oscuridad, saltando en dirección al mío, mas no pudo llegar hasta mi ubicación.

No lo pensé mucho e hice a mi caballo seguir alejándose del adversario, y su acelerado galope me hacia sentir un viento helado rozando mi cara.

Sin importar cuánto corriera y cuántas direcciones diferentes tomaba, el caballo negro seguía mi rastro, a tan solo un movimiento de llegar hasta mí.

Entonces, se me ocurrió usar un movimiento diferente, desde un punto diferente.

Ahora, en la cima de una gran torre, seguí un camino recto y, desde tal altura, podría ver mejor lo que había en el campo. Estaba mayormente desierto, apenas pude ver a un par de soldados blancos y un caballo.

La oscuridad se acercó a mí, consumiendo mi torre. Pero yo salí ilesa, ahora usando una túnica que no dejaba de brillar. A lo lejos creí ver un caballo sombrío y corrí hacia él, avanzando entre cuadriláteros del mismo color, hasta llegar a su posición. Mi luz hizo que el salvaje animal se desvanezca.

Y fue ahí cuando vi algo... increíble.

Una enorme figura de oscuridad pura se acercó a toda velocidad hacia mí. Ni siquiera pude ver de dónde venía, pero su poder en el campo de batalla era evidente. Enorme, poderosa, sin lugar a dudas una reina.

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⏰ Última actualización: Jul 18 ⏰

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Corazón libre [Jevil x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora