Anya Forger quiere saber el significado de sentir algo por alguien, ¿Cuál era el motivo? Realmente no tenía uno, solo quería entenderlo.
¿Qué tan cruel se puede llegar a ser con los sentimientos de alguien? No hay límite para eso, podrías dañarlo po...
-¿Damián?. -Susurré su nombre al estar frente a su puerta. Si un vigilante me encontraba, no sería lindo. Susurré unas cuantas veces más y no hubo respuesta. Mi desesperación se acumuló y tuve que hablar más fuerte. -¡Damián!.
Abrió la puerta de golpe con una expresión un tanto no-positiva. Se veía.. ¿Enfadado? Y un tanto confundido al mismo tiempo.
-¿¡Qué haces aquí!?. -Preguntó en voz baja pero aún con su expresión escandalosa.
Creo que fue tan fuerte la manera en la que lo dije que no solo Damián me había escuchado. Ahora, un vigila me estaba buscando. Damián escucho como aquel señor preguntaba que quién estaba a escondidas en las habitaciones.
-Maldita sea, Anya.. -Maldijo en un susurro y tomó mi mano para empujarme hacia dentro de la habitación. Cerró la puerta y se dió la vuelta para verme.
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-No desaparecí, idiota. -Se sentó en la orilla de su cama y se cruzó de brazos -Solo.. Pasó algo.
-¿Con tu padre?.. -Pregunté y me acerqué a pocos pasos a el, quedando parada frente a el.
-¿Cómo lo sabes?.
-Bueno.. Escuché a tus amigos decir algo, ¡Pero no fue mi culpa! Hablaron muy fuerte, era imposible no escucharlos. -Fingí estar indignada y miré a un costado, probablemente Damián se enojaría y no me gusta verlo enfadado, mucho menos si es conmigo.
Pero, solo escuché pequeñas risas.
-¿Por qué tienes que ser tan metiche?. -Se burló y tomó mis ambas manos -Cielos Anya, ¿Qué voy a hacer contigo?
-¡No fue mi culpa!, ¡Y no soy una metiche!.. Además, pensé que estabas enfadado conmigo por venir hasta aquí a escondidas.
Rió de nuevo y esbozo una sonrisa después. Jaló mi cuerpo hacía el y me hizo sentarme en su regazo. Acercó su rostro a mí, cerré los ojos por inercia pero solo sentí sus labios rozar mi oreja.
No estoy enfadado, Anya. -Se alejó de mí rostro y me miró -Gracias por venir.* ° • · . ·. • ° *
-... ¿Qué pasa con tu padre?, ¿Es algo malo?. -Aferré mi mano a la suya.
-No, no te preocupes. -Sonrió -Te lo contaré después.
*° •·. · •° *
Créeme, no pensaba soltarte ni aunque me lo pidas.
Me quedaré aquí, contigo, esperando a que el tiempo pase.
