Extra 1 - Marca Tenebrosa

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6 - Año
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Harry pasó gran parte de la última semana de vacaciones cavilando sobre el proceder de Draco en el callejón Knockturn. Le preocupaba el aspecto de su novio, el cómo su rostro se veía apagado, para Harry que llevaba años conociéndolo era fácil ver el miedo tras la fachada segura que mostraba, en su mirada aparentemente fría, la lucha interna, en sus pasos firmes que aparentaban seguridad para el mundo, las ganas de huir, mientras todos escuchaban el tono de voz fuerte y lleno de convicción, él veía sus labios temblar.

Fue muy difícil para Harry no salir de la capa invisible y tomar a Draco en sus brazos, llevarlo lejos, a un lugar donde nadie los conociera, donde no hubiese un papel predestinado para ambos, donde pudieran ser felices y vivir sin miedo. Pero no, el mundo mágico esperaba que Harry Potter fuese su salvador, y él sólo quería salvar a su Dragón.

El 1 de septiembre Harry tomó el tren a Hogwarts con la esperanza de hablar con Draco. El azabache se despidió de sus amigos a los cuales les tocaba cumplir sus labores de prefectos. Ginny se fue diciendo que se vería con su novio, a lo cual Harry no le dio importancia, la chica esperaba que agregara algo más, asi que se retiró molesta.

Afortunadamente para Harry se encontró a Luna y Neville, con quienes se sentó en un vagón, al que más tarde llegaron sus otros amigos.

—Espero que no tarde en pasar el carrito de la comida. Estoy muerto de hambre —dijo Ron, y se dejó caer al lado de Harry frotándose la barriga—. ¡Hola, Neville! ¡Hola, Luna! ¿Sabes qué? —añadió mirando a Harry—. Malfoy no está cumpliendo con sus obligaciones de prefecto. Está sentado en su compartimiento con los otros alumnos de Slytherin. Lo hemos visto al pasar —Harry se enderezó, interesado. No era propio de Draco perderse ninguna ocasión de exhibir el poder que le confería el cargo de prefecto.

— ¿Qué hizo cuando los vio?

—Lo de siempre —contestó Ron, e hizo un gesto grosero con la mano imitando a Draco—, pero no es propio de él, ¿verdad? Bueno, esto sí —repitió el ademán grosero—, pero ¿por qué no está en el pasillo intimidando a los alumnos de primero?

—No lo sé —contestó Harry, con la mente funcionando a toda velocidad. ¿No indicaba eso que Draco tenía cosas más importantes en la cabeza que intimidar a los alumnos más jóvenes? Eso sólo le confirmaba sus temores.

—Quizá prefería la Brigada Inquisitorial —aventuró Hermione—, o tal vez ser prefecto le parece una tontería comparado con lo otro. —Días atrás hicieron teorías y la posibilidad de que Draco estuviera cumpliendo una misión de Voldemort no era una idea descabellada, tampoco el que fuera un mortifago.

—No lo creo —intervino Harry—. Yo diría que... —Pero antes de que expusiera su teoría, la puerta del compartimiento se abrió y una niña de tercero entró jadeando.

—Traigo esto para Neville Longbottom y Harry Po... Potter —dijo entrecortadamente al ver a Harry, y se ruborizó. Llevaba dos rollos de pergamino atados con una cinta violeta. Perplejos, Harry y Neville cogieron cada uno su pergamino y la niña se marchó dando traspiés.

— ¿Qué es? —preguntó Ron mientras Harry desenrollaba el mensaje.

—Una invitación.

Harry :

Me complacería mucho que vinieras al compartimiento C a comer algo conmigo.

Atentamente, Prof. H.E.F. Slughorn.

Al ingresar al compartimiento C enseguida advirtieron que no eran los únicos invitados de Slughorn, aunque, a juzgar por la entusiasta bienvenida del profesor, Harry era el más esperado. La reunión era como Harry había sospechado: todos los que se encontraban allí parecían haber sido invitados porque guardaban relación con alguien famoso o influyente.

Un Rayo de Esperanza (Versión Corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora