Genya solo pensaba en lo perfecto que se le hacía Renjiro, nunca antes había sentido eso. Y mucho menos con un chico.
- como puede ser un chico tan perfecto. - se preguntaba el peli negro para si mismo. -
Renjiro reía y reía por las mariposas que estaban volando alrededor y posándose en él. Todo era muy lindo, la verdad.Era un momento tan rómantico para Genya, solo ver a Renjiro lo hacía tan feliz...
Después de un tiempo de risas de Renjiro porque las mariposas le hacían cosquillas Genya decidió romper el silencio, quería saber más sobre ese chico. Quería que supiera que con él estaba seguro y que pasara lo que pasara siempre iba a estar con él.
- Oye Renjiro, si no te molesta... ¿Puedes contarme por qué llevabas esa máscara todo el tiempo? De seguro que es muy incómoda. -
Renjiro se quedó callado por un momento y sus hermosos ojos azules se pusieron llorosos, Genya no quería hacerle llorar. Pero al recordar la razón Renjiro soltó algunas lágrimas por el dolor que había tenido en toda su vida.
Después de esa escena incómoda Renjiro se pone a entrenar, día y noche. Genya lo miraba con una sonrisa cálida, le parecía tan perfecto que solo deseaba que sintieran lo mismo.
Renjiro entrenaba con su nueva katana, él hacia muchos movimientos rápidos y difíciles en cada una de sus posturas de la respiración que utilizaba. Para Genya él era simplemente increíble, tenía bastante coraje para salir a batallar con los demonios más poderosos. Aun sabiendo que podría morir.
- es tan perfecto... - pensó Genya para si mismo, la verdad es que amaba tanto a aquel chico cara chica. -
Genya se le quedó mirando todo el tiempo, amaba que Renjiro gastara lágrimas y gotas de sudor para mejorar y salvar a las personas de los terribles demonios que había en esas tierras.
De repente unos demonios aparecen, Genya, desesperado va corriendo a donde está Renjiro para protegerlo. No se perdonaría si él muere, sería lo peor que le pudiese pasar en su vida. Perder a Renjiro, el amor de su vida.
- ¡Renji, cuidado! - gritó Genya mientras se ponía delante de Renjiro, con los brazos extendidos para que los demonios no le hicieran nada. -
En ese mismo instante el corazón de Renjiro comenzó a latir mucho más rápido de lo normal, por fin alguien se estaba preocupando por su vida. Eso era algo que nunca nadie había hecho en la vida del joven Renjiro. Sus ojos brillaban, parecía el mar cuando es un día soleado.
Renjiro se quedó boquiabierto, no creía capaz a Genya hacer eso por él. Abrazó a Genya por detrás mientras lloraba.
- no hagas nada, Genya. No quiero perderte. - dijo Renjiro entre sollozos.
Las mejillas de Genya comenzaron a arder cuando sintió que Renjiro lo estaba abrazando, era bastante tierno que no lo quisiera perder. Cuando dijo eso soltó una risita y lo miró con una sonrisa cálida.
- no te preocupes, Renjiro. Estaré bien, solo... Dejame hacer esto por ti, la última vez ya me salvaste la vida. Me gustaría agradecertelo. - dijo el peli negro mientras le acariciaba la cabeza a su amigo.
Renjiro se secó las lágrimas en la ropa de Genya y lo miró.
- lo que digo es en serio, Genya. No me perdonaría si te pierdo mientras me salvas. - hizo una pausa - me sentiría muy culpable de eso...
Genya se agachó a su altura y le dio un pequeño pero lindo beso en la cabeza para que se sintiera mejor. Renjiro se puso la mano en el pecho, pues estaba sintiendo que su corazón iba más rápido de lo normal.
El peli negro solo soltó una risita al ver la reacción de Renjiro, era tan tierno. Simplemente era perfecto para Genya, sabía que algún día se iba a casar con él si o si. Sentía que por fin, después de mucho tiempo de espera había conseguido a su persona ideal.
Renjiro abrazó a Genya, hundiendo su cabeza en su espalda y no dijo nada. Era muy tierno verlo así puesto, era como si ya fueran pareja. Pero tristemente ese sueño para ambos no se había cumplido.
- mmh... No te preocupes, Renjiro. Estaré bien, tu no puedes pelear todavía. Tienes las costillas rotas y no quiero que te hagas más daño. - dijo Genya utilizando un tono de voz tranquilizador. Mientras le acariciaba su cabecita. - tranquilo, se que lo que hago es para proteger a la mejor persona del mundo.
Al escuchar eso Renjiro se separó de su cuerpo, le acarició la mejilla a su nuevo amigo y sonrió dulcemente.
- Yo te ayudaré a matar a esos demonios, Genya. - de repente sacó su katana y los mató rápidamente.
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Ambos estaban en la playa, hablando mientras miraban el atardecer y estaban sentados en la arena. Todo era muy lindo ese día. Ambos reían y conocían más del otro, esta situación era muy linda.
- asi que tu eres hermano de un pilar, ¿eh? - dijo Renjiro mientras le sonreía a Genya.
Genya se rascó la nuca, algo avergonzado por la pregunta que le acababa de hacer.
- si, soy hermano del Pilar del viento, Sanemi. - dijo con una sonrisa cálida en su rostro. Después, miró la hermosa puesta de sol y miró a Renjiro - tus ojos se ven preciosos cuando está anocheciendo.
Renjiro se sonrojó, pero sólo sonrio y apoyó la cabeza en el hombro de Genya. Genya apoyó su cabeza en la cabeza de Renjiro.
- mmh, yo también quiero ser Pilar. ¿Sabes? - soltó un suspiro. - proteger a todas las personas posibles y que la gente me tenga respeto, que guay sería tener eso ahora.
Genya lo miró con una cara curiosa, pues Renjiro le acababa de contar el porque de su máscara y era una historia muy triste.
- oye, Renjiro. De verdad lo siento por lo que te pasó. - dijo utilizando un tono triste.
Renjiro soltó una risita y le tomó de la mano. Genya, algo avergonzado no la soltó. Pero después de eso Renjiro entrelazó sus dedos con los de Genya.
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🐻 { Holaa, gracias a tod@s x llegar hasta aquí, espero que os esté gustando. Pues le estoy poniendo muchas ganas a la historia. Ahora si, chaoo. Hasta la próxima <3 } 🐻💖
