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Part. 2/3 estos especiales no afectarán el transcurso de la historia original♡

Después de limpiar y volver a acomodar todo lo que estaba en el suelo, ambos chicos se encontraban de arriba a abajo buscando regalos para sus demás amigos. Alan se dedicaba a buscar varios videojuegos para los menores mientras que para Federico bueno este solo buscaba en las tiendas un peluche de una serie de dibujos animados.

- Alan, ¿Crees que esto le guste a Lukas? - preguntó Alex mientras le enseñaba al mayor una pequeña bolsa de cuero color vino.

- A Lukas lo emociona hasta con una piedra. - respondió y Alex solo soltó una pequeña carcajada.

- Tienes razón, pero no es de la gran marca "Gucci" que tanto le gustam - dijo un poco triste.

- Hey, sabes que a Lukas no le importa de qué marca sea, solo se que viniendo de tu parte lo pondrá más feliz que nunca. -comentó Alan con una sonrisa.

- ¿Te sientes bien? ¿Seguro que no estás enfermo? - preguntó Ale con burla y él otro solo frunció el ceño.

- Primera vez que quiero animarte/ayudarte y las hechas a perder Alejandro de jesus fuerte. - respondió el pálido con enojo.

- En mi defensa, tu nunca eres una buena persona conmigo Alan Alejandro bertelama beltran. - dijo el moreno mientras tomaba la bolsa del estante. - bueno ya tengo todo lo que voy a comprar ¿y tú?

- Me faltan unas cuantas, así que ve y paga eso. - habló mientras desviaba la mirada hacia otro lado.

- Entonces empieza a caminar. - ordenó él peli café.

- Yo no sigo órdenes de nadie. - dijo el pálido mientras comenzaba a caminar, siendo seguido obviamente por el chico de mechas cafés.

- ¿Entonces por que estás caminando? ¿Acaso al fin estoy dominándote? - preguntó nuevamente con burla y el de ojos gatunos solo rodó los ojos.

- Ni en tus más retorcidos sueños logras "dominarme", yo no dejo que nadie me domine ¿sabes? - dijo mientras se daba la vuelta, logrando quedar lo más cerca posible del rostro de su compañero. - Incluso sería capaz de dominarte a ti.

Ese comentario hizo avergonzar y sonrojar al menor.

- Deja de estar diciendo estupideces y mejor empecemos a caminar. - exclamó Alex apenado y sonrojado a todo lo que da.

- Pues tu eres el que no se mueve terroncito de azucar morena. - comentó Beltrán mientras movia sus cejas de manera coqueta.

- Estás demasiado extraño hoy. - bramo Alex.

- No te quejes, molestarte es mi forma de divertirme. -comentó el peli castaño con una gran sonrisa.

- Me atrevo a decir que es la primera vez en toda mi vida que te veo sonreír. - dijo y la sonrisa del contrario se borró.

- Ts, mejor ya hay que ponernos a caminar. - zanjo dándose la vuelta para ponerse a caminar en dirección a la caja.

Después de pagar varias cosas, el par de chicos se encontraban en la mansión de Federico, mientras este preparaba la cena los otros dos se encontraban envolviendo con mucho cuidado
(en especial Alex) los regalos.

- Yo no puedo solo, chicos ¿Pueden ayudarme con la comida? -preguntó Federico que salía de la cocina.

- Claro Fede, solo déjeme terminar de envolver esto y vamos. -contestó Alex con una sonrisa.

- Más les vale, no saben lo cansado que es preparar tú solo la comida para que luego 5 mocosos se la terminen en menos de media hora. - dijo retirándose del lugar.

- No se si sentir tristeza o enojarme por lo que dijo. - comentó Alan.

- Bueno al menos en algo tiene razón. - pausa. - bueno ya termine, así que levantate si no Fede se enojara y no querrá darnos comida más tarde..

Ambos jóvenes entraron a la cocina, empezaron a trabajar mientras seguían las órdenes del chico de cabellos azabaches, mientras Alex picaba fruta, Alan se encargaba de mezclar y agregar algunos ingredientes a las salsas.

Todo parecia ir bien, hasta ahora, los tres chicos se encontraban tirados en el suelo, tanto como sus cabellos y ropas estaban manchados por la salsa ( que anteriormente Alan estaba preparando ).

- No se quien fue más idiota, yo por pedirles ayuda o Alan por tropezar. - expresó Augusto comenzando a reirse.

- En mi defensa este mocoso estaba demasiado cerca de mi, ¿Cómo no me iba a tropezar? - se excusó el segundo mayor de ahí y Federico negó.

- No busques culpables, hay que levantarnos y empezar de nuevo. - reclama Vigevani con una sonrisa aunque muy en el fondo el par sabia que el azabache estaba enojado. - ¡Vamos no sean flojos!

Mientras Federico se encargaba de hacer una nueva salsa, el peli castaño y el de mechas rosas se encargaban de limpiar todo el liquido rojizo que se encontraba esparcido en el suelo.

- Perdón por hacerte tropezar. - dijo Alex.

- No te preocupes, mejor hay que echarle la culpa a las esposas que tenemos en nuestras muñecas. - responde el pálido quien pasaba por decima vez la esponja.

- Pero dentro de poco los chicos nos quitarán esto, mientras tanto hay que tratar de no ocacionar otro desastre - exclamó Alex bozando una sonrisa.

- ¿Cómo el del árbol? Sabes cuanto nos costo hacer que Andrés dejará el muerdago en otra parte. - maldijo Alan mientras reía.

- Ni me lo recuerdes, no se que dolió más caer sobre ti o que todas las esferas cayeran sobre mi. - comentó mientras hacia un pequeño puchero.

- Bueno al menos no nos besamos. - zanjó y el contrario asintió.

- Eso hubiera sido asqueroso. - comentó Alex.

- Tienes razón, pero ahora me siento ofendido. - dijo Beltrán y el otro solo sonrio.

- Perdón. - habló Ale.

- Ya, no es para tanto. - comentó el más alto mientras volvia a meter la esponja a la cubeta de agua.

El ambiente entre ambos se tenso, y en lo más profundo de su corazón podrían admitir que ambos si querian ese beso.

!! esposados ( yancar! ).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora