Un artista muy peculiar (Pausada)

Capítulo 2 - Un compañero poco amigable

La situación no mejoró en absoluto, ya que todos nos quedamos callados después de la afirmación del director, hasta el enano, que se supone se llama Orión, se calló la boca, «milagro», y cambio la expresión por una mueca de sorpresa un tanto extraña.

—Tienes que estar de coña —espetó de golpe Orión, volviendo a tener pinta de estar muy molesto, a la par que me fulminaba con la mirada.

—¿Tengo que compartir cuarto con este? —señaló bastante despectivamente, «mira guapo, el sentimiento es mutuo».

—Sí, y no hay más discusión, así que será mejor que te comportes —aseguró el director.

El silencio volvió a asentarse durante unos segundos, se notaba que nadie aquí estaba cómodo, pero no había de otra, si lo decía el director dudo que pudiera cambiar de cuarto.

Ya había asumido la situación cuando el chaval se levantó, acercándoseme, y me clavó la mirada.

Era difícil no fijarse en sus ojos, los dones de Rosaría siempre vienen acompañados de algún "efecto secundario" o así se llama a los cambios físicos que genera.

Pueden ir desde, simplemente, el color del pelo, de los ojos o la piel, hasta problemas menores en el desarrollo, como el crecimiento.

Este chaval parecía tener varios efectos secundarios, pero lo más sorprendente de todo es que no había ningún rastro mágico en él que indicara esto último.

Parecía que todas sus "peculiaridades" fueran naturales y esto me desconcertaba aún más que todo lo anterior junto.

—Me niego —dijo completamente serio, de golpe, sorprendiéndome y al instante sentí un gran peso encima.

Un peso que me estaba empujando hacia atrás, o más bien, algo me estaba atrayendo hacia la puerta, tirando de mí sin descanso.

Mis piernas empezaron a ir marcha atrás solas, hasta que me choqué con el director y sentí como este suspiró y maldecía por lo bajo algo que sonó como "yo lo mato".

—Athenreia, anulación —dijo el director casi en un suspiro, pesado y cansado, al instante la fuerza que me estaba atrayendo dejo de hacerlo y un pequeño búho se posó en el hombro de Lucas.

El búho, de nombre Athenreia, tenía el plumaje de un tono gris suave, con la parte del pecho azul, los ojos eran casi iguales a los del director, por lo que supongo que ese es el efecto secundario de Lucas, se veía bastante bonito, pero a su vez tenía un pequeño lazo verde en la cabeza que desentonaba un poco, como el aspecto general del director.

—¡¿Qué cojones?! —grité, mirando a Lucas y Orión mientras estos dos se fulminaban con la mirada, cuando me volví a fijar bien en Orión pude ver como un pequeño oso de pelaje marrón estaba escondido detrás de su hombro con una expresión de preocupación, parecía muy simple para ser un animal guardián, pero era imposible que no hubiera visto ese oso antes de no ser por esto, así que tenía que ser su guardián, lo cual era aún más desconcertante, ya que no se parecían nada en absoluto.

Lucas no dejó de mirar a Orión, pero, muy amablemente, respondió mi bonita pregunta.

—Te pido perdón por el comportamiento infantil de mi hijastro, no pensé que fuera tan estúpido como para usar el poder de su animal estando yo aquí.

—No tienes ningún derecho a anularlo —respondió Orión al instante.

—Sí que lo tengo y más cuando lo intentas usar para expulsar de la habitación a alguien, que da la casualidad, es tu compañero de cuarto.

—Es que no le quiero como compañero de cuarto, prefiero a Sully —respondió mientras señalaba a la princesa, sentada sobre la cama cercana a la puerta.