cuatro

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Estaba cansado de sentirse tan frustrado al tener que asimilar que era alguien completamente opuesto a lo que sus padres desearían.

Era sumamente cansado tener que aceptar que su mera existencia probablemente era un error, por todo aquello que sus progenitores durante la infancia le dijeron que estaba mal. A lo largo del tiempo, Yoongi descubrió que en realidad el ser gay no era el problema principal, si no toda su personalidad. No aspiraba a ser un médico ni tampoco se visualizaba estudiando alguna licenciatura tal y como su padre le replicaba que quería que fuera comprándolo con sus primos e hijos de algunas de sus amigos. 

Un niño de trece años no tendría que haber comenzado a cuestionarse la existencia por cada uno de las palabras salidas de las bocas de sus padres. No obstante, ese fue su caso.

Desde que cayó en cuenta de que su vista giraba más entorno a los chicos, lloraba todas las noches creyendo que estaba enfermo y necesitaba ayuda psicológica inmediata. Afortunadamente el internet existía, y cuando supo que podía escribir en cualquier buscador sus dudas obteniendo respuestas inmediatas, se percató de que sus padres eran unos ignorantes creando inseguridades en su hijo único que a la larga lo único que harían, era crear a un adulto con problemas de aceptación.

Y cuando cumplió dieciséis y comenzó a replantearse lo que realmente quería ser, llegaron sus padres con su usual seriedad en la cena de aquella noche para decirle lo que querían que fuera.

Sabía que si elegía alguna de las dos carreras terminaría por abandonarla ya que estaban en campos en los que él realmente no quería estar.

No quería seguir los pasos de sus padres, deseaba hacer el cambio aunque llevase más cambios de los que alguna vez imaginó.

Y como buen chico con una autoestima que estaba profundamente enterrada, y con daños que estaba intentado reparar en cada día de su vida, no pudo evitar sentirse como un miserable al saber de la existencia de Park Jimin.

Podía afirmar que era un engreído e incluso insoportable, pero por dentro sabía que nada de eso era cierto.

Simplemente el chico era demasiado perfecto para ser real. Había escuchado de varias bocas que provenía de una familia adinerada y que además, tenía varias oportunidades de trabajo como modelo por su atractivo físico. Era amable y su sonrisa demasiado brillante, su voz en ocasiones chillona que quería creer que era poco soportable de escuchar cuando sabía que era un tono peculiar y tranquilo.

Yoongi sintió envidia desde que supo que Park era abiertamente gay y aceptado por todos a su alrededor, con varios pretendientes que poseían sus mismos privilegios.

A su lado, Yoongi se sentía como una rata de alcantarilla ardida que repudiaba al chico que alguna vez soñó con ser.

Y cuando se vio en la obligación de volverse más cercano a él, no pudo evitar sentirse mareado.

Había estado frecuentando al rubio durante los últimos días al finalizar las clases de teatro, ya que a este le surgían dudas que según su lógica, solo Yoongi podía resolver y explicar con paciencia. Dos días después de aquel acontecimiento en el que sus amigos lo metieron en aquel lío, logró reflexionar un poco y aceptar que debía ser un poco más amable con el menor, puesto que este jamás le había hecho algo malo y después de analizar sus actitudes, concluyó que este solo quería ser amable cuando intentaba mantener una conversación con él.

Más sin embargo, para Min era demasiado. Además del cierto recelo que sentía hacia el chico de sonrisa con ojos de media luna, estaba el hecho de que era muy introvertido.

Le agradaba el silencio y solo entablar conversación con alguien cuando fuera necesario, algo que aparentemente Jimin ni siquiera estaba cerca de sospechar.

윤민 ¡Tan gay! [yoonmin]Where stories live. Discover now