18. Ave suelta

282 73 30
                                    

Jimin está cambiado.

Hoseok no sabe decir de que se trata.

A más Hajun avanza en hablar mejor, más parece que Jimin le sonríe. Empieza a preguntarse si es eso de lo que Jin habló, el hecho de que eventualmente estarán enamorados de sus respectivos Alphas. Serán igual de sonrientes y entusiastas que todos quienes están en este lugar y no están infectados.

Quizá, es lo más probable y se cuestiona: ¿Eso en realidad sería tan malo? Huir del dolor, de la incomodidad, la vergüenza, todas las malas sensaciones que produce estas situaciones y quienes la protagonizan. Sería igual a morir, estando metidos en una fantasía mientras todo sucede en una pesadilla de vida.

¿Es realmente tan malo dejarse caer en el hechizo de esas feromonas de los Alphas?

Empieza a convencerse de que no y por eso, sonríe más. Está dispuesto a sonreír mucho, mucho más para conseguirlo. Dejarse caer en ese éxtasis perfecto ¿Por qué no hacerlo?

¿Por qué tiene que seguir sufriendo?

Quiere ser feliz.

Y lo puede conseguir.

Lo quiere conseguir.

~ * * * ~

— ¿Qué haces?

— ¿De qué hablas? —pregunta Jimin, apoyando la barbilla en su palma y Jungkook da un vistazo fugaz hacia Hajun. Quien ahora tiene la cabellera peinada a diferencia de absolutamente todos los demás Alphas en este sitio.

—Estas... distinto. —dice, sin más palabras para calificarlo y Jimin no responde nada al respecto. Hajun se sienta a su lado, similar a un perro y Jimin le acaricia en el cabello, evitando deshacer el peinado algo complicado que le hizo sin siquiera saber que podía hacerlo.

Jungkook aprieta los puños y golpea la lengua contra su mejilla. Las hormonas empiezan a afectar a Jimin. No hay otra posible explicación por la que ahora esté tan tranquilo en presencia de Hajun, que busque tocarlo de cualquier manera, así se una más inocente. Parte de su raciocinio se apaga después de este breve momento con los demás.

Es consciente de que debe hacer algo. Es muy importante que se mueva porque si no, nadie más lo va a hacer.

No puede pedirle a Jin que lo ayude. No en el estado en el que está. Apenas es capaz de ser independiente sin su mano predominante y por culpa del calor, la herida tarda demasiado tiempo en sanar.

Jungkook sabe que depende de él y de nadie más.

No Namjoon.

No Yoongi.

No Hoseok.

No Taehyung.

No Jimin.

De él depende ser libres de este infierno. Sea muriendo o no

~ * * * ~

Yoongi sabe que alucina.

¿O realmente no lo sabe?

Entiende que hay algo fuera de lo común, pero es incapaz de procesar de qué se trata.

Solo que en su estudio hay un hombre llamado Jaesang. No es un productor, no es un nuevo empleado. Él siempre está aquí. Es alguien guapo, Hoseok dice que le agrada y por eso lo deja entrar. Yoongi considera que él es raro. Como si su aspecto tan buenmozo y encantador no puede ser real.

La piel tostada, el cabello cobrizo y las medidas algo desproporcionadas. Como si hace mucho ejercicio en sus brazos y no con sus piernas. Cualquier cosa queda invalidada con sus ojos amarillos. Tan fuerte y vibrantes que llaman la atención.

Sempiternal: Savages || BOOK 6#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora