34. Mundo sin brillo

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—Muy bien, recuerdo en el mapa que era un espacio circular en torno a la madriguera—explica Jungkook a medida que se amarra el cabello. Los demás se arreglan como pueden. Hicieron lo posible con la ropa. No hay mucho de donde escoger y cómo hacerlo. Jimin está dormido, aun adolorido y algo débil por la operación improvisada que le hicieron—. En teoria, si caminamos hacia el oeste, deberíamos llegar a algún lugar.

— ¿Cuánto crees que demoremos?

—Con el clima así, no debería ser mucho. Yo logré llegar a la madriguera caminando. La observé varios días yendo y viniendo. Así que en teoria, debería estamos estar bien. —responde a Hoseok que asiente con la cabeza. Taehyung se levanta de su asiento y tambalea.

— ¿Hay todo en ese refugio? ¿Cómo el anterior? —Jungkook asiente—. Tal vez... esta vez podamos esperar a que vengan por nosotros ¿No creen? Cuando lo arreglen.

—Incluso si demora meses, es mejor quedarnos ahí. —opina Jin en voz baja.

—Sí. Es lo mejor. No nos arriesguemos más con esto. —dice Namjoon de acuerdo y Jin sonríe tímido por ello. Pensó que como siempre, iba a llevarle la contraria.

—Yoongi—El hombre sobresalta—. ¿Seguro que estas bien? —Yoongi asiente a la preguntade Hoseok. Sin embargo, su compañero sabe que lo hace para no preocupar a nadie.

Necesitan llegar allá, por más miedo que le dé salir de nuevo. Las dos veces que ha salido cuando menos era indicado, acabó en las dos peores situaciones de su vida. Quién sabe si hay una tercera. Lo aterra la posibilidad de que algo peor pueda venir. Al mismo tiempo, la minúscula parte racional y funcional de su mente tiene claro lo evidente: no se pueden quedar aquí.

Este sitio no es apto para estar en proceso de recuperación. Jimin podría necesitar alguna cosa y ellos no tienen la forma de entregárselo. Incluso para sí mismo o los demás. Esto es una oficina. Necesitan un refugio, una casa o en el caso más maravilloso, una clínica con recursos.

Deben salir.

Debe forzarse a salir.

Jungkook toma la soga que va a jalar. Tuvieron que improvisar una camilla donde llevar a Jimin. Cargarlo podría romper la cura de su abdomen, una que tarda en sanar por culpa del frío y la malnutrición que tiene. Arriesgarlo más de lo que deben no es una buena idea. Es el primero salir y Taehyung atrás de él mantiene supervisado a Jimin. Asegurarse de que no va a salir de las ataduras de camilla, que no esté recibiendo mucha nieve ni esté tan incómodo.

Namjoon, Jin y Hoseok salen, con Jin volteándose y encontrando que Yoongi se queda parado en la puerta. Su gesto asustado y cuerpo temblando nerviosamente le dice que, en efecto, no se siente capaz de hacerlo. Camina de regreso, lo toma de la mano y le susurra.

—Un paso a la vez ¿Vale? —Yoongi asiente, sudando contra todo pronóstico de probabilidad—. Me quedaré contigo todo el tiempo. No te va a pasar nada.

Tienen que esperar otros quince minutos para lograr que Yoongi salga. Los hace sentir mal haberlo hecho llorar, que esté tan aterrorizado que sea incapaz de estar fuera sin controlarse. Que su cuerpo somatice ese mismo temor en dolores, falta de respiración y llanto.

Por horas caminan. Hay mucha claridad, no así un cielo azul. Jimin despierta por momentos, pero vuelve a dormir a los minutos. No se dicen nada. No tienen ganas de hacerlo. Tampoco hay nada que decirse en este momento.

A la distancia y repentinamente, Jungkook es capaz de ver que haya algo. No lo que buscan, pero está tirado en el suelo. Con esperanzas de que quizá haya algo útil, le pide a Namjoon que lleve a Jimin y así apresurarse hacia aquello. Aún tiene un cuchillo encima, por lo que es el único con un arma para pelear.

Al llegar se queda de pie al borde de la imagen. Namjoon llega segundo, Jin y Yoongi con el segundo en la espalda de Jin por un rato; Taehyung junto a Hoseok. Lo que hay no es otra cosa que un campamento destruido. No parece militar y aun así, les produce un vacío en el estómago.

Hubo gente aquí y claramente no sobrevivió. Todos lucen devorados, apenas expuestos por la nieve. Jungkook respira profundo y se dedica a rebuscar cualquier objeto de utilidad. Además de las lonas que pueden llevar encima o utilizar en caso de que anochezca y no encuentren ningún edificio.

Hay algunas latas de comida enlatada, un par de vendas, sogas y martillos. Taehyung se gira, escuchando a Jimin estornudar.

—Huele raro aquí. —menciona en voz baja.

— ¿A qué?

—Podrido.

No logran detectar ese olor, pero al mismo tiempo, tienen la nariz tapada. Mucho frío, empiezan a enfermarse por estar tan expuestos en este clima. Jimin está más cálido y protegido, tiene sentido que él sí lo perciba. Jungkook guarda todo en la mochila que lleva y toma a Jimin.

—Continuemos. —indica y los demás asienten.

No llegan a ningún lugar, están a mitad del bosque sin nada más que tres latas de comida, una lona y ellos mismos. Logran levantar la carpa con ayuda de unos árboles y se quedan ahí por la noche. En la penumbra y haciéndose una cortada en la palma, Jungkook abre las tres latas y así sea una miseria para cada uno, logran comer.

Se acurrucan los siete, con la brisa golpeando inmisericorde. Usan sus cuerpos para mantener la lona prensada y así, no vuele y los deje expuestos.

—Trate de ir al refugio en el que estuvimos, pero no logré llegar ahí... no pensé que estaría tan lejos. —comenta Jungkook. Cortando el silencio.

—Estabas dormido cuando nos llevaron. Nos alejaron muchísimo de ahí—dice Jin en voz baja—. Tú y yo íbamos en un caballo, a ellos los cargaron.

— ¿En caballo?

—Sí. Debemos estar a kilómetros de distancia. —murmura Namjoon y Jungkook arruga la cara, apoyando más la cabeza en el pecho de Taehyung.

Es decir... también se alejaron del punto de extracción.

Se alejaron del final.

Quisiera no pensar que eso una muestra de un pensamiento pesimista que existe desde el primer momento: jamás vamos a escapar de esto.

Sempiternal: Savages || BOOK 6#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora