VI

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El sol apenas estaba saliendo, la pequeña mano de Isaac sudaba entre la mía y podía sentir al pequeño temblar

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El sol apenas estaba saliendo, la pequeña mano de Isaac sudaba entre la mía y podía sentir al pequeño temblar.

Castiel lideraba nuestro pequeño grupo, con pasos firmes pero discretos, se voltea hacia mi y me susurra:

—lo mejor es que aprovechemos la oscuridad, tu y Isaac pueden ir a los tejados, es menos probable que haya peligro ahí, puedes ayudarlo a acostumbrarse a tener un arma en la mano— se gira y señala un punto justo detrás de una deteriorada tienda de ropa— voy a buscar ahí, se suben a la casa de en frente y me cubren ¿Les parece?

Antes de poder responder, Isaac ya estaba corriendo hacia la abandonada casa

—uh, lo mejor es que vaya tras el— antes de darme la vuelta y correr tras el chico, Castiel toma mi brazo y me gira hacia el, dejando un pequeño beso en mi mejilla.

—cuídate ¿si? Y a el también, no se que haría si algo les pasara— me susurra, no se si fue el beso, el calor de su aliento o la cercanía, pero me hizo enrojecer y, en un tono igual de bajo le susurré directamente en su oreja.

—vamos a estar bien, te lo juro— pude sentir como si cuerpo se estremeció ante el tono de mi voz, pero ninguno de los dos dijo nada al respecto, el solo me sonrió y se alejo, yo me fui en sentido contrario hacia donde Isaac trataba de trepar un contenedor de basura, sin éxito
Me pongo tras el y tomo sus hombros, girándolo hacia mi.

—si fuera un infectado estarías muerto.

—ja, ja, que gracioso, ayúdame a subir.

Yo lo tomo de la cintura y lo subo, trepándome también.

—¿Cuándo te volviste tan mandón, enano?— le digo mientras me recuesto en el techo, el se sienta a mi lado— recuerdo cuando eras un niñito callado y adorable, no decías ni una palabra.

—eso fue hace semanas— se para y extiende sus brazos, tratando de lucir intimidante— ¡ahora soy un niño grande¡ Y voy a mandarte tanto como yo quiera.

Yo simplemente me rio y lo jalo para que se recueste.

Nos quedamos en silencio por un tiempo, escuchando pájaros y ocasionalmente pequeños animales, atentos a cualquier ruido para proteger a Castiel, hasta que el se da la vuelta y me mira directo en los ojos, su mejilla aplastada contra su brazo.

—Luke…¿Por qué me llevaste contigo?— yo miré sus grandes ojos azules con una expresión neutra.

—huh, esa es una buena pregunta— ¿Por qué me lo llevé? Hasta ahora nunca había pensado en la razón— no lo se, enano, vi algo en ti, algo dentro de mi me dijo que no podía dejarte , y que valía la pena protegerte.

El abrió su boca para responderme, pero el sonido fuerte de una bala nos alertó a ambos.
Me levanté y me acerqué al borde del techo, apuntando el arma lo mejor que podía con lo tembloroso de mis manos.

De atrás del edificio salé Castiel, corriendo y apuntando hacia atrás, una vez se asegura de que nada lo persigue se calma y mira hacia nosotros.

Inmediatamente me bajo de la casa y ayudo a Isaac a hacer lo mismo antes de correr hacia el.

—¿Estas bien?

—si, había un grupo enorme de infectados ahí dentro, recuérdame no volver a entrar ahí— dice mientras frota su brazo izquierdo al cual dirijo mi mirada.

—tu brazo.

—¿Mh? Ah, me lo debí cortar con la ventana cuando entré, no te preocupes.

—¿seguro? Se ve como un corte bastante profundo, estas sangrando demasiado— antes de que pueda volver a responderme rasgo un trozo de mi camisa y envuelvo su brazo con la improvisada venda, noto sus ojos suavizándose y sus mejillas enrojeciendo, pero no digo ni una palabra al respecto por que se que estoy igual  que el.

El sonido de incomodidad de Isaac me saca del trance en el que estaba.

Me acerco a el preocupado, agachándome para estar a su altura.

—¿estas bien?

—me duele mucho el estómago, e estado así desde hace días.

Castiel se arrodilla ante el, su rostro tiene una expresión de preocupación.

—¿oh, te duele mucho, cariño?— Isaac asiente, Castiel levanta su mano, pidiéndole permiso para tocarlo, a lo que el pequeño asiente, Castiel presiona su mano suavemente en el estómago de Isaac—¿Te duele cuando hago esto?— la cabeza del menor se mueve, negando— hmm… tal vez comiste algo en mal estado, ya se pasará.

La vista de ambos juntos de esa manera me genera un sentimiento cálido en el pecho, algo que decido empujar hacia abajo y no explorar en este momento.

Continuamos caminando por las calles vacías, rodeados de tiendas con ventanas rotas y paredes deterioradas, atentos a cualquier señal de un grupo de infectados que pudiera suponer una amenaza a futuro, la calle estaba a punto de acabarse, lo que marcaría el final de nuestra excursión, pero el sonido de pisadas sobre vidrio roto nos hizo correr al local mas cercano y escondernos tras un mostrador.

Castiel puso su mano en mi brazo para llamar mi atención, con su dedo sobre sus labios para indicar silencio, bajando esa misma mano a la cintura de su pantalón para tomar su arma. El sonido de las pisadas se hacía cada vez más cercano, y pude diferenciarlo de la caminata arrastrada y entorpecida de los infectados.

No.

Este era un ser humano normal.

Y algo me dice que debería temerle mas que a los infectados.

Continuara....

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2023 ⏰

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Hades code: deadly infection [GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora