Hades code: deadly infection [GAY]

IV

LUKE

Me desperté por el ruido metálico de algo chocando contra el piso, poniéndome alerta, me levanto con cuidado, solo para descubrir que el sonido provenía de Isaac, quien jugaba con algo dándome la espalda.
Me acerco con cuidado y veo que lo que tiene en sus manos es una cámara.

–oye– le toco el hombro causándole un susto que le hace saltar, presionando el botón de la cámara y sacando una foto, cegándose con el flash en el proceso.
Permito que una carcajada salga de mi boca

–¿estas bien?– pregunto aun riendo y tratando de recuperar el aire, el me mira haciendo un puchero

–no vuelvas a hacer eso– dice enojado, sentándose en su cama.
O bueno, el montón de mantas en el piso que le evitan morir de hipotermia.

Habían pasado ya unos cuantos días desde que Castiel y Lena nos ofrecieron refugio (mas Castiel que Lena) y aunque aun no podía confiar al 100% en ellos, Isaac solo era un niño, y no podría protegerlo de todo yo solo y a la intemperie.

–pensaba que estabas usando algo peligroso– le digo justificando el susto
– ¿Dónde encontraste esa cámara?

–p-por ahí –me dice desviando la mirada, causando que su mejilla se presione contra su hombro, formándole un puchero involuntario
Mi ceño se frunce levemente

–¿a quien se la robaste?

–¡a nadie!– me responde– yo… la encontré y estaba llena de polvo, así que nadie la estaba usando.
Iba a responderle cuando la puerta de la pequeña habitación se abrió, mostrando a Castiel tras ella

–Uh… ¿quieren desayunar?– pregunta sonriente, sin embargo, su mirada baja a las pálidas manos de Isaac– ¿esa es mi cámara?

Ahora Isaac tiene dos miradas sobre el, esperando una respuesta.

–yo… yo pensé que nadie la estaba usando, así que la tome para verla– dice mientras se acerca el pelirrojo y le extiende la cámara.

Castiel sonríe con cariño y  regresa los brazos de Isaac hacia su pecho

–en realidad, no la usó hace mucho tiempo– dice acariciando su cabeza– ¿Qué te parece si te la regalo y tu sacas muchas fotos para mi?– Isaac se emociona y asiente, saliendo de la habitación hacia la cocina.

Yo me quedo atrás con el pelirrojo, el cual me sonríe y comienza a caminar, yo me uno a el.

–uh… eres bueno con los niños– le digo, el me mira desde su altura.

–solía ayudar en un refugio para niños antes de la infección, supongo que es algo que se te queda.

–si— digo, animándome a bromear con el— ¿por eso me trataste como un niño cuando me encontraste escondiéndome de Lena?

El suelta una risa suave y baja que me provoca escalofríos.

–Luke– dice– eso fue por que me pareciste lindo y estaba coqueteando contigo
me quedo frío
No me esperé que el fuera tan directo al respecto.
Y sin embargo, por alguna razón, no me molestaba para nada.

El comedor estaba silencioso.
Isaac comía en silencio un pequeño plato de huevos revueltos, frente a el, Lena comía un tazón de avena sin quitarle su mirada ámbar de encima.

–Lena, vigila lo que haces, vas a meterte la cuchara en el ojo– dice Castiel divertido, me señala un asiento y me sirve un plato con un pequeño sándwich de queso y una taza vacía.

Yo lo miro extraño por la taza, pero agradezco la comida y comienzo a devorar el sándwich.

–no sabía si te gustaba el café o el té, así que mejor espere a que bajaras— me explica, iba a decirle que prefería hasta que un fuerte golpe en la puerta se escuchó

–¡CASTIEL! ¡ABRE LA PUERTA, POR FAVOR!

El pelirrojo se levantó corriendo y abrió, un chico entró agitado a la casa, cerrando la puerta con fuerza y pegando su espalda a la misma.
Era un chico alto, debía medir unos centímetros mas que yo, sus ojos cafés estaban ojerosos y su pelo negro enredado, pero aun así se podía apreciar que era atractivo.
Después de recuperar el aliento se tiró sobre Castiel y le apretó en un abrazo que se veía demasiado íntimo.

Entonces sucedió.

Castiel empezó a repartir varios besos en la cara del chico, mientras este sujetaba fuertemente su cintura

–no sabes lo preocupado que estaba por ti Luka, no tenia noticias de ti desde que te fuiste y y-yo había comenzado a pensar que– el chico, Luka aparentemente, sostuvo su cara y le hizo callar

–lo se, mierda, lo se, debí comunicarme contigo pero me tenían rodeado Cassey, no podía, un ruido y me mataban.

–¿los infectados?— Lena no levanta la vista de su plato ni para hacer la pregunta, algo me decía que aquel chico no le importaba tanto como a Castiel

–no… personas, gente normal, loca y peligrosa, la infección comenzó hace menos de un año, no se como se formo un grupo tan fuerte en tan poco tiempo— Castiel acarició su cara y lo calmó.

–Luka, calma, ya pasó, nadie va a dañarte aquí ¿ok?.

El nos miró a mi y a Isaac y regreso sus ojos a Castiel

–¿Quiénes son?— su voz no sonaba preocupada ni enojada, sólo curiosa

–nos encontramos en el callejón a 5 calles de aquí, el es Luke— dice señalándome— y el pequeño es Isaac.

Luka camino hacía mi y extendió su mano.

El agarre se sintió tenso y desagradable.

_Luka Magnus, un placer

Continuará...