obssesivo |✾| Binwoo

🌷 14🌷

-Amor quiero hablarte de algo- dijo Bin revolviendo sus frutas con el tenedor mientras que con su mano desocupada acariciaba los cabellos castaños claros de la cabellera de su novio quien yacía acostado en sus piernas. Pues se encontraban almorzando en el patio trasero del instituto.

-Dime, ¿De qué se trata?- llevó una uva a la boca del azabache pero no le permitió comerla, en cambio se la comió él. Rieron.

-Sobre tu mamá- vio que la sonrisa de Dong Min se borró automáticamente y él suspiró. -Solo si quieres, claro.

-Si quiero, tenemos que hablarlo entre nosotros y después con ella.

- Así es. ¿Tienes algo que contarme, que no sepa?

- No- quiso mentir pero su pareja lo conocía tanto que se dio cuenta de que mentía. Resopló y volvió a hablar. - Tal vez si, pero primero quiero escucharte a ti.

-Esta bieng asintió más para sí mismo -A parte de los mensajes, Ayer me llamó...

Dong Min se levantó de sus piernas quedando sentado en frente suyo. -¿Lo hizo?

-Sí, pero no del número de ella- una mueca de confusión se posó en el rostro ajeno y Bin prosiguió -Como sabrás, ayer no llegabas, estuve pendiente a tu chat a cada momento y de un rato a otro me apareció una llamada tuya.

Lee ya se encontraba con los nervios al tope, tanto que hasta se estaba comiendo sus uñas.

-Contesté y era Chung Ah, ella estaba...

-Bin dime, no te guardes información por favor- los ojos de Dong Min ya contenían lágrimas.

-Es que de solo imaginarlo...

-Por favor...- sollozó.

-No sé realmente qué hacía pero se escuchaban... Gemidos- soltó y cerró fuertemente sus ojos para no ver a su novio destrozado. -Enserio, te juro que pregunté quién era, y si tenía información sobre ti y me dijo que era ella y tiré mi celular por la ventana. Tengo que comprar uno nuevo y de paso otro chip.

Dong Min yacía llorando desconsoladamente, Bin lo atrajo a su cuerpo para envolverlo entre sus brazos y que así se calmara un poco.

-Ya bebé, vamos a solucionarlo. Solo confía en mí, no te estoy mintiendo- su voz se estaba quebrando, no soportaba ver a su novio en esa situación.

-Yo te creo, Bin, pero mamá...

-¿Crees que necesitas hablar con la psicóloga del colegio?- inquirió Moon, balanceando sus manos juntas pues estaban caminado de regreso a casa del castaño, estaban dispuestos a hablar con Chung Ah y dejar en claro muchas cosas.

-Primero tengo que escuchar todo lo que mamá tenga para decir y si después de eso necesito ir yo mismo te diré que me lleves ¿De acuerdo- Bin asintió. Y Dong Min se abalanzó a besar castamente sus labios. -Disculpa por todo los malos ratos que has tenido que pasar... -agachó su cabeza avergonzado.

-Hey- tomó la mandíbula con sus dedos y alzó su rostro para que lo observara. -Nada de esto es culpa tuya, y por más que me incomode sabes que nunca te echaría la culpa de algo como eso- él fue quien está vez acabo con toda distancia impuesta.

Una vez ya llegaron a casa del menor, tocaron el timbre ya que Dong Min salió tan apurado en la mañana que olvidó sus llaves. La madre del castaño apareció por la puerta sonrojada y levemente sudada. Bin tragó saliva al recordar lo que la noche anterior pasó y giró su vista hacía otro lado.

-Permiso- dijo Dong Min agarrando la mano de su novio y se adentró a la casa pasando por un lado de Chung Ah. Bin se apartó del toque al momento en que ella puso su mano en su brazo.

Dong Min le indicó a su novio que se sentara en uno de los muebles. Y encaró a su progenitora.

-Mamá, basta.

-¿Con qué?- se cruzó de brazos.

-Con lo que sea que pretendas. ¡Deja en paz a Bin! - gritó

-No sé de qué hablas.

Bin se levantó y sacó su celular mostrándole el chat y ella quedó en blanco.

-Quiero que dejes a mi novio en paz porque él puede hasta denunciarte por acoso- lloró.

-Mire señora, sea lo que sea que quiera conmigo olvidelo, no lo va a obtener...- se abrazó a su pareja para consolarle.

De repente ella soltó una carcajada muy fuerte que carecía de gracia y los miró.

-Ay Minnie...- caminó hasta su hijo y le pellizco suavemente una de sus mejillas mojadas debido a las lágrimas -Sabes que lo que quiero lo consigo ¿Cierto?- no obtuvo respuesta alguna por lo que siguió hablando - Así que esta no será la excepción.

Le guiñó un ojo al azabache y se fue escaleras arriba.