obssesivo |✾| Binwoo

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Así es como ya una vez después de que llegaran al callejón de la casa de Dong Min, Bin le recomendó a su papá que esperara fuera del callejón debido a que como él podría demorar iba a obstaculizar el paso a otro auto siendo el callejón muy estrecho.

Se bajó del coche y emprendió camino hacía la casa con fachada en tonos cafés. Entró con la llave que Dong Min le había mostrado ayer y de pasó le dijo que la tomara para poder ir.

Subió las escaleras y entró a la habitación de su novio, tomó la mochilita que él día anterior Dong Min había dejado encima de su cama e hizo espacio para meter un par de mudas más. Estaba de espalda que no se dio cuenta que alguien lo observaba desde la puerta semiabierta.

Una vez ya guardó todo se iba a levantar de la cama donde estaba sentado y emprender camino hacía afuera e irse a su casa. Pero no contaba con que la presencia que estaba fuera de la habitación; abriera la puerta y se acercara a él de manera rápida, casi que necesitada.

Se estremeció cuando se dio cuenta que era su suegra en ropa interior.

Yacía junto a sus tres personas favoritas en el mundo almorzando en el patio trasero de su casa. Bin estaba distante con la realidad, sus recuerdos de lo pasado tan solo unas horas lo envolvían y no lo soltaba.

Una mano traviesa se colaba en su muslo derecho y se abría paso por todo este. Y él ni siquiera le estaba prestando atención, su mente le estaba jugando una muy mala pasada, sus recuerdos simplemente se dirigían hacia Lee Chung Ah en ropa interior.

Quizás suene un poco muy mal pero la señora no estaba nada mal, pero él era el que estaba completamente mal de la cabeza. ¿Cómo puede pensar en eso, después de lo que ella hizo?.

Movió su cabeza para que desaparecieran esos pensamientos y se centró en la mano que no abandonaba su muslo, sonrió enternecido de cómo su novio buscaba llamar su atención sin hacer mucho.

Tomó la mano de Dong Min y sin pudor alguno la colocó sobre su miembro cubierto, pensó que tal vez este podía sentirse incómodo y que la apartaria pero muy al contrario se tragó una sonrisa y movió suavemente su mano sobre su miembro que empezó a responder gustoso.

Estaban en una pequeña mesa en el patio, los dos mayores estaban conversando entre ellos y no se daban cuenta de sus menores y sus acciones.

Después de un rato, Bin no pudo soportar más el lento vaivén que su novio llevaba por lo que se levantó emitiendo un pequeño gruñido y jaló a Dong Min mientras prácticamente lo arrastraba por todo el patio y lo llevó adentro.