Regreso

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A medida que Alexander y el anciano intercambiaban palabras, Elina trató de ocultar su ansiedad. La sensación de ser una pieza en un juego que no entendía la desconcertaba, y no sabía cómo encajaba en todo esto. A pesar de sus dudas, había algo en la mirada del anciano que la hacía sentir que podía confiar en él, al menos por el momento.

—¿puede explicarnos más sobre el portal y cómo podemos solucionar este problema? —preguntó Elina con cautela, rompiendo el silencio.

El anciano asintió con un gesto comprensivo y comenzó a hablar en un tono tranquilo.

—El portal que conecta vuestros mundos fue sellado hace mucho tiempo por nuestras familias, para preservar la seguridad de ambos lados. Pero algo logró romper ese sello, y eso resultó en tu llegada, Elina. Lo que necesitan hacer para reparar esto no será fácil ni rápido.

Alexander escuchaba atentamente, y Elina podía sentir la gravedad de la situación pesando sobre ellos. Las palabras del anciano solo aumentaban su sensación de responsabilidad por lo que había desencadenado.

—Existe un antiguo ritual que podría sellar el portal nuevamente, pero requiere ingredientes y conocimientos que no están disponibles en este mundo —continuó el anciano—. Sin embargo, hay un lugar al que puedo llevarte. Un lugar donde podrás encontrar las respuestas y las herramientas que necesitas.

Alexander asintió, aparentemente familiarizado con el lugar al que se refería el anciano. Elina se sintió abrumada por la magnitud de todo esto y la idea de enfrentar un viaje hacia lo desconocido.

—¿Y si no puedo regresar a mi mundo? —preguntó Elina, sintiendo el nudo en su garganta una vez más.

El anciano la miró con compasión.

—El destino puede ser impredecible, pero confío en que estás aquí por una razón. No te abandonaremos. Estamos conectados de alguna manera, y debemos enfrentar esto juntos.

Aunque las palabras del anciano eran reconfortantes, Elina seguía sintiendo un vértigo emocional. Miró a Alexander, y por un instante, pudo ver una chispa de comprensión en sus ojos fríos. Aunque seguía siendo un enigma, parecía que había algo más en él de lo que mostraba.

La cabaña parecía llena de secretos y promesas inexploradas. Elina se preguntó qué más descubriría en este mundo nuevo y desconocido. Sus pensamientos se dispersaron mientras el anciano y Alexander continuaban su conversación, discutiendo los detalles del viaje hacia el lugar donde podrían encontrar las respuestas que tanto anhelaban.

Mientras la noche se aproximaba y las sombras se alargaban en la cabaña, Elina se dio cuenta de que estaba en medio de algo mucho más grande de lo que hubiera imaginado. Aunque la incertidumbre seguía presente, había un atisbo de esperanza en su corazón mientras se preparaba para el viaje que la llevaría más allá de sus límites conocidos y hacia un mundo lleno de misterios y posibilidades.

El que une dos mundos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora