—Ah, por fin terminó esta clase —exclamó Minji dando un suspiro de alivio—. ¿Te parece bien si vamos a descansar por las áreas verdes? —le incitó con una sonrisa que Haerin consideró muy linda y adorable.
La castaña estuvo a punto de aceptar hasta que recordó que Danielle la había invitado a la cafetería mucho antes.
—Mhm... Me encantaría, Min, pero ya acordé para almorzar con Danielle, lo siento.
—Oh, vamos. ¿En serio? —fingió incredulidad—. ¿Después de todo lo que te conté? —Haerin no supo que responder—. ¿A cuánto apostamos que está muy cómoda conversando con alguna chica de por ahí? —sonrió de lado y al no escuchar algún argumento, prosiguió—. ¿Te acuerdas de aquella vez que se olvidó de ti? Puede hacer lo mismo hoy, no existen excepciones.
Minji se encogió de hombros mostrando su desinterés a lo que hacía su ex-mejor amiga y miró atentamente a Haerin.
—No lo sé —se levantó de la silla para acomodar la mochila en uno de sus hombros—. ¿Por qué me invitaría entonces si luego va a ignorarme como tú dices?
Piensa rápido.
—Porque siempre hace eso con quien quiera, pero a la vez eso no te asegura nada —y en cierta parte Kim no mentía. Porque Danielle era toda una seductora reconocida por las facultades debido a su labia fluida de aspirante "enamorada", haciendo caer a quien le servía mejor.
—¿Insinúas que quiere jugar conmigo? —cuestionó Haerin mientras fruncía el entrecejo.
—No es cuestión de insinuar, sino de informarte por tu propio bien.
—Yo dejé muy en claro que no vine a Seúl para conseguir pareja —su voz denotaba neutralidad—, mi permanencia aquí depende del esfuerzo y concentración que le ponga a mis estudios.
—Y eso me parece muy bien, Haerin-ah —sonrió levemente para incorporarse y tomar su mochila, siguiendo los pasos de la más bajita—. Es por eso que no quiero que te metas en problemas gracias a ella. Daniell es indisciplinada y rebelde por naturaleza. ¿Crees que amistades como esas pueden traerte algo bueno?
Haerin se detuvo para encarar a la azabache.
—Discúlpame, Minji, pero soy yo quien toma mis propias decisiones y soy yo quien escoge a mis amigas, que por cierto, son muy escasas. No puedo juzgar así como así a Danielle. Acabo de conocerla hace poco.
Minji suspiró cansada y volvió a emprender el mismo camino por el que iba Haerin.
—Tal vez tengas razón. Pero no te enojes conmigo —dijo con suavidad, mientras se apegaba más a la castaña.
***
—¡Hanni! —la mencionado se sobresaltó al escuchar la fuerte voz de Danielle. La azabache se detuvo mientras veía como su amiga se acercaba a ella con mucha rapidez.
—¿Qué pasa?
—¿Has visto a Haerin por algún lado? —hizo una pequeña mueca de preocupación.
—¿Haerin? —frunció el ceño tratando de recordar—. No, salí más temprano del salón. Justo iba para la cafetería, creí que estaría por ahí.
—Pues no está —resopló exhausta por haberla buscado insistentemente—. Me demoré un poco por el examen que dejaron de imprevisto. Juro que fueron un par de minutos.
—¿Espera, sabías en qué aula estaba para ese momento?
—¡Claro que sí! Se lo pregunté en la hora de entrada, pero cuando llegué el salón ya estaba vacío.
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sucker for you; daerin
Romance❝Soy una tonta por ti, Haerin.❞ Danielle Marsh era la típica chica mala, popular y arrogante. Sin embargo, todo lo que conformaba ser ella, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez a la chica nueva, la recién transferida de Daeg...