Ohm se despertó con el sabor de la amarga rabia en la lengua. Cuando oyó la lucha fuera del dormitorio, su ira creció a un nivel estelar.
—Fluke —gruñó, tirándose hacia la puerta. La abrió con fuerza para verlo en el suelo a los pies de Plustor.
Sin detenerse, se zambulló hacia su hermano, agarrándolo por los hombros antes de caer al suelo. Su mirada se volvió roja, Ohm le pegó con toda su alma, una y otra vez. Plustor trató de quitárselo de encima, pero no lo conseguía. Estaba harto de la mierda de su hermano.
—Te odio —gritó Plustor.
—El sentimiento es mutuo —dijo Ohm un instante antes de golpear la cabeza de Plustor contra el piso de pizarra tan duramente como pudo. La sangre estalló sobre el piso de madera. La sangre de su hermano debería haberlo apaciguado. Pero no.
Y cuando miró a los ojos dilatados de su hermano que eran exactamente iguales a la sombra de los suyos, Ohm quiso llorar.
¿Cómo habían llegado a esto? ¿Cómo?
Ese momento de debilidad le costó mientras Plustor le pateó. Su hermano le asió por los hombros y rodó hasta que Ohm estuvo sujeto en el suelo. No había compasión en los ojos de Plustor mientras llovían golpes sobre Ohm.
—¿Cómo puedes? —demandó Ohm furiosamente mientras bloqueaba la mayor parte de los golpes.
—Porque te odio, pedazo de mierda. Conseguiste todo lo que debería haber sido mío. ¡Todo! Las miradas, el dinero, la amiga caliente. No es justo que tú tengas tanto y para mí tan poco.
Eso no era verdad. Plustor había sido más guapo que Ohm cuando habían sido jóvenes. Donde Ohm había sido flaco y tuvo que trabajar para ganar tono muscular, Plustor siempre había sido naturalmente musculado. Plustor había sido el único en casarse y tener una familia. Tracy sólo le había abandonado porque la había engañado. En cuanto al dinero, Plustor podría haber tenido eso también, pero más que empezar un negocio por sí mismo, había estado contento con el salario constante de un instalador de cable. Buen dinero que había gastado en drogas, alcohol y strippers, las cuales habían causado la ruptura de su matrimonio.
—Estás loco.
—Sí y tú eres un idiota. ¿Tienes alguna idea de lo es mirar la lujuria de tu esposa por tu hermano pequeño? ¿Escucharla cantar sus elogios por tu hermano y que no llegas a su altura?
¿De qué estaba hablando? Tracy nunca lo había visto como nada más que un hermanito. La esposa de Plustor apenas había hablado con él el puñado de veces que había estado a su alrededor
—Tú me robaste a Harry.
—No —dijo Plustor amargamente—. La ramera todavía te quería después de que enrolláramos. Todo de lo que podía hablar era acerca de ti y cuan guapo eras. Cuánto dinero habías hecho y todos los grandes lugares donde lo habías llevado cuando os citabais. Como no podías salir sin ser asaltado por la gente que te quería. Estaba obsesionado contigo al igual que Tracy. Es por lo que le ofrecí su alma a Dolor primero.
Ohm estaba tan aturdido por las palabras que permitió que Plustor le diera un puñetazo sólido en la mandíbula. El probó sangre antes de patearlo.
—¿Qué?
Plustor se agarró. Se paró ante Ohm con los labios torcidos, apretando y aflojando los puños.
—Jodido puto quejica. La única razón por la se vino conmigo fue para herirte. Yo no le importaba. Solo quería que creyeras que había alguien aquí que no te encontraba irresistible. Harry pensaba que irías arrastrándote detrás de él, rogándole que volviera contigo. Así que entré en la cárcel, le corté la garganta y usé su sangre para despertar a Dolor.