soldier [ Christopher Morgan ]

chapter 00, first love

『 you never forget your first love 』
nunca olvidas tu primer amor

Los ojos me arden, siento la mano enguantada en mi espalda y mantengo mi posición observando la ola de soldados uniformados que rodean la lápida de mármol, los de rango mayor lideran las filas.

Escucho el discurso de despedida, hacen el protocolo y me tiemblan con impotencia las manos cuando Alex Morgan se acerca llevando las medallas de mi padre en mano, mientras a su lado, La ex general Regina lleva las medallas de mi madre y mi hermano.

Sorbo mi nariz, tomo las cosas ignorando las miradas de todos, no tengo la suficiente fuerza para afrontar lo que ya se.

Me inclino leyendo lo que resalta en la piedra tallada.

¨Familia Williams¨

Muerdo el interior de mi mejilla evitando soltar las lágrimas, me levanto y suspiro antes de dar vuelta, los presentes bajan la cabeza y camino hacia el hombre de traje que me espera de brazos cruzados.

Reece me abre la puerta del auto y no puedo evitar mirar hacia atrás en donde ahora descansa mi familia. El nudo en mi garganta me impide pasar la saliva y vuelvo la cabeza entrando con rapidez.

No miro a la persona a mi lado, el no habla y yo tampoco lo hago, sin embargo, miro mis piernas cuando deja la rosa blanca sobre ellas.

— Gracias. — giro hacia el

Sus ojos grises recorren mi rostro y asiente bajando la mirada a su celular mientras yo miro hacia fuera.

Mi familia murió gracias a el hombre que se cree con el poder, Antoni Mascherano decidió dar su primer golpe como iniciación en la mafia italiana, golpe que estoy dispuesta a regresar.

Años después...

El cielo se ilumina con cada rayo, y las gotas caen cada segundo con más fuerza, las calles llenas de charcos son iluminadas por los faros. Detengo mi caminar, mis ojos van a mi alrededor y logro captar la figura a un par de metros, me muevo contra la pared, el cabello se me pega al rostro y a los hombros.

Escucho sus pasos y me apego a la pared, evito moverme, incluso respirar, de reojo veo los restos de una ventana y los tomo con rapidez, son segundos en los cuales tomo con fuerza el pedazo de cristal. Veo su sombra en el suelo y me le voy encima dejando el filo contra su garganta.

No hace ni el menor intento por defenderse.

Me observa y siento su mano subir a mi muslo, aprieto mi agarre y ríe centrando el azul de sus ojos en el de los míos.

— Megan.

Me aparto dejando caer el pedazo de vidrio mientras el rubio se levanta llevando el cabello tras la espalda.

Mis ojos siguen cada movimiento del ruso.