1~ Friends

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—¡Correle pendejo!

—¡No me presiones, Mike!

Dos amigos corrían por las aceras de la calle, habían quedado de llegar a la casa del tercer amigo del grupo para una tarea importante. Realmente era para usar su Internet y quedarse a una pijamada ya qué este no estudiaba.

Mientras el castaño de capucha amarilla corría cruzando entre autos como si fuera inmortal, el albino corría en la acera evitando chocar con varias personas y tropezando con las mismas en el proceso.

Una apuesta simple, quien llegará de último invitaba la cena, ya que el almuerzo lo estaba haciendo el amigo que iban a visitar, mientras que el primero dormiría en el sillón mientras que los demás en el suelo.

Llegó primero el castaño gracias a su indecencia de atravesarse en la carretera y entrando como si la casa fuera de su pertenencia.

—¡Ya llegue! ¿Me extrañaste Timbini? —; Gritó anunciando su llegada como si el portazo no hubiera sido suficiente aviso.

—Si te extrañe, ahora que entraste recordé porque no me gusta tenerte en mi casa —; Habló desde la cocina un peliazul de ojos grises mientras cocinaba. —Igual Raptor les ganó, llegó aquí desde hace media hora.

—¡¿Perdón?! —; Gritó indignado su amigo para ver como el mencionado castaño rojizo dalia de la habitación de invitados.

—Te dejo el sillón Mike, Timba me dejo el cuarto de invitados —; Comentó triunfante mientras se estiraba, se notaba que había estado durmiendo.

—Malditos sean —; Habló entrando el de ojos bicolor y cabellos blancos bastante exhausto por correr.

—Ya estás viejo, amigo, parece que corriste medio pueblo —; Burlo el de cabellos azules saliendo de la cocina mientras de desataba el delantal qué estaba utilizando.

—Tengo 20, idiota —; Se quejó el albino recuperando el oxígeno perdido. —Además tenemos la misma edad y tu estás más arruinado qué yo.

—¿Por? No fui a la universidad y estoy más que bien, tu por otro lado tienes más tareas que dinero. —; Se defendió con una sonrisa de superioridad y volvió a la cocina. —Vayan a la sala, la comida está lista.

—Yo te ayudo, Timba —; Ofreció Raptor para empezar a llevar los platos servidos a la mesa.

Los invitados fueron al lugar mencionado, claro que había comedor, pero preferían ver una película mientras comían e ignoraban la existencia de los otros chicos para tener algo de paz, o al menos eso pensaba el reptil del grupo de amigos.

Comieron con tranquilidad, aunque el albino y el reptil apenas sentían ciertas notas de sabor en la preparación, al menos estos pequeños rastros sabían excelentes, mientras que el peliazul y el castaño de ojos negros comían a gusto.

No fue hasta que el postre salió a la mesa y que al mismo tiempo salió la propuesta más extraña que solían hacer dos chicos en cada reunión.

—¿Qué tal un juego de botella? —; Preguntó el albino sin morder el trozo de pastel qué se le entregó y colocándolo en la mesa centro de la sala.

—¿Por qué siempre preguntas eso cada que nos reunimos? Si tanto quieres un beso solo pídelo —; Se quejó el peliazul dando un trago de su refresco.

—Exacto, igual no significa que lo vayas a recibir —; Agregó el rubio con cierta burla.

—No se, es divertido ver sus caras cuando jugamos, se nota que no les gusta reforzar la amistad —; Intentó bromear el albino y dando miradas en busca de que su amigo reptil le ayudará.

—Eres un tonto Rius, mejor consíguete una novia —; Traicionó el reptil con una pequeña risa.

El ambiente se volvió ligeramente incómodo luego de ese comentario, aunque no tardaron mucho en volver a ver la película, al menos el peliazul y el rubio, mientras el albino aprovechó para quejarse en silencio con el otro chico de ojos bicolor.

—Traidor.

—No voy a exigir un beso de mis amigos para sentirle sabor a la comida, ellos ni siquiera saben que no somos betas —; Le susurró de regreso y dio un suspiro pesado. —El aroma de Mike es demasiado fuerte...

—¿El de Mike? Amigo, yo solo siento el aroma de Timba por toda la casa, huele a pastel de arándano por todos lados, al menos eso hace que le sienta algo de sabor a su comida —; Se quejó el albino un poco molesto. —El aroma de Mike es mucho mejor, adoro la acidez de limón que posee.

—Calmate amigo, van a descubrirte, para empezar ellos ni saben que son unos pasteles andantes.

—Repiteme porque fingimos que no somos Fork y porque no les decimos que son unos pastelitos.

—Por su naturaleza, un Cake aunque no sepa que lo es, buscará huir apenas reconozca a un Fork, si les decimos lo que somos en automático buscarán alejarse de nosotros. —; Explicó viendo a sus dos amigos más que atentos a la programación. —¿Cuando dejarás de utilizarlos para sentir sabores?

—Cuando Mike acepté salir conmigo, no tengo que decirle que soy y que es él, pero una vez seamos algo más que amigos, él puede vivir tranquilo y yo podría sentir sabores de nuevo... ¿Y qué hay de ti? ¿Dejarás de utilizar a Timba?

—Yo no lo utilizo, Timba y yo éramos vecinos y somos amigos desde entonces, ser su amigo le permite sentir sabores siempre y cuando este con él, pero no lo utilizo para eso, simplemente me agrada...

—Claro, claro... ¿Y cuando le pedirás ser tu novio?

—No creo que lo haga, es más un hermano para mi, lo quiero mucho, pero no es mi tipo.

—Entiendo...

—Me duele saber que los utilizas amigo... No son un juguete.

—Ni siquiera lo saben, y no tienen que saberlo... Tu sabes lo miserable qué se siente no sentir sabores, solo quiero un poco de dulzor en mi vida de vez en cuando.

—Juro por la crema de este pastel, qué sino te comprendiera ya te hubiera delatado.

—No es con mala intención, solo un poco de egoísmo... Igual mis intentos con Mike son sinceros y lo sabes, tampoco lo utilizaría de tal manera.

—Más te vale... Solo son unos Cake inocentes, pero al ritmo que va esto, no tardarán en darse cuenta...

Sweet {Cakeverse - Compas}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora