Sweet {Cakeverse - Compas}

6~ Date

Estaba atardeciendo y a pesar de todo, el joven Cake de cabellos azules estaba siendo puntual en el encuentro del restaurante en el que habían quedado con cierto chico.

Iba con una camisa blanca y corbata azul marino, se, sabía que el restaurante era elegante y algo costoso, así que tomó algo de sus ahorros para aquel encuentro.

Sabía que era una pésima idea estar allí presente, pero el nunca faltaba cuando aceptaba una salida o reunión.

Justo en frente apareció el chico que estaba esperando hace ya unos diez minutos.

—No esperaba que vinieras... —; Habló el pelinegro con cierto brillo en los ojos al verlo frente a él y tan bien arreglado.

Más notaba en su aroma aquella mezcla de nerviosismo con extremado miedo de estar allí.

—Yo tampoco planeaba venir luego de lo de hoy en la mañana... ¿Cómo estás?

—Mal.

—¿Por? —; Preguntó levantando la mirada con una expresión preocupada, su instinto de hermano mayor entro en acción. —¿Paso algo malo?

—Si... Te trate mal y me siento terrible por hacerlo.

—Ouh... —; Suspiro apenado ahora soltando su aroma amargo por sentirse algo culpable.

—No, no... No te pongas así —; Habló al sentir el aroma.

—Lo siento, no sé porque me asuste tanto por eso... Y Raptor no ayudo.

—No... Tenias toda la razón de enojarte, debo respetarte más y aceptar tus decisiones... Lo siento mucho por lo que hice Timba.

—Acepto tus disculpas... —; Habló con una sonrisa tranquila y se acercó abriendo la puerta para luego susurrarle. —Aunque prefiero que me digas “pastelito”...

Dicho esto entro al restaurante, siendo seguido por el Fork de cabellos oscuros. Tomaron asiento en una mesa esquinada y pidieron su comida.

La noche venía en conversaciones triviales, el de ojos azules comía con tranquilidad y fue cuando el peliazul se sintió extrañado, el chico parecía disfrutar de la comida de la que supuestamente no sentía sabor.

—Disfrutas mucho de esa carne para no poder sentirle sabor. —; Comentó con una sonrisa en claro tono de broma, pero resaltando su curiosidad.

—Jmjm, de hecho si le siento algo de sabor... Tu aroma es suficiente para activar parte de mis papilas gustativas, no siento demasiado, pero es suficiente como para disfrutar —; Explicó con tranquilidad y tomó la mano del chico para acariciar el dorso de esta.

El de aroma dulce observó aquella acción para luego soltar el agarre y acariciar la mejilla de este, su contrario dejo su rostro recostado en la mano de su chico.

Acariciaba con su pulgar la mejilla del de ojos cielo, para luego pasarlo por sus labios, con la segunda caricia el chico instintivamente abrió un poco su boca y lamio con disimulo su dedo.

Apenas lo rozó con su lengua, pero sintió una explosión de sabor en su boca, un fuerte y delicioso sabor a pastel de arándanos se apoderaba de sus papilas gustativas, lamio otro poco el dedo, hasta que se le fue arrebatado de su boca.

Se encontró con una sonrisa y una mirada conmovida de quien estaba empezando a adorar, sin dudas ese Cake era su destinado.

—Aprovecha ahora.

—¿Qué?

—Acabas de lamer mi dedo y absorbido un buen conjunto de feromonas, será suficiente para que puedas disfrutar totalmente la comida —; Explicó con naturaleza y siguió comiendo.

El de cabellos oscuros no perdió el tiempo y empezó a disfrutar de su comida, cierto brillo en sus ojos apareció al después de tantos años sentir el sabor completo de una comida.

Siguieron comiendo con tranquilidad en el sitio, para haber tenido un terrible momento en la madrugada de ese día por la llamada anterior, pero lograron llegar a un punto de tranquilidad.

Por otro lado, había un chico en cierta crisis, había salido un rato, solo para darse cuenta de tanta verdad en las palabras del albino hace ya varias horas.

Paso a lado de varios chicos y chicas, varios se notaban qué eran Cake, pero él no sentía sus aromas, hace pocos días lograba sentir un poco el aroma de Timba y de Mike, pero apenas regresar Mayo esos aromas se volvieron a bloquear, excepto Timba por completo.

A Timba lograba percibirlo por lo fuerte que era su aroma, pero ahora era casi imperceptible para él, todo gracias a la aparición de Trollino.

Llegó a su hogar con bastante cansancio y un poco estresado por su nuevo descubrimiento, no quería aceptar o al menos le costaba reconocer que ese chico, el hermanito de su mejor amigo sería su destinado.

Habría una manera de descubrirlo, al día siguiente en la universidad, le haría la pregunta necesaria para poner a prueba la conclusión del albino.