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Poseidón miraba a los niños bailar cerca de la hoguera, ya había pasado mucho tiempo desde que había venido a un solsticio o a una celebración general del Olimpo, solo vino en esta ocasión por la insistencia de sus hermanos. Mayormente quería evitar problemas innecesarios con Hera, no quería darle el placer a esa zorra de verlo tan débil después de la maldición, aunque no pueda comprobarlo pero sabía que su hermana había estado detrás de todo.
Sintió un escalofrío en su cuerpo algo familiar para él, sentía como si no encaja actualmente en el ambiente por su forma de vestir o simplemente con su actual apariencia, aunque esa sensación era más de estar atrapado en el cuerpo equivocado.
— Una disfonía ¿Eh? — dice en un tono simpático Loki mientras se sienta junto a Poseidón — Es agotador cuando pasa y más en momentos inesperados.
Poseidón rodó los ojos ante las palabras de Loki.
— No lo podrás negar, es molesto en algunas ocasiones ya que te sientes como atrapado en tu propio cuerpo o tan diferente con tu yo del pasado con el de ahora.
Poseidón soltó un bufido molesto.
— Es irritante
Loki sonrió ante la respuesta de Poseidón.
— Que suceda de la nada — sigue el dios del engaño.
— Los pronombres.
— Eso es lo más molesto de todo — Loki comenzó a reír ante sus palabras, Poseidón no lo pudo evitar y también río ligeramente.
El cuerpo de los dioses comenzaban a cambiar gradualmente mientras hablaban de cómo su género fluye y cambia diariamente.
Al terminar conversación Loki estaba en una forma más andrógina sin llegar a ser femenina, pero Poseidón cambió a una más femenina.
— Que nos bese el trasero Odín, estamos bellísimas. — Loki fanfarronear de su belleza haciendo que Poseidón ruede los ojos. — Odín estará buscándome como loco pensando que ya fui a conquistar Asgard sin él cerca, así que te dejo aquí cariño, bye.
Loki lanzó un beso al aire para luego salir rápidamente del lugar.
Poseidón no puedo hacer nada más que negar la cabeza con una sonrisa. Solo arregló un poco su vestimenta para seguir en la ocasión.
La hoguera se alzaba para tocar el cielo nocturno, la risa de todos los dioses e infantes llenaban el ambiente de una ligera paz que adoraba, notó rápidamente como su hermana mayor, Hestia, llegaba con un niño, no lo conocía o algo referente a él le recordara a alguien, el niño parecía nervioso, incluso ansioso de estar entre tanta gente.
Hestia parecía buscar algo hasta que notó su presencia.
— ¡¡¡Poseidón!!! — la sonrisa de su hermana era deslumbrante, el niño parecía cada vez más nervioso.
