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•Nueva York, USA

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Nueva York, USA. 1948

Ya habían pasado tres años desde que termino la guerra pero las consecuencias de esta aun permanecían. El nipón fue llevado a América, alejado de todo aquello que alguna vez llamo "hogar".

El nipón se encontraba recargado en el escritorio de su habitación (residencia del americano) tratando de no caer rendido y finalmente quedarse dormido. Miro el reloj que estaba en la pared, "11:45....y todavía no llega" pensó al ver la hora, el mayor le había dicho que saldría de casa y que lo esperara despierto pero después de cuatro horas su cuerpo pedía desesperadamente poder conciliar el sueño.

Había cosas que no entendía, claro que era comprensible el porque no le avisaban o le comentaban que estaba sucediendo, después de todo quien confiaría en él. Pero a pesar de eso no podía evitar husmear en los correos y papeles del mayor para ver que estaba sucediendo en el exterior, fue de esta forma en la que se entero de la separación de las Alemanias, el ascenso del italiano a ser representante, entre más; su mayor deseo era comunicarse con aquellos que eran sus amigos pero lo veía imposible. Seguiría en sus pensamientos hasta que escucho la puerta principal abrirse, rápidamente salió de la habitación y se dirigió a la planta baja pero se detuvo en seco en los últimos escalones al verlo.

Sur corea esta en la puerta...

El mayor hablaba con alguien, al parecer sobre la nueva estadía del coreano, este se abrazaba así mismo, temblaba ligeramente y en su rostro había miedo y tristeza; Japón se hizo una vaga idea, la del porqué solo está un coreano y no los dos. Probablemente los separaron al igual de los alemanes.
Pronto el americano se despidió y entró a la casa con el coreano detrás de él. Se notaba de malhumor (siempre andaba de malhumor) pero también cansado.
Japón ven para acá. —. Hablo el mayor al ver al nipón en las escaleras. —En tu habitación hay otra cama, dale aquel lugar y asegúrate que no trate de escapar. —. Se quitó el saco mientras escondía un cigarro. —Estaré arriba. —. Se dirigió aquel lugar dejando a los asiáticos en la entrada.

El nipón miró al sur coreano quien miraba el suelo, la última vez que se vieron no fueron del toda agradable y comprende si este no lo quiere cerca.
La habitación está arriba...sígueme. —El coreano solo asintió, entonces ambos avanzaron por las escaleras y se dirigieron al cuarto.
Este era bastante grande, tenía dos camas y un escritorio. El coreano hizo una mini inspección del lugar pero no dijo nada.

Esta cama la puedes usar. —. Mencionó el nipón.
El coreano solo se sentó en esta, más no dijo nada. —Bueno...apagare las luces..—. Se dirigió al interruptor y apagó las luces, se acomodó en su propia cama y le dio la espalda al coreano, claro que con el pendiente de que este no le atacara por detrás como su hermano años antes.
Comenzó a cerrar sus ojos y cayó profundamente dormido.

◍◌•¡Todo el mundo odia a Japón! •◌◍              ◍◌•¡みんな日本嫌い !•◌◍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora