Las clases del área de arquitectura no eran unas de mis favoritas pero llegaban en un punto donde sólo dejaba que el profesor hablara hasta reventar y yo sólo tenía la atención en las bromas y cosas que mis compañeros se decían. Unos se veían que habían dormido minutos y otros se veían más frescos que una lechuga.
El tiempo era relativo y con eso se podía volver lento o rápido. Honestamente el tiempo para mí era más rápido de lo que podía contar mentalmente con tal de que los millones de proyectos y sus instrucciones me entrarán por una oreja y me saliera por la otra.
No me había equivocado de carrera, sólo era un lunes por la mañana.
Pero aún cuando estaba en mi momento más íntimo del día no paraba de pensar en la carta que me habían dejado y era raro porque, literalmente, siempre ignoraba todas esas mierdas por ser de las mismas personas obsesionadas, o en busca de un buen rato en los baños o ir a un hotel a coger. Esto para mi era rutinario, creo que nadie me veía como un buen partido para algo serio.
Exactamente hoy era uno de esos ratos en los que podía distraerme de ese sentimiento de soledad.
Estaba en los baños más lejanos de la facultad, uno de esos que eran muy pocas las personas que los visitaban, con un invitado que parecía que jamás en su vida había tocado un cuerpo porque no paraba de toquetear en todos lados con desesperación; muchos besos y mordidas en mi cuello y a veces hasta jalones de cabello que hacían hacerme para atrás y darle más lugar para dejar sus marcas.
Las primeras clases habían acabado. Necesitaba un descanso después de tantas cosas sobre la carrera, y que mejor que este.
— E-Espera…— Había comenzado a sentir como sus manos se pasaban por la zona de mis pezones.
— ¿Qué sucede, precioso?.
— Ni siquiera conozco tu nombre… ¿Cómo te llamás?.— Mordí ligeramente mi labio inferior para ocultar la sonrisa.
— Soy Quackity…— Dejo un suave beso sobre mis labios antes de volver a comenzar con lo de antes, solo que ahora dándole paso a lo que más me gustaba de estos encuentros.
De algún lado me sonaba ese nombre pero lo caliente que estaba mi cabeza no podía pensar en que lugar lo había escuchado.
No era tiempo de preocuparme por las cosas mínimas o consecuencias que traería mi calentura, si iba a cumplir mis expectativas pues adelante.
Después del largo rato pude salir de los baños con un cuidado tremendo, no quería levantar sospechas ni que me vieran salir como si fuera una gelatina, todo tembloroso y con marcas de mordidas.
Conforme iba saliendo de esa área de la facultad para regresar con mis amigos había comenzado a sentir una mirada pesada sobre mi persona, con miedo me gire a ver pero absolutamente no había ni un alma más que la mia.
Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal, si había escuchado rumores que por las partes más solitarias y reconditas de la facultad parecía que habían “fantasmas” y todas esas cosas de películas de miedo pero jamás creí que sería verdad.
No creo que un fantasma asusté a alguien tan bonito como yo, ¿verdad? Cabía la oportunidad de ser como en las películas de terror, que siempre era la rubia mamona y bonita en morir primero. Aún así acelere el paso y en ciertos tiempos también miraba hacía atrás, solo para estar seguros.
En un tiempo en el que gire a ver a mis espaldas, había topado con algo que se sentía robusto y de verdad lo habría dejado pasar si es que no hubiera sujetado mis hombros con una fuerza moderada, también sus manos se sentían grandes.
— ¿Estás bien? Te ves pálido…— Su tono de voz se notaba preocupada.
Asentí lento y gire sobre mis talones para mirar a la persona que me había causado un infarto.
Dios santo.
¿Por qué la facultad tenía a hombres tan jodidamente guapos?
— ¡Estoy bien! Sí… Creo.— Contesté mientras me safaba del agarre y acomodaba mi ropa. — ¿Tú qué haces acá? ¿Pareces ser nuevo, te perdiste?.— Y es que no me sonaba su rostro.
Rió bajo y sonrió con gracia. Una bonita sonrisa.
— No… Llevo aquí el mismo tiempo que lo haces tú.— Y aún así jamás lo había visto.— Soy Cellbit y estoy justo a lado de tu aula.
Curioso.
— Soy Roier.— Por cortesía sonreí y escuché sonar mi teléfono. — Tengo que irme, me están esperando… Nos vemos otro día, si es que no te olvido tan rápido, ¡adiós Cellbit!.— Sacudí mi mano en un gesto de despedida y volví a retomar mi camino, ya más seguro.
— Te prometo que no.
ustedes qué piensan que vaya a suceder en el evento de la cena por las elecciones? Otro evento explosivo? O tal vez hablen de lo que maximus encontró junto con baghera y los demás?
nos vemos otro día, por ahora una ligera aparición de cellbo, chaoo los tqm y cuídense (. ❛ ᴗ ❛.)
por cierto síganme para los avisos!!!:]
24/07/24
(ya se acabo el qsmp y el guapoduo se extinguió, pq debo seguir cn esto? 😭)
ESTÁS LEYENDO
bonita ✿ guapoduo
Fanfiction♡ ۫ 🎀 Roier tenía un fanatismo increíble por su aspecto, siempre quería lucir lindo ante todos, solo ser la "morra chida", Cellbit solo era uno más de sus tantos perritos falderos, tal ves uno de los que más le gustaba a Roier. 𑄼ల۫ ۪ ...