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Había sido una semana llena de trabajos y tareas, proyectos y lo más importante, chismes y eran toda clase de chismes, desde amoríos, rupturas e infidelidades, cosa que ya era muy normal

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Había sido una semana llena de trabajos y tareas, proyectos y lo más importante, chismes y eran toda clase de chismes, desde amoríos, rupturas e infidelidades, cosa que ya era muy normal. En fin, ese no era el caso, ¡por fin tendría un descanso! Y es que mantener mi reputación no era nada fácil.

Claro que no.

A parte de lo que yo había creado, necesitaba todavía seguir con el de mi apellido.

Era hijo de dos grandes arquitectos. Mis dos grandes ejemplos a seguir porque tenía la esperanza de algún día llegar a poder ser como ellos y por eso había escogido la misma carrera, ya no era por presión ni por aparentar, realmente amaba la arquitectura y lo que podía llegar a crear si es que me llegaba la oportunidad de poder aportar mis ideas a la empresa de la familia. Podía llegar a ser un egoísta y creído en la universidad pero con mi familia era todo lo contrario. Ellos estuvieron ahí cuando yo estaba por la borda. Ellos siempre han sido mi luz y mi salvación.

Pero no quería arruinar el ánimo por recordar todas esas cosas que hicieron darme cuenta de lo que ahora soy en realidad, lo mejor sería que me diera prisa para encontrar algo que ponerme para la fiesta a la que iría.

Wilbur era conocido por hacer fiesta muy explosivas y era obvio que no me iba a perder la de esta noche.

— ¿Qué tal esté?.— Lo puse sobre mi y fui a mirarme al espejo. Lindo pero ya me sonaba.

— Creo que te vi con eso la semana pasada.— Leo respondió junto con una pequeña mueca.

— Tienes razón.

Así duré mínimo unas tres horas. Probando y escuchando la opinión de mi hermana menor, no eran las mejores pero en ciertas ocasiones tenía la razón. Era un ritual que teníamos ambos como hermanos.

Si ella quería escuchar o saber de algo, podia preguntarme sin sentirse insegura por la duda o respuesta que tendría de mi parte. Jamás le podría mentir a la mujer que tenía como hermana y la única en mi hogar, ella era totalmente la luz a los ojos de todos, tíos y parientes decían que era una chica hermosa e inteligente. Completamente cierto. Era una Brown de Luque, todos teníamos esas singularidades.

El tiempo que paso volando, y aunque tenía la noción muy presente. Ahora estábamos acostado en mi cama, mirando al techo y en silencio, ambos estábamos cansados.

— ¿Vas a ir?

— No quiero quedarme un sábado en la noche aquí en la casa, Leo, iré porqué no tengo nada que hacer.

Bufo rendida y yo reí.

— ¡¿Por qué simplemente no te pones una camisa y un pantalón cualquiera?! Además, ¿por qué es tan importante ir a una fiesta?.— Jalo de sus cabellos con desesperación. La entendía, todo el tiempo que habíamos desperdiciado no sirvió para nada porque nunca encontré algo que me gustará.

bonita ✿ guapoduo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora