Recuperados: La historia del guardia de seguridad [FnaF]

Confundir

Me levanté como un zombie a las 11 p.m para prepararme para el trabajo. Como puedes imaginarte, no había ganas de encerrarme seis horas con un conejo- robot psicópata.

Me puse el uniforme delante del espejo. Debía admitir que el color azul contrastaba con mi cabello castaño corto. Esta vez tenía pensado traerme al trabajo unas gafas que tenía desde hace tiempo. Sí, soy miope pero utilizo lentillas para los ojos.

Retiré las lentillas con cuidado para no dañar mis ojos, color , grandes y rasgados.

Listo, me puse las gafas y bajé a la cocina para prepararme el café. Ahora que sabía que había un pedazo de metal asesino rondando por la atracción no quería quedarme dormida para que me pillase desprevenida.

Me subí en el coche y repetí mi rutina de siempre. Conducir, llegar, aparcar, abrir la puerta del edificio y (ahora sí un poco diferente) correr por patas hasta mi oficina, eso sí, sin hacer ruido.

Me acomodé en la silla de la oficina y solté un largo suspiro. Espero que esta noche no sea muy movidita...

El teléfono sonó como cada noche y ya estaba lista para que la voz cansina de ese fanático de la pizzería me soltase el discursito de la noche, pero esa vez fue diferente.

-Uh, hola, hola. Uh, para la lección de hoy continuaremos con nuestro entrenamiento sobre las técnicas adecuadas del manejo de los trajes.

Hola a ti también, papá. Él no hablaba tanto tiempo como el tipo que me atendió los primeros días y eso se agradecía. Escuchar su voz me tranquilizaba.

-En caso de que los cierres de resorte se abran mientras estás dentro del traje, por favor, trata de ir lejos de las zonas pobladas antes de que empieces a sangrar y arruines la experiencia de los clientes. –"Sé que la compañía te dice que digas estas cosas, pero tío, Que fuerte.- Si alguna vez hay una emergencia, por favor, ve a la sala segura. Cada local es construido con una habitación extra no programada en el mapa digital de los animatronics y oculta para los clientes. Como siempre, recuerda sonreír: Eres la cara de Freddy Fazbear's Pizza.

¿Quién sería el hijo de su madre que le dejó a los empleados ponerse un traje tan peligroso? Y la habitación extra. Era la que encontraron hace poco para buscar cosas para la atracción. Preferí olvidarme de eso y empezar con lo mío.

Miré las cámaras y busqué al conejo zombie. Estaba en la cámara 8. Solo tenía que enviarlo a la cámara 9 y después a la 10, y así lo hice.

Cuando ya estuvo en la cámara 10 cerré la compuerta de la ventilación, por precaución, ya que daba directamente a mi oficina.

Para mi sorpresa, el conejo era más idiota de lo que me esperaba. Pasaba de la cámara 10 a la ventilación que tenía cerrada una y otra vez. ¡Menudo idiota!

Ya que el Señor Conejo estaba especialmente atontado hoy, me tomé la libertad de meterle mano al escritorio. Había un montón de papeleo de facturas de construcción, de teléfono (normal, con lo que el chaval se enrollaba hablando) y demás. No parecía haber nada importante para mí. Espera.

"Gracias al arquitecto que nos dio el soplo de la habitación extra, pudimos abrir la habitación tapiada. Era bastante extensa. Dentro había muchas máquinas recreativas y algún que otro póster. Para nuestra sorpresa encontramos un animatronic en muy buen estado para la de años que llevaba ahí guardado. No se corresponde a ninguno de los de los dibujos ni pósteres que encontramos, pero en la misma sala encontramos un certificado legal de salud de un restaurante: Fazbear's Family Dinner. Era mucho más antiguo que el restaurante que cerraron, así que pensamos que sería el restaurante original, ya que el de 1987 estaba basado en otro restaurante."

Fazbear's Family Dinner, ¿eh? Podía imaginármelo. Los dueños se gastaron una pasta en él y al final no pudieron pagarlo porque lo que los clientes gastaban lo des daba para cubrir los gastos del bicharraco, así que tuvieron que cerrar porque no tenían dinero ni para darle de comer al perro. O eso creo yo, vamos.

Las máquinas recreativas debían ser las de la sala de las cámaras 5, 6 y 7. Pero nunca les había prestado mucha atención.

No me dio tiempo a pensar mucho cuando una alarma comenzó a sonar y la habitación se inundó de una luz roja.

-¿¡Qué demonios!?

Recordé entonces que el chico del teléfono me había insistido en noches anteriores en que debía evitar a toda costa errores ya que, no solo podía arder el edificio entero, sino que los errores de ventilación producían alucinaciones. Rendirá cuentas ante mí el que se haya puesto a fumar Marihuana en los conductos de ventilación.

Dicho esto, me entró mucha gracia, porque después de arreglar el error daba la casualidad de que el conejo seguía metido en la ventilación.

5:30 a.m. Media horita y no tendré ningún problema. Revisé las cámaras una última vez para ver donde estaba él, hacía un buen rato que no le vigilaba. Pasando por las cámaras, me pareció ver una cara en una de las máquinas recreativas de la cámara 6, pero la pasé deprisa al no darme cuenta en un principio y cuando volví a mirar ya no estaba.

El conejo estaba en la sala de la cámara 9. L e envié de vuelta a la cámara 10 y cuando lo hice sonó la alarma del reloj de la oficina indicándome que ya eran las 6 a.m.

Ya había cogido mis cosas cuando delante de mí encontré una figura fantasmal de lo que parecía ser uno de "ellos". Un niño vestido con un extraño uniforme que sostenía un globo, muy sucio.

Gritó en mi cara y no me dio tiempo ni para chillar.

No había aire, me sentía ligera y desnuda. Mi vista estaba nublaba, solo podía ver un horizonte gris y delante mía seis figuras espectrales, observándome.