Volvía de la ciudad. El local era maravilloso. Estaba lleno de cosas que habían encontrado en la pizzería y de algunas réplicas e imitaciones bastante creíbles que en cuanto la atracción abriese al público harían que más de uno se cayese de culo del susto.
Bueno, obviamente hice la entrevista para el trabajo. No buscaban a nadie con cualidades especiales ni específicas a ningún trabajo o carrera, por lo que pasé la prueba sin problemas. En fin, me hablaron de mis horarios y mi sueldo y todo eso. Me pagarían ciento veinte dólares a la semana, lo cual está muy bien considerando que solo tengo que sentarme en una silla durante seis horas a mirar si alguien roba o se carga algo y que tengo una oficina para mí solita. ¡Mejor imposible!
También me dieron un uniforme para llevarlo en el trabajo. Al parecer es una réplica de los trajes originales que se utilizaban en la pizzería. Los monitores llevaban un traje infantil como de niño, los guardias diurnos llevaban el uniforme morado y los nocturnos usaban la típica camisa azul, los pantalones negros de traje y una corbata. Todos utilizaban gorras también según el tipo de trabajo que hacían.
Debía admitir que lo habían hecho todo estupendamente, todo era muy realista... Excepto que le habían puesto algo así como suciedad falsa a las paredes. Un asco.
Era emocionante, tenía el mismo trabajo que tuvo mi padre, con su mismo horario, paga y uniforme. La leche.
Llegué a casa a las 8 p.m, teniendo en cuenta que tardaba una hora entre llegar a la ciudad, encontrar aparcamiento e instalarme en la oficina tenía unas... ¿3 horas para poder dormir?
Jo. Esto del horario es lo único que por el momento no me gusta nada del trabajo, pero imagino que sería cuestión de acostumbrarme a dormir de día como un vampiro que jamás verá la luz del sol. Jej, que infantil fue eso.
Cuando entré en casa Mikey ya estaba dormido, viejo vago. Yo también fui enseguida a dormir, o lo que pude.
Uuuuuugh... Estoy despierta... Son eh... las, las 11.30 p.m. Aaag... Espera.
¿¡LAS 11:30!?
Me vestí a una velocidad súper sónica (no sin antes mirarme al espejo porque el uniforme me sentaba estupendamente) y cogí una botella llena de café que me había preparado antes de ir a dormir para no quedarme dormida durante el trabajo, acto seguido me monté en el coche y conduje a toda prisa hacia la Fazbear's Fright. Antes de irme pude ver como el viejo Mike me miraba por la ventana, preocupado. No me pasará nada, lo sé. Al menos no esta noche.
Me di prisa y aparqué el coche en el parking del local, entré y sin prestarle atención al decorado fui a mi oficina. El jefe prometió llamarme, así que lo último que quería era llegar tarde el primer día y que me despidiese.
Genial, llegué justo a tiempo. No había estado antes en la oficina, pero me habían indicado con anterioridad donde se encontraba. Y era una pasada. Había una caja con piezas de animatronics que seguramente se usarían para la atracción, unos dibujos antiguos de niños sobre la pizzería y cosas así. Sobre mi escritorio había unos muñecos pequeños de los animatronics principales, un ventilador que parecía ser del año la polka. Y toda la habitación untada con la suciedad artificial que le habían puesto al resto del edificio. Un asco, pero por lo menos no era suciedad de verdad. Lo que de verdad me gustaba era la enorme ventana que había delante mía.
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Recuperados: La historia del guardia de seguridad [FnaF]
Fanfikce30 años después de terribles sucesos en una pizzería, se abre una atracción de terror basada en ella. Gracias a Lavender, una joven que trabajará como guardia nocturna en el lugar, nos adentraremos en los misterios del pasado de la pizzería. ¡Despué...