❦︎ʜᴇᴀʀᴅ ᴄʟᴏsᴇᴅ
𝑤ℎ𝑖𝑡 ℎ𝑎𝑝𝑝𝑖𝑒𝑟; 𝑆𝑎𝑏☀︎︎
Un corazón cerrado era lo que ambos tenían, lo que no sabía es que mutuamente, tenían la llave para poder abrirlos...
-¿Que se supone que somos?
-Eres el padre de mi mejor amigo, ¿No es obvio...
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OMNISCIENTE
"All I can say is, it was enchanting to meet you" Taylor Swift, Enchanted
El gran sol de medio día estaba presente dando una gran luz a los jardines que rodeaban la madriguera, aquella casa que albergaba grandes recuerdos se había expandido con la llegada de los nuevos desendientes de los Weasley.
No era un secreto que los hijos de Molly y Arthur no habían perdido el tiempo y todos contaban con al menos un hijo, sin embargo, entre ellos se daba el rumor que había una preferida en la familia, la hija prodigio del matrimonio prodigio, hija de Harry Potter y Ginebra Weasley.
En la habitación más alta de aquella casa, se encontraba una chica peliroja, con un cuerpo algo robusto, pecas que adornaban su rostro y unos ojos verdes como esmeraldas -herencia de su padre claro esta-. La chica escuchaba y bailaba al ritmo de Taylor Swift su cantante favorita.
Sus grandes audífonos blancos estaban colocados sobre sus orejas, arrugó su nariz un par de veces para acomodar su septum pues este siempre tildaba a no estar en su lugar. A través de la gran ventana que estaba en un lateral de la habitación, ella podía observar el patio el cual estaba siendo decorado por organizadores muggles.
Hoy era su fiesta de cumpleaños número dieciocho, en realidad era de ella y su gemelo Albus, sin embargo, todas las miradas estaban puestas sobre la pobre chica, la cual, tenía un gran papel por ser la única mujer del clan Potter después de décadas.
—¡Jade, baja un momento por favor!—. El Grito de su abuela Molly la hizo salir de su trance con música, se colocó sus conversé rapidamente bajando casi a sacadas los escalones llegando justo enfrente de ella casi en el suelo.
—¿Sucede algo abuela?—. Pregunto al ponerse inmediatamente de pie.
—Parece que no recuerdas que día es hoy Lily—. Odiaba cuando su abuela utilizaba su segundo nombre, era una mala señal que casi siempre estaba acompañada de un fuerte regaño.
—Lo se abuela, no podría olvidado, me has repetido está fecha desde que tengo quince años.
—¿Entonces por qué no estás vestida?
—Abuela la cena es a las ocho y media de la noche —. Dijo a la par que fijo su mirada en el reloj de la sala—. No te estreses.
—Faltan tres horas Jade Lily Potter Weasley, no quiero que estés haciendo todo a último momento —. La amenazó gravemente con su dedo índice apuntandola.
