17.

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El silencio volvió a hacerse presente mientras el viento movía mí capa de manera flameante, agache la cabeza arrepentido de mis palabras cuando su mano tomo sorpresivamente mí nuca y la otra mí cintura para sostenerme.

–¿Estás seguro?

–No vas a matarme para eso... ¿Verdad?

–Ya te lo dije, jamás te haría daño YoungJae.

Okey, ahora que esto estaba por suceder si sonaba un poco a locura. ¿Que carajos se había pasado por mi cabeza?

–Espera espera, dime aunque sea que harás.

–Ah... ¿No es algo obvio...? Solo mordere y succionare algo de sangre. Nos detendremos a recuperarnos y seguiremos nuestro camino.

Trague saliva dándome cuenta que ya no tenía más opciones, JaeBeom estaba solo a centímetros de mi rostro con sus duras manos sobre mi. Cerré los ojos e incline mi cabeza hacia el lado contrario, regalando mi cuello solo para el. Pude sentirlo acariciar la extención de este con la punta de su nariz antes de sentir esos afilados colmillos, estos parecían pequeñas agujas clavándose en mi piel.

Y cuando por fin se alimentó, fue simplemente increíble.

Jamás pensé que algo como esto pudiera sentirse así, un subidon de alegria y podría decir que hasta exitacion me recorrieron por completo en los pocos minutos que duró aquello. Esfumandose casi por completo cuando se separó, lamió esa pequeña porción antes de separarse y poder observar sus ojos inyectados en sangre por recién haberse alimentado. Mis piernas se aflojaron amenazando con ceder mi peso antes de que el me atrapará.

–Joder... No vuelvo a alimentarme de ti.

Confundido pregunté. –¿Por qué...?

Mi vista que estaba clavada en sus labios los cuales tenían pequeños rastros de sangre la cual relamio sin querer parecer caliente pero fue todo lo contrario para mí.

–No creo poder controlarme la próxima... Tu sangre es demaciado deliciosa.

Podía sentirlo por más loco que suene, lo sentía emocionado, hiperactivo y hasta podría jugar que excitado. Como si fuese un pequeño perrito, volvió a limpiarse los labios pero está vez con el dorso de su mano. Se colocó la máscara y luego como si yo pesará una pluma me levanto entre sus brazos.

–Volvamos... O van a preocuparse.

En algún punto perdí la noción y caí completamente rendido ante el sueño que me había provocado el perder sangre, el bajón luego del éxtasis que me generó ser alimento para vampiros y por el agotador día. Su hombro prometía ser una buena cama.

Para cuándo desperté ya me hallaba cambiado bajo mis calientes mantas, solo en la habitación donde podía verse el sol entrar de a poco.
Había dormido como bebé sin darme cuenta y estaba solo, me levanté confundido cerrando y tapando la ventana para que el sol no pasara. Era algo ya que hacíamos todos por costumbre, desde que todos sabían la existencia del vampiro los rayos del solo no habían vuelto a pisar nuestro hogar.

Salí hasta la sala donde ya algunos de los chicos estaban desayunando. –¿Alguno vio a JaeBeon?

–¿No está contigo?

Y ahí me di cuenta, la ventana estaba abierta. JaeBeom estaba afuera. Volví corriendo hasta mi habitación para abrir la ventana y asomarme por esta como si fuera a ver algo, mi respiración acelerándose por el hecho de que no estaba aquí. ¿Por qué me preocupaba tanto? Siempre lo dejaba solo horas, pero ahora era diferente.
No estaba seguro si había sido por la mordida o no pero lo sentia en mi pecho, y el simple hecho de saber que estaba lejos dolía como la mierda.

–¿Todo bien YoungJae? ¿Dónde está Beom?

–N-no lo se...

Al escuchar mi voz asustada y rasgada a punto de llorar se acercó a abrazarme, las manos de JinYoung siempre se sintieron lo suficientemente calidad para acariciar mi cabello de forma gustosa. Estaba encontrando algo de calma en su pecho cuando sus acciones se frenaron, confundido me separé lo suficiente para verle el rostro dándome cuenta que sus ojos miraban más abajo.

–¿Que es esto? ¿Que hiciste Jae?

No le entendí hasta que su dedo se paseo por mi cuello, específicamente un lugar el cual estaba más sensible que el resto sacándome un gemido de dolor. Su mirada se torno en preocupación y no había que ser muy listos para darme cuenta que debía de tener dos puntitos marcados, claramente de los colmillos de Beom.

–El tenía hambre y no quería dejarlo solo... Se alimento de mi.

Las manos de Jin tomaron mis mejillas aún asustado por mi mientras negaba suavemente. –¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Cómo dejaste que pasará?

Abrí mi boca pero nada salió de esta, no estaba seguro de poder explicar el por qué pasó o quise que pasará. Solo quería saber que podría sentirse además de que tal vez nos volvería la relación rara que llevábamos más íntima y así poder acercarme más a Beom, pero me desperté y lo único que encontré fue soledad, la soledad que no quería volver a tocar.

Mis ojos se aguaron y rápidamente me volví una cascada la cuál JinYoung se encargó de apaciguar con el paso de los minutos, era horrible pensar que solo me había utilizado para una comida y ya.

¿JaeBeom? -  2JaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora