¿JaeBeom? - 2Jae

18.

Tal vez a partir de ahora la narración de la historia cambie un poco, no pienso y expreso de la misma forma que años atrás cuando empecé el fic. Así que seguro tome un rumbo mucho más serio ya que se me vinieron ideas de por dónde llevar la historia.

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La mordida de los vampiros podría describirse como una droga.
Un humano al ser mordido para que bebieran de el generaba un subidón de energía, liberación de serotonina, sensación de placer máxima y paz.

Pero a su vez, luego del pasar de los minutos estos bajaban de golpe. Generando un vacío de aquellos sentimientos que tan bien se habían sentido, casi como una depresión repentina dónde solamente vas a querer volverte a sentir como antes. Mucha gente se volvía adicto a ello, a ser prácticamente "comida de vampiros" generando en sus cuerpos debilidad ante la falta de sangre, una droga un poco más fuerte... Más letal.

No solo provocaban eso, si entre el vampiro y un humano hubiera aunque sea un mínimo enlace de cariño de por medio. Aunque este no fuera completamente necesario, se crea un vínculo donde el humano parece casi depender de este ser.
Su sangre recorriendo el cuerpo sin vida de un Vampiro le hace sentirlo, pensarlo, quererlo y desearlo.

Que es lo que YoungJae está experimentando ahora.

No podía describir esa necesidad de tenerlo a su lado, no sabía por qué lo necesitaba tanto. Su pecho apretado y su garganta doliendo por el nudo en ella, la ansiedad carcomiendole por no saber dónde estaba JaeBeom, estaba a punto de morir.

–Sera mejor que te alimentemos, perdiste sangre ayer y no has comido nada.

Cómo un títere sin vida se dejó arrastrar por JinYoung quien lo sentó en la mesa dispuesto a servirle un desayuno, su mirada pérdida en el mantel de dibujos que tapaban el mueble. Jackson paso por el marco de la puerta con el cabello despeinado y siquiera con una camisa que tapara su cuerpo.

El ambiente le hizo saber rápidamente la tensión que había en este por lo que confundido se sentó en silencio a un lado de Jae, quien siquiera se había dado cuenta de su presencia. Miro hasta el coreano y pregunto. –¿Que le pasa?

Jin sin saber bien que decir termino de servir los huevos sobre la tostada para dejárselos en frente. –Es difícil de explicar... Por qué siquiera el lo entiende. Solo se que necesitamos a JaeBeom, y no lo encontramos por ningún lado.

–¿Paso algo con el ayer?

Arrugando la nariz negó mientras se recostaba preocupadamente en la mesa, apoyando su mano en esta y recargando su peso en una de sus piernas mientras la otra se flexionaba delante suyo cruzando la otra. –Si... Al parecer los vampiros si se alimentan de nosotros.

Los ojos del chino rápidamente viajaron hasta el cuello descubierto del maknae despierto, sorprendido abrió la boca sin saber que decir para volver hasta su mayor. –No es posible...

–Asi paso.

–¿Pueden dejar de hablar de mí como si no estuviera? No es lindo.

–Aunque sea di algo Jae, estoy jodidamente preocupado. ¿Tomo de tu sangre?

Mordiendo su labio inferior pensó la respuesta, la cual era obvia ya que era positiva. Pero no quería solo dar un si y ya, quería buscar las palabras perfectas para explicarse, quería dar a relucir todo lo que la mordida había conllevado y le había hecho sentir. Pero se sentía agotado, cansado, deprimido.
Volvía a sentir esa depresión por la soledad que hacía tanto no volvía a sentir y la cual odiaba reconocer que nuevamente le estaba atormentando, no quería, odiaba estar así.

–Fue... Fue grandioso. –JinYoung por fin tomo asiento frente a ambos cruzando sus brazos, incitandole con un movimiento de cabeza que comiera el desayuno. –Fue increíble, yo... Jamás había sentido algo parecido. El momento en el que bebió, fue como si... No lo sé, no lo puedo explicar...

Ambos chicos se miraron preocupados pero no dijeron nada, siguieron esperando a que su compañero siguiera hablando.

–Pero cuando se detuvo la decepción me inundó, la tristeza y la melancolía... Siquiera tenía energía para mantenerme de pie, hasta caí dormido y desperté hasta hace unos minutos... Lo raro es que lo extraño, más de lo habitual. –Mis manos gesticularon ayudando a mis palabras, temblando de lo nervioso que se encontraba por no saber cómo explicarse. –Es como si, lo sintiera. Ayer luego de que terminó podía sentirle feliz, lleno... Ahora solo anhelo, anhelo tenerlo conmigo y deseo poder estar con el. Duele un montón no tenerlo aquí y pensar que solo quiso beber de mí. –Su voz se agrieto al decir lo último reflejando el dolor que le provocaba pensar en ello. –Mi cuerpo pica por querer abrazarlo...