capítulo 23.

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Toc toc toc.

―¿Puedo pasar?

Eunchae da la vuelta en su silla giratoria hacia su hermano en el marco de la puerta.

―Ya entraste, San.―Dijo arqueando un ceja. Su hermano hizo una mueca triste.―Ya pasa, llorón.

Él asiente y cierra la puerta, camina hasta la cama de su hermana y toma asiento en el borde de esta.

―Claro, siéntate y deja tus gérmenes.―Vuelve a girar sobre su silla y termina con los codos sobre su escritorio.

Jeongsan ve la máquina de coser en su escritorio de melamine.―¿Qué haces?

―Estoy tratando de modificar el vestido que me regaló la abuela en Navidad. Los bordes amarillos de aquí.―Señaló una parte de la prenda.―Son horribles, debo cambiarlos por unas blondas blancas. Le haré un ajuste en la cintura para que me quede mejor y cortaré las mangas para que sean de tres cuartas.

Jeongsan confundido asiente, como si hubiera entendido algo de lo que su hermana le explicó.

Ella lo ve y al notar su notable confusión sonríe con diversión.―¿Mucho que procesar, eh?―Acomoda el montón de hilos en la parte superior de la pequeña máquina.

―No te burles.―Acomoda su cabello con incomodidad mientras su hermana ríe. Vuelve la mirada a su mesa de trabajo.―Oye... ¿De dónde sacaste el material? ¿Te lo dió Jisoo?

Ella baja las comisuras en una mueca de desprecio.―No quisiera que ella me dé nada.―Voltea la prenda y la coloca bajo la punta de la máquina.―Zhanghao fue muy amable y me dió varias cositas. Es el único con quién puedo hablar de moda en esta casa.―Sonríe.

Zhanghao...

―Hablando de él...

Ella alza una ceja hacia él.―Seguro es sobre lo que pasó en la mañana, ¿No?

Asiente.―Sí.

Su hermano se queda en silencio, con los labios apretados tratando de buscar las mejores palabras para comunicarse. Eunchae sabe que a él le cuesta más comunicarse abiertamente sobre lo que siente, por lo que decide iniciar ella la conversación.

―Enserio la jodiste San. No debiste tratarlo así, estaba llorando y se veía triste.―Dice tomando un lapiz y trazando líneas sobre la tela del vestido blanco.

―Lo sé. Actúe por impulso, y no me siento orgulloso de ello.―Rasca su nuca con evidente incomodidad.

―Se le llama culpa.―Dice alzando la mirada un instante hacia él y volviéndola a su trabajo.―¿Podría saber porqué lo hiciste?

―Yo... La verdad es un secreto-

―Si no me dices todo no voy a entender. Sabes que guardo bien los secretos. Como la vez que tus compañeros de equipo te empujaron y tuve que pedirle ayuda a mis amigas para llenar sus botellas de agua con tierra. Fue una buena venganza, ¿Recuerdas?―Sonríe divertida.

Jeongsan sonrió sin muchas ganas.―Sí, fue divertido.―La mira aunque ella sigue trazando el lapiz sobre la tela.―Yo no se lo dije a nadie más que a Zhanghao, pero postulé para entrar al club de música para estar en el concurso de talentos que dan los del club cada año.―Hizo una mueca esperando la reacción de su hermana.

Ella voltea a verlo, sus pestañas revolotean.―¿Que tú qué?

Jeongsan se muestra nervioso.―Eh...

Las comisuras de su boca se alzan enseñando una sonrisa entusiasmada y deja su trabajo de lado. Jeongsan se sorprende cuando ella se levanta de su silla y se acerca para abrazarlo.

cenizas de un amor ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora