Cuando entregas tu corazón y te lo devuelven en mil pedacitos, creo que es normal querer ir a romperle las ventanas del carro, y aunque me parece una idea tentadora, hay muchas formas saludables y bonitas de reparar un corazón.
Guía para Sanar un Co...
Cuando entregas tu corazón y te lo devuelven en mil pedacitos, creo que es normal querer ir a romperle las ventanas del carro, y aunque me parece una idea tentadora, hay muchas formas saludables y bonitas de reparar un corazón.
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Algo que me ha perseguido estos días es la culpa, la culpa de no haber puesto un alto, la culpa de no verme como prioridad, la culpa de no tratarme mejor.
Y creo qué hay algo dentro de mí que ya no quiere volver a ser esa yo.
Según la psicología, un cambio de look simboliza el fin de una etapa y el comienzo de otra.
Para mí, simboliza el poder elegir quien quiero ser a partir de hoy.
Y es que si algo me da paz, es saber que no existe poder humano que haga que el sol deje de salir una y otra y otra vez cada 24 horas, y cada que vuelve a salir podemos elegir de nuevo, porque nada es definitivo y nada es para siempre.
Cuando era pequeña el color rosa me parecía fastidioso, yo era esa morrita única y diferente que su color favorito era el verde pasto recién regado.
Pero, ¿sabes? es válido cambiar de opinión.
A diferencia de muchos, yo creo que el rosa es un color fuerte, no delicado.
Es un color que dice "mírame, aquí estoy y soy una perra chingona que si me buscas te parto tu madre, perro".
Y tal vez esto es muy cliché, tal vez piensen que soy una morra ridícula romántica, pero ¿por qué no habría de serlo? ¿Qué hay de malo con creerme Hannah Montana y decidir qué hoy soy alguien nueva? ¿Qué hay de malo con querer empezar de 0? Porque cuando me veía en el espejo aún veía a la yo que creyó, que bajó la cabeza, que sufrió, y aunque a ella la acepto, la amo y la abrazo, hoy ya no quiero ser ella, y al igual que yo, tú puedes elegir ser, o no ser
Ah, verdad kakdhdjwh
No, pero ya enserio, si ayer aceptaste algo que no merecías, hoy no tienes por qué aceptarlo de nuevo, porque si ayer estabas un poco perdida, hoy tienes la oportunidad de volverte a encontrar.
Ya si después de este pedo todavía quieres ir a romperle los vidrios del carro... pues ¿quién soy yo para decirte que no hagas eso, verdad?
No hagan esoo
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