Cuando entregas tu corazón y te lo devuelven en mil pedacitos, creo que es normal querer ir a romperle las ventanas del carro, y aunque me parece una idea tentadora, hay muchas formas saludables y bonitas de reparar un corazón.
Guía para Sanar un Co...
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"Yo si creo que está mal de la cabeza, necesita ayuda profesional"
Muchas veces la gente ve como un insulto el necesitar ayuda profesional, ¿y te digo un secreto? Todos la necesitamos.
Así que les compartiré tres cosas que he aprendido en terapia. Me han ayudado a dejar ir, a sentir paz, y a ser mejor.
1.- Si fue infiel es porque quiso y porque pudo.
Cuando alguien te traiciona, te saltan las preguntas más amenazantes: "¿Por qué lo hizo?" "¿No fui suficiente?" "¿Lo aburrí?" "¿Hice algo mal?" No, y mil veces más no.
Cuando alguien traiciona los acuerdos de pareja, es porque quiere y porque puede, aveces no hay más.
Tu corazón y tu mente no se merecen navegar en un mar de mil preguntas sin respuestas, pues... simplemente quiso, y pudo.
2.- El amor de las películas no existe. (O por lo menos no así de fácil)
Qué más quisiera que levantarme un día en un castillo, con una biblioteca enorme, con un jardín donde una niña podría correr hasta dejar de sentir sus pies.
Pero, ¿te digo algo? Los castillos se construyen, no solo aparecen, no solo existen.
El amor es igual, hay que construirlo, hay que entenderlo, hay que cuidarlo, a veces no basta con fluir.
No basta con esperar que un día una zapatilla de cristal vaya a encajar perfectamente en tu pie y solo por eso él va a caer rendido a ti.
3.- No todos amamos de la misma manera, todos nacimos con herramientas totalmente distintas.
Tal vez para mí amar es llamarte por las mañanas para saber cómo estás.
Tal vez para ti es regalar cositas que te recuerdan a esa persona.
Tal vez para él amar es hacer el mínimo esfuerzo, y es válido, es válido que él no sepa amar ni recibir amor de la misma manera que tú.
Lo que no es válido, es no ser honestos con lo que queremos recibir, y con lo que podemos dar.
Pero si estás en un lugar donde su manera de amar te lastima, te hunde y te hace dudar de ti misma, estás en todo el derecho de irte.
Que si estás en un negocio tú inviertes quinientos pesos, no es justo que de ganancias solo recibas cincuenta.
Quisiera que ser guapa y tener el pelo de un hada resolviera todo, entonces si fuera así todas estaríamos danzando de alegría, pero es verdad que tu mente y tu corazón requieren más que un tinte rosa, aunque, la verdad la verdad... ¡quedó de poca madre...!
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