Capítulo 16

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Minjeong sólo podía mirar a través del espejo la mano de Jimin descender por su abdomen. Tras aquel beso, la rubia había vuelto a girarla de forma que su espalda quedaba pegada a la de ella, y Minjeong podía verlas a las dos de cara al espejo. No sabía en qué momento había pensado que tener sexo en un probador de una tienda de vestidos de novia cuando su madre y la madre de su prometido (que ni siquiera era la persona que le estaba besando el hombro) a unos metros, pero la decisión estaba tomada.

                     

Echó un brazo atrás y agarró la nuca de la rubia cuando sus dedos comenzaron a tantear el borde de su ropa interior. Aquel gesto provocó que Jimin tuviera un acceso completo al cuello de Minjeong, cuya cabeza de ojos apretados reposaba en su hombro. Jimin introdujo una rodilla entre las piernas de Minjeong para que separara los pies y dejarle vía libre para tantear su centro con la mano. Paseaba sus dedos por sus labios mayores sin más ceremonia, haciendo desesperarse a Minjeong, que cada vez acumulaba más humedad.

                     

-Deja de jugar - gruñó.

                     

Tal vez fue por la situación clandestina en la que se encontraban, y porque no tenían mucho tiempo, pero Jimin se lo tomó al pie de la letra. Consideró la que había entre sus piernas lubricación suficiente para introducir un dedo dentro de ella sin previo aviso. Minjeong ahogó un grito, clavando las uñas en la nuca de Jimin. Sólo esperó que la puerta que las separaba de la sala de espera fuera lo suficientemente gruesa.

                     

Volvió a mirar su reflejo en el espejo y suspiró. Jamás había imaginado que ver aquello fuera a encenderla tanto. La mano derecha de Jimin desapareciendo en sus bragas, siguiendo un ritmo firme con su muñeca, y la izquierda ascendiendo por su costado y llegando a su sujetador que tenía un muy conveniente broche delantero que no tardó en abrir y dejar sus pechos libres a su antojo. Apretó suavemente uno de ellos para luego capturar el pezón entre sus dedos y jugar con él en sintonía a los movimientos que su otra mano estaban haciendo dentro de ella. Miró a los ojos de Jimin a través del cristal, que la escrutaban sin descanso, casi viéndole el alma, y apenas pudo contener un gemido cuando la menor rozó su clítoris al mismo tiempo que hacían contacto visual.

                     

-Shhh - chistó Jimin tapándole la boca con la mano que estaba castigando sus pechos -. No querrás que tu suegra te escuche.

                     

Minjeong observó su sonrisita y se prometió a sí misma que la haría pagar por aquello cuando fuese capaz de hacer algo más que luchar por mantenerse erguida. Echó un vistazo a la puerta; no llevaban ahí demasiado tiempo, pero sí el suficiente para bajar una cremallera. Apretó aún más el agarre de su nuca.

                     

-Más rápido - farfulló. Le hubiera encantado disfrutar de una larga sesión de sexo con la chica que tenía pegada a la espalda, pero tal vez el probador de una tienda de vestidos de novia no era el escenario perfecto, o al menos, si había cuatro personas esperándolas fuera.

                     

Jimin lo pilló al vuelo y aumentó considerablemente el ritmo de su mano, haciendo que Minjeong tuviera que morder la mano que aún conservaba sobre su boca para reprimirse de gemir con toda la capacidad de sus pulmones. Jimin miró retorcerse a la chica que tenía entre los brazos. Aquella Minjeong con los ojos elevados hacia el techo, la mano aferrada a su cuello y la boca alrededor de su dedo corazón era visión más erótica que Jimin había tenido frente a sí en su vida.

Three months - Winrina/Jiminjeong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora