ঌCuando los recuerdos vuelven‿Roierluckity

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Los días siguieron su curso normal, se había dejado un descanso de una semana antes del siguiente debate y Roier prefirió dedicarse a ayudar a su esposo y a Forever para preparar sus discursos y pulir las propuestas qué tenían. Entendió el plan que habían hecho los hermanos, Cellbit usaría su facilidad para hablar con el público para que las miradas se posaran en ambos hermanos, y así el manejar toda la campaña en la parte de exposición y que su hermano fuera el cerebro y quien se encargará de todo lo interno, sería un trabajo en equipo por completo.

Tal vez ayudar a su esposo con la presidencia no era la mejor forma para olvidarse de todas las cosas que lo atormentaban, pero estar con su Cellbit si ayudaba mucho, en especial cuando se tomaban pequeños descansos para ir a comer o ir con los otros brasileños a pasar el rato.

Pronto llegó el día del segundo debate y Roier le deseó buena suerte a su esposo con un beso antes de entrar a la sala. Las horas en las que se desarrolló el debate pasarón rápidas, Roier estaba más atento que la vez pasada pues muchos de los pensamientos que tenía en ese momento a causa de uno de los candidatos estaban más tranquilos, pudo notar que aparte de Cellbit; Baghera y Bad Boy Halo destacaban en su presentación y discursos, se notaban sus ganas de ayudar al pueblo y su dedicación hacia sus proyectos.

Por otro lado estaba Quackity, era más callado y solo respondía sus preguntas asignadas de forma muy concisa, pero no por eso se notaba una menor preparación, era como si conociera esos terrenos y no se quisiera desgastar. Iba con cuidado midiendo todo lo que decía y escuchando claramente lo que decían los demás, o así era hasta que llegó la última fase: el debate libre, ahí se dedicó a cuestionar absolutamente todo, propuestas, prohibiciones, los conocimientos básicos, leyes y un montón de tecnicismos, tenía la lengua afilada y tomó a una gran parte de los candidatos desprevenidos y a los que no a duras penas le seguían el paso. Roier no sabía si había sido así el debate pasado, pero por la sorpresa que se podía ver en el rostro de Fit, el moderador, podría decir que no.

Por suerte la campana que marcaba la duración de cada turno o fase comenzó a sonar por toda la sala dejando libre a los candidatos. FIt agradeció su participación en el debate y poco a poco comenzaron a retirarse todos los presentes.

— ¡Ey Quackity! ¿Por qué no vienes con nosotros por unos tragos? — Bad alzó la voz para hablarle al único candidato qué estaba alejado recogiendo sus cosas con la clara intención de marcharse.

— No veo por qué haría eso. — El chico con beanie estaba a punto de irse cuando un hombre más alto y con anteojos lo rodeo por los hombros.

— Vamos Big Q, no te hará daño convivir un poco con los otros. ¿Puedo sumarme también? — se dirigió a Bad Boy Halo en la última frase, quien asintió con una sonrisa.

— Claro Wilbur, vamos a estar en el bar de las favelas. Ahí los vemos — y con una sonrisa se fue a su lugar a guardar sus papeles mientras los demás lo esperaban y así irse todos juntos.

— No mames Wilbur, no quiero ir y tú no deberías ¿dejaste a Tallulah sola para irte a beber? Que mal padre eres — El tono serio que había estado usando, se había desvanecido por completo y lo reemplazó un tono más juguetón.

— Lo siento, ya dije que iríamos y no, la deje con Philza.

— Claro, dejándole todo el trabajo al abuelo — El más alto soltó una carcajada. — pero está bien, vamos, solo un trago para liberar estrés.

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Las favelas era uno de los lugares más concurridos en la isla, ahí estaban la mayoría de establecimientos como el café, la peluquería y un pequeño y acogedor bar, donde ahora estaban todos los candidatos pasando el rato, bebiendo y divirtiéndose como si no fueran rivales electorales, pues la mayor ventaja que tenían con esas elecciones es qué la mayoría de candidatos eran amigos desde antes y no habían motivos para que esa amistad se viera estropeada.