Cinco

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Nos despertamos con la voz de la decana del mal por los altavoces indicando el comienzo del día.
Me duche, me vestí y me maquille para así coger las cosas necesarias e irnos para las clases que nos tocaran ese día.
Al pasar por el pasillo nos encontramos con los chicos, al contarles lo que sucedió ayer noche, se empezaron a reír de nosotras y a recordarnos que a ellos no los pillaron en ningún momento.

-Que no se te olvide que hoy tienes detención Elizabeth.- escuche una voz a mis espaldas. Al girarme pude reconocer esos rizos pelirrojos tan característicos.

-Si, lo sé decana, no hacía falta que me lo recordara, si me permite tengo que ir a mis clases, no me gustaría llegar tarde.- le conteste yo claramente apurada ya que tanto hablar con los demás se me había echo la hora y tenía que ir a clase. No quería que por culpa de llegar tarde encima me tocase otro tiempo de detención.

Sin decir más, la decana se dio la vuelta y se fue haciendo sonar sus altos tacones por todo el pasillo.

Tiempo después de acabar las clases me despedí de los chicos y baje hacia las mazmorras donde seguramente sería mi "castigo", ni lo veía como un castigo, para mí era más una hora muerta.

Al llegar me recibieron malamente dos lobos guardianes que me llevaron hacia una silla a la fuerza, me sentaron y amordazaron dejándome sola en toda aquella oscuridad alrededor de tantos instrumentos de tortura.

-vaya, vaya, vaya, mira a quien tenemos aquí.- dijo cierta decana entrando a la sala con el sonido de sus tacones de fondo.

-tanto galeo por un simple chapuzón en una piscina, enserio? - dije yo sientiendo demasiado todo esto.

-de verdad te piensas que ha sido solo por un simple "chapuzón" en una piscina?- pregunto la decana acercándose a una hacha cerca de donde me encontraba sentada, en mitad de la sala.- no gatita, digamos que no me gusta mucho que estés con esos chicos, las chicas me dan igual, no me gusta como te miran y mejor manera de hacerte saber a quién perteneces no hay.

-perdona que te diga pero yo no le pertenezco a nadie, eso para empezar, y para seguir, quién es usted para decirme cómo me tienen que mirar o dejar de mirar mis amigos, y muchísimo menos con quién me tengo que llevar y con quién no.- le conteste yo con clara furia en mis ojos.

-con que con esas estamos?- dijo acercándose a mí cada vez más con el hacha de la mano.

Cuanto más cerca estaba más notaba mi enfado crecer pero también una sensación que recorría mi columna vertebral.

-usted... no me tiene ... porque decir ... lo que tengo ... que hacer ...- dije yo cada vez más nerviosa por su cercanía, soltado un suspiro cada cierto tiempo al notar el hacha recorrer desde mi cintura hasta mi garganta.

- a no? yo creo que si.- dio esta vez mas cerca de mi oído lo que hizo que m e estremeciera ante sus palabras.

dejando escapar pequeños jadeos por mi boca mientras ella se dedicaba a chupar y lamer mi cuello, haciendo que cada vez el calor en mi entrepierna subiera considerablemente y ella sabia lo que estaba provocando en mi ya que, cansada de los preliminares gire mi cabeza y en un despiste pegue sus labios contra los míos.

- ah ah ah, no cariño, por lo que veo te gusta en juego pero o soy la que maneja la situación gatita.- susurro a centímetros de mi boca separándose del beso.

- pues si vas a hacer algo hazlo ya, me estoy impacientando- le conteste yo cansada de la espera.

- eso ya lo veremos, tengo todo el tiempo que quiera para hacerte lo que quiera, estas a mi merced y en mi castigo, a si que gatita, no te me impacientes o será peor para ti.

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HOLAAAAAA que tal se encuentran?

yo de maravilla pero con demasiado calor en España, aquí tenéis otro esperado capitulo para muchos.

por cierto me encanta que me apoyéis tanto comentándome tanto votando, hasta el próximo capitulo.

un abrazo, helena

Siempre a tu lado (lady lesso x Fem Lect) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora