When I met you... [Carlos Sainz]

CAPITULO 23

Me desperté por la luz que entraba por mi ventana, me moví incomoda. Estire mi mano esperando encontrarme con un cuerpo pero al no sentir nada abrí los ojos un poco y vi que estaba sola en la habitación.

Me pare soltando un bostece, fui al baño y me cambien por mi bikini y unos short. Camine escalera abajo peinando mi cabello con mis dedos y fui hacia la cocina encontrándome con mi madre

-Buenos días mami- la salude y le di un beso en la mejilla

-Buenos días querida- sonrió y me entrego una taza con café con leche -Tu chico esta con tu padre y Fernando charlando en el salón mientras ven un partido del Real Madrid- negué con una sonrisa en mis labios por el apodo hacia el español

-No esperaba menos de ellos- salí de ahí camino al salón mientras tomaba un sorbo de mi bebida. 

Cuando entre vi a los 3 hablando y riendo como si se conocieran de toda la vida. La sonrisa en mis labios creció, estaba feliz que se llevaran tan bien mis personas favoritas en el mundo.

Me dirigí hacia Carlos que estaba sentado de espaldas a mi y sin pensarlo apoye mi mano en su cuello, bajando hasta su pecho que solo esta cubierto por una camisa que tenia los 2 botones del comienzo desprendidos mostrando bastante piel y me agache dejando varios besos chiquitos en su mejilla. 

-Buenos días- murmure en su oído, me aleje de él y salude a mi padre y tío

Me senté a un lado de Carlos, no muy pegada a él y concentre mi mirada en la pantalla,  aun un poco adormilada, con mis parpados caídos del sueño.

En un momento del partido Carlos puso su mano en mi muslo, acariciándolo, y yo me pegue mas a el rodeándola en un abrazo acomodando mi cabeza en su hombro descansando, el café aun no me daba efecto.

-¿Cansada?- me pregunto y asentí pegándome mas a él
 

Todos siguieron viendo el partido, hubo un punto donde no me di cuenta y me dormí de vuelta. No se cuanto tiempo paso cuando me volví a despertar, pero no abrí los ojos. Sentía como Carlos acariciaba mi cabello con cariño y note que estaba recostada en el sillón con mi cabeza en su regazo, no sabia como había terminado así.

-Realmente te quiere- escuche a mi padre decir repentinamente, mantuve mis ojos cerrada queriendo saber que decían

-Yo a ella- respondió el español

-Me alegra que te haya conocido. Después de lo que paso con Ethan ella estuvo muy deprimida, llego el punto en el que no paraba de trabajar y llego a hacer ciertas cosas en las carreras peligrosas sin que le importara que le pasara algo- conto mi padre -Estábamos muy preocupados por ella, se estaba destruyendo a si misma- escuchar la historia de parte de mi padre hizo mi corazón doler, había sido una persona muy egoísta -Cuida de ella por favor. Porque aunque no nos lo cuente sabemos que este deporte no es muy agradable para ella, sabemos que le afecta todo lo que digan los periodistas y la gente- escuche como se acercaba a nosotros -Gracias por todo lo que hiciste por ella-

-Siempre la cuidare Agustín, siempre será mi prioridad su seguridad y felicidad, se lo aseguro- dijo el español y sentí las ganas de llorar aparecer -La amare como nunca- escuche como mi padre le palmeaba la espalda, seguro con una sonrisa y sus pasos irse dejándonos solos -Ya puedes abrir los ojos- dijo Carlos sorprendiéndome y lo hice. El me miraba con una sonrisa que derretía mi corazón 

-¿Como sabias que estaba despierta?- pregunto sorprendida

-Dormí tantas veces contigo que lo se- bromeo -Tu familia están preparando la comida afuera, aun queda bastante ¿Quieres hacer algo?-

-¿Vamos al mar?- asintió con una sonrisa y nos levantamos. Agarre mi bolso playero donde llevaba lo que necesitábamos y me puse mis lente de sol.

Pasamos por el patio trasero avisándole a mis padres y fuimos hacia la playa. Deje el bolso a un lado al llegar a la arena y estire la toalla que usaba para tomar sol en la arena. Saque el protector solar y le pedí a Carlos que se sacara la remera. 

Pase la crema con mis manos por sus musculosa espalda y mordí mi labio aguantando una sonrisa. Cuando termine el español se giro con una sonrisa coqueta y me dijo que me girara así también me ponía protector.

Sentí sus grandes manos viajar por toda mi piel hasta mis caderas dándome escalofríos y aprovecho las agarro con sus manos y apretó un poco. 

Parecíamos adolescentes con las hormonas descontroladas

Cuando termino lo empuje riendo 

-Vete al mar- 

-Ven conmigo- agarro mis manos

-Ve tu, yo voy en un rato- no deje que me siga insistencia y se quejo como un niño, pero me hizo caso. Me senté en la toalla viéndolo entrar al mar y sonreí agradecida por la vista

Mi celular sonó llamando mi atención obligándome a sacar mis ojos del chico frente a mi. Prendí la pantalla del celular y la notificación en este me asusto

IDIOTA (NO RESPONDER): Veo que volvieron a ser la parejita feliz

Mire a mi alrededor confundida y con cierto miedo buscándolo, pero no logre ver a nadie y otra notificación llego

IDIOTA (NO RESPONDER): Que haya pasado lo de la ultima vez no significa que te salvaras de mi, pena por ti no siento. Pronto sabrás de mi.

Deje el celular aun lado sin desbloquearlo y restregué mis ojos con mis manos, me había olvidado de su existencia. De repente sentí como alguien me levantaba en brazos y me llevaba sobre sus hombros. Solté un grito de la sorpresa 

-¡Carlos suéltame!- grite palmeando su fuerte espalda y solo rio. Se metió mar adentro, hasta que lo cubriera por la cintura y me dejo caer empapándome. 

Me pare saliendo del agua, que me llegaba un poco mas arriba de el por la diferencia de altura, me limpie el agua salada de mis ojos y saque mi cabello de mi cara. Cuando abrí los ojos Carlos me miraba sonriente

-Idiota- le dije golpeando su pectoral. Rio, estiro su mano agarrándome por la cintura y acerco nuestro cuerpo sin dejar ni un mínimo espacio entre ambos.

 Acerco su rostro al mío besándome en los labios y saboree la sal del mar en ellos, fue un beso lento y delicado, disfrutando el momento. Mis manos fueron a su nuca enredando mis dedos en su cabello mojado y sus manos bajaron a mi culo acariciándolo e impulsándome hacia arriba, rodee su cintura con mis piernas. 

Después de un rato nos separamos, pero mordí  su labios antes de hacerlo. Aleje mi rostro un poco del de él, peine su cabello con mis dedos hacia atrás y mire cada facción de su rostro.

-¿Que piensas?- pregunto el español 

-Que hice para merecerte- murmure con los ojos brillosos recordando todo lo que me paso -Carlos- lo llame -Tal vez no pueda darte lo mejor del mundo, pero sí lo mejor de mí- se puso serio al escucharme y rodeo con sus brazos mi cadera pegándome mas hacia él si eso era posible

-Cometí muchos errores y enserio lo lamento, pero nunca mas pasara eso- se quedo en silencio un segundo mirando fijamente mis ojos que sentía que veía mi alma -Eres exactamente lo que he buscado en toda mi vida y no te quiero perder por nada en el mundo-