••• Dos almas destinadas a quererse en secreto y amarse a distancia, el destino está escrito, eh irónicamente en un cuento de niños, ¿Te ame con mi corazón?, o ya estabas escrito en el papel, lamento ser yo quien te diga...que en otro mundo estaremo...
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Una tonada solitaria, una canción incompleta, música sin su letra, un silencio incomprendido, una atmósfera depresiva, ningún color, ninguna sensación, ningún toque de vida...
Todo era un color gris, un filtro oscuro, incluyendo la sangre que brotaba del cuerpo del ahora cadáver, incluso viéndolo en el suelo, con algunas extremidades exparcidas, no sentía nada, ni un rastro de emoción, solamente, vacío, ya llevaba cuatro personas, almas corrompidas por la maldad que el aniquilaba por placer, y aún así, su sed de sangre no se calmaba, pero lo que reinaba era la tristeza.
Su hacha brillaba con la luna y sus movimientos rápidos eran su sinfonía perfecta, cortando la lengua del último andante terminó su melodía, alejó su arma reluciente y se sentó en el pasto, cansado de ser él mismo, viendo al cielo, el precioso cielo azul rey que se formaba gracias al frío.
Un azul pacífico que no trataba de tranquilizarlo, sino que...lo sofocaba, cerró los ojos con fuerza, tratando de respirar profundo,
Uno, dos tres, inhala, exhala...
Cuatro cinco, seis...
Su cuerpo aún tenso recordaba aquellas palabras...
Siete, ocho, nueve y...
El escuchar ciertas hojas crujir, lo sacó de nuevo de su mente.
- La noche es preciosa- alarmado tomó su hacha de nueva cuenta y se reincorporó.
- ¿¡Qué haces aquí?!
- Pues te seguí, dah.
- Vete, no eres bienvenido.
- Tu cansancio es notorio, regresemos, parece que ya te divertiste un rato- vió aquellos cadáveres de lo que alguna vez fueron personas y retrocedió un poco ¿En qué se había convertido? Guardó la compostura y volvió a ver a su rival.
- Jajajaj- con uno de sus dedos delineó el filo de su hacha ensangrentada para después lamerlo con sumo cuidado y gracia, cosa que sin duda alteró al mayor, eso ya no era normal- Todavía no termino- y lo señaló- Faltas tú, Purpled.
- ¿Purpled?- esquivó el primer golpe un poco asustado, ¿Estaba delirando el pato? Vió sus mejillas rojas y sus labios pálidos, estaba empeorando, el segundo golpe cerca de la pierna lo hizo saltar, el joven que lo atacaba era peligroso, pero lo era más si él no quería defenderse- QUACKITY PARA.
- ¡¿¡AHORA PIDES PIEDAD!?!- y en un golpe certero logró cortar un poco la muñeca del contrario quien alarmado calló de espaldas y sintió aquel instrumento de muerte en su garganta, percibiendo el filo y viendo el reflejo de su atacante, nunca creyó llegar a ese punto- QUACKITY BASTA SOY YO, WILBUR- sus ojos abiertos y temerosos de lo que pasará a continuación, hasta que vió al chico.
- Quiero a Charlie- una mueca de dolor se formó en su rostro, una petición genuina...
No quería dinero, no quería fama, ya no quería nada, sólo quería a su mano derecha, amigo e hijo.
El chico de cabello castaño pudo ver el dolor de esas palabras, cada una deletreada con suma tristeza y melancolía, otra vez lo habían herido, y no solo físicamente, otra vez...habían quebrantado su espíritu...lo poco que quedaba de su persona, volvía a ser pisoteado, se volvía a abandonar a el mismo.
Y en una medida desesperada y una desición riesgosa, pondría primero al pato que a sí mismo- Si así lo deseas...mátame...pero sabrás...que yo aún te aprecio, y jamás te he traicionado, soy Wilbur, Quackity, no purpled, si aún así quieres seguir, adelante- cruzó sus brazos atrás de su cabeza y con un poco de temor cerró los ojos, aunque lo odiara con su alma, seguía confiando en él, a ciegas en el muelle.
- Vaya que eres valiente, bueno, una vida menos no te hace daño- alzó en lo alto aquel objeto cortante, el hombre de mechón blanco tragó en seco, ya no conocía a este pato y con una velocidad impresionante bajó el arma y él involuntariamente se cubrió, aunque nunca llegó el golpe, abrió sus ojos poco a poco, y lo vió, sus ocelos rojos ahora eran esos hermosos ojos heterocromaticos dorado y blanco, sus dos luceros favoritos, pero pareciera que el cielo estaba triste pues lágrimas caían de ellos.
- No quiero matarte Will- el hacha clavándose violentamente en un árbol y el mirando al suelo- Solo...vete- se abrazó a sí mismo con pena y dolor, no había viento pero el frío en su espalda seguía corriendo.
- No me voy a ir sin tí- se levantó del suelo, se sacudió un poco y extendió su mano- Vamos, la noche ya casi se acaba querido lucero.
- Pero la luz no alcanza mis hombros.
- La luna te quiere de vuelta.
- Las estrellas mis amigas ya son.
- Pero mías hace mucho que no.
- Todavía la recuerdas- cedió su mano sobre la suya.
- Nunca la olvidé- el chico de cabello azabache se acercó un poco, observando aquellos rubíes felinos tan preciosos, pero quitó su mano.
- Es hora de regresar- sus fuerzas otra vez se retiraban, la pelea había acabado.
- ¿Te cargo?- se burló.
- No te atrevas pedazo de idiota.
- Volvemos a la normalidad- y sin previo aviso lo cargó modo princesa.
- Dios mío Will bájame- pataleaba con poca fuerza para que lo bajaran.
- Desobedeciste el quedarte en cama, tal vez me den una recompensa si te traigo así.
- Te voy a cortar la cabeza.
- Nouuuu- hizo un pequeño puchero- Si es de lo único que vivo, además dejaste tu hacha, jaque mate Honey.
- ¿Sabes que te odio?
- Yeah.
- Es bueno que lo sepas- cruzó sus brazos un poco enojado, pero su sonrisa lo traicionaba, y más que nada sus ojos que se iban cerrando por el cansancio, tal vez se dejaría llevar esta vez, después de todo, eran dos tontos, pero tontos enamorados.
- Mi niño, no es lo que tú crees, el cielo pide a su estrella, la luna esperando ya está, si sólo lo quieres de vuelta, es hora de ir para allá.
--------------------------------------------------------------- Basta sos re lindo 😫
Ou yeah ou yeah
El Lore de QSMP me anda trayendo mal 😣, que alguien llame a Dios
Neta pensé que que Hatsune Wilbur se iba a presentar
