.~Una luz blanca~.

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Se cumplían tres semanas de su muerte, pero las lágrimas y cortes en sus manos daban a entender que todavía faltaba tiempo para sanar

Un pie inquieto es todo lo que se escuchaba en esa sala

Los rayos del sol, traviesos, querían entrar a observar que es lo que pasaba allí adentro, sin embargo la oscuridad seguía mandando en el lugar.

Gruesas cortinas rojas tapaban cualquier signo de luz dejando al chico ciego de lo que pasaba a su alrededor, no sabía cuántos días habían pasado, incluso su estómago se había silenciado, lo único que tenía presente era la sed que lo mataba, las botellas de alcohol en cantidad se hacían presentes, dando un olor fuerte a muerte, pero a esas alturas, era lo que menos que importaba para él,.

El tic tac del reloj sonaba en su cabeza, taladrando sus oídos de manera constante, el sentía que los años ya lo habían consumido, o incluso que ya estaba muerto y no lo sabía, hace algún tiempo se encerró para permitirse ser débil, jamás en su vida volverían a verlo llorar, pero al recordar esa escena... tan solo recordar el cuerpo de su amigo fallecido, le perforaba en su inexistente corazón.... En caso de ser un muerto, le hubiera gustado que alguien hubiera encontrado su cadáver para darle una santa sepultura, pero el sabía el precio de sus actos, y sabía que incluso le escupirían en su tumba, así que cerró los ojos por milésima vez... esperando que su martirio de nuevo terminará, hasta que... 

Unos golpes lo sacaron de lugar, no sabía de donde provenían, pero parecían muy reales.

Trató de moverse pero ya no tenía energía suficiente para simple acto, creyendo que el ruido salía de su imaginación volvió a quedarse firme, como una estatua en busca de una respuesta, y otra vez esos golpes lo despertaron de su trance, ¿Incluso en la muerte lo iban a molestar?

No quería saber de dónde salía el golpeteo, no le importaba si incluso era un perpetrador de tumbas, si quería entrar, que pasara y ya.

Los golpes se volvieron constantes y cada vez más molestos, pero ahora de todas partes, el limbo no era nada bonito, lo estaba dejando loco, PAC PAC, PAC PAC, por fuera y dentro de su ser, era una tortura, pero simplemente se dejó llevar, hasta que un golpe más fuerte de un objeto de madera quebrándose  lo sacó de sus pensamientos... la luz lo golpeó fuertemente quejándose en voz baja, sus ojos ardían igual que su piel.

-  BIG Q ¿¡¿ESTÁS BIEN?!? ¡¡UNA AMBULANCIA POR FAVOR!!.

 
- Estoy bien, déjenme aquí...- hace mucho que no usaba sus cuerdas vocales para emitir algún sonido, su voz sonaba bruscamente ronca y cansada, tal vez indicio de disfonía, o simplemente una afonía leve.

~Muy tarde~ (Quackity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora