~ Ni tú ni nadie ~

38 3 4
                                    

La luz del sol daba directamente en sus ojos, bailando en sus pestañas hasta llegar a su cien, posicionó su mano para evitar que la misma entrase, pero cuando se dio cuenta que ya era muy tarde se levantó estrepitosamente, volteando a ambos lados y quitando a la chica de su lado.

-     Levántate y cambiate.

-     ¿Mh?- musitó en sueños.

-     ¡Levántate y Cámbiate! - tomó toda su ropa y se la puso velozmente.

-     ¡Enseguida! - sus movimientos torpes con los ojos aún cerrados repitiendo la acción.

-     Oh dios, espero no nos haya dejado, te espero afuera- salió rápidamente y vió a aquella señora que les había abierto las puertas del lugar- Buenos días ¿Ha visto a Quackity?

-     Está afuera, recojan sus cosas y no regresen nunca- dictó mientras barría

-      Pero...

-       No me importa, no sabes el daño que sigues haciendo, yo también estuve ahí, ahora váyanse, ya me despedí de mi niño.

-       Bueno, gracias de todos modos- salió de lugar buscándolo desesperadamente, hasta que por fin topó con él, aquel chico de gorro estaba hablando con la chica rubia de la noche anterior, corrió hacia ellos y lo tomó del brazo separándolos- Quién es ella.

-       Suéltame y vete

-       ¡No hasta que me digas! - un fuerte golpe lo tumbó al suelo.

-       ¡No me vuelvas a gritar pendejo!- lo barrió con la mirada, dejándolo para ver al frente - Perdóname mi niña, me tengo que ir, parece que ya se despertaron.

-       Oh es una lástima, quería verte más tiempo- se encorvo triste.

-       Pues date una vuelta por allá preciosa, sabes que también es tu hogar.

-       Gracias señor Quackity, pero no puedo dejar a mi abuela, necesita de mi ayuda.

-        Lo sé, entonces volveré pronto...¿Me darás un abrazo?

-        Obvio papá, nos vemos- un abrazo fuerte, una conexión igual.

-        Por cierto, cada día te ves más hermosa pequeña, mi radiante estrella.

-        Jajajaja no digas mensadas pa.

-        Es la verdad- la acercó dándole un pequeño beso en la frente- Cuídate mi dulce niña- se dirigió al chico tirado en el suelo- Vámonos escoria.

-        Igualmente pa- y así se retiró, moviendo sus largas crestas rubias hacia el pueblo.

-       Que bien golpeas- sobaba su mejilla.

-       Que bien te la ganas.

-       ¿Es tu hija? Osea, ¿tuviste sexo con una mujer? ¿Embarazaste a alguien?

-        No seas pendejo, la adopté animal- lo ayudó a levantarse.

-        Oh…mmmm…es hermosa.

-         No te atrevas ni a pensarla, o te arrancaré la cabeza  y la colgaré en mi pared.

-         Así que el alcohol ya se te bajo ¿Eh?

-        Supongo que ya- tocó su cabeza un poco mareado, no recordaba nada- ¿Hice alguna idiotez?

-        Existir.

~Muy tarde~ (Quackity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora