~ The doctor ~

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No sabía en qué pensar, su mente ahora divagaba por la laguna de sus pensamientos, aunque de algo si estaba seguro, necesitaba llegar rápidamente, el híbrido de pato ardía en fiebre, sus manos posadas en su pecho apretándolo un poco, pálido tal ve...

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No sabía en qué pensar, su mente ahora divagaba por la laguna de sus pensamientos, aunque de algo si estaba seguro, necesitaba llegar rápidamente, el híbrido de pato ardía en fiebre, sus manos posadas en su pecho apretándolo un poco, pálido tal velo de niebla, gimiendo de dolor, y llorando en silencio, la guerra que haya tenido con el secuaz de Dream lo había dejado muy mal en todos los sentidos, estaba preocupado por él , había cargado el cuerpo del chico por más de media hora, sus fuerzas pronto lo iban a abandonar, haciendo su agarre con el chico aún más fuerte, no lo abandonaría, no de nuevo.

- Llegamos- por fin estaban en las Nevadas, rápidamente buscó el edificio principal y se adentró en el, todos los asistentes lo veían con confusión, tenía a su jefe en manos de nueva cuenta, ignorando el mirar de todos apretó el mismo botón del ascensor hasta que lo detuvieron, pasó saliva al ver la procedencia de aquella mano.

- Muy bien Wilbur, pero allá no, sígueme- se dió una vuelta y salió del edificio tomando otra ruta, llegando a lo que parecía el hotel de lujo del lugar, se veía la excentricidad en el mismo, toques dorados con muchas luces de colores en un nombre enorme "Santa Lucía", al llegar a la recepción solo pidieron la suite de el chico de gorro, y el hombre en frente no esperó más y los llevó.

- Síganme, es por aquí- subieron cuatro pisos hasta llegar a la zona de inversionistas, la cuál, es difícil describir, absurdamente ornamentado con alguna que otra joya y puertas de madera fina, típico de un lugar que maneja dinero, igual que el casino,  buscaron el número correcto y entraron enseguida dándole instrucciones al señor recepcionista, al finalizar solo se adentró, lo colocó en la cama y tocó su frente.

- Traje su pomada .

-¿También le quitará la fiebre?- se quitó su abrigo café y lo puso debajo de los pies del chico de gorro quedando así con su inigualable suéter amarillo tejido.

- Que sexi y atractivo eres, quiero-se removió un poco de su lugar y volvió a dormir.

- ¡¿Quackity?!

- Está delirando, ponle la pomada, voy por un paño de agua fría- rápidamente se adentro en la cocina.

- Bueno Quackity, necesito quitarte la camisa, para untar un poco en las heridas ¿Okey? – quitó con un ligero sonrojo los tirantes y los puso a un lado de la cama en una mesita de noche pequeña, luego quitó botón por botón la camisa "blanca" del azabache dejando su pecho descubierto, huntó un poco en los pectorales y en su estómago un poco marcado para luego voltearlo, el joven que ahora traía un trapo y una taza de té en mano lo dejó caer violentamente haciendo un ruido un poco escandaloso.

- Sus alas...- no podía creer lo que estaba viendo, barrotes blancos que ahora sobresalían de lo que alguna vez fueron unas esponjosas y enormes alas doradas, era un escenario atroz el ver sus huesos con unas cuantas plumas.

- Cortadas no podía volar, pero con la lava...no quedó nada- huntó con tristeza también en ellas haciendo al chico debajo de él gritar, algo que no esperaban, se removía de dolor, no lo soportaría más – SUJETALO.
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- SLIME, SUBE A LA ARENA, SUBE A LA ARENA...

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- ¡Quackity basta!- tomó sus hombros y lo abrazó por delante, el joven gritaba en su oído que lo soltasen, pero no podía, no estaba logrando nada, y el agarre sólo se intensificaba.

– Calma, ya casi acabamos- sentía el como rasguñaba su cuerpo, pero él solo acariciaba su cabello, ¿Desde cuando era tan suave?, Lo giraba entre sus dedos y lo peinaba, en realidad era un color muy lindo, le quedaba muy bien, luego al ver que no reaccionaba tuvo que hacer algo al respecto, tomó un suave suspiro, pensando en las consecuencias de lo que iba a hacer y agarró una de las plumas superiores debajo del gorro, lo cual hizo sobresaltar al dueño de la misma quien se separó en completo silencio  mirándolo con sus ojitos lagrimosos y un notorio sonrojo.

- No dejabas de gritarme, lo siento, jaja- Claro que sabía lo que había hecho, pero esa cara al verlo era la más pura poesía para él, podría escribirle mil canciones a solo ese momento, una sonrisa juguetona salió de sus labios- ¿Ves?, Olvidaste el dolor- puso su cabeza en su hombro y acarició su cuerpo semi-desnudo.

- Si quieres seguir con vida y pelotas, no vuelvas a hacerlo- suspiró fuerte, ya se sentía mejor, al levantar sus brazos vió sus muñecas sin cortes profundos, y sin apuñaladas- ¿Fue el Doctor?- tomó el cabello castaño del mayor y acarició como si de un perrito se tratase.

- Parece que son un éxito- estaba un poco incómodo y sacado de contexto por la escena ante sus ojos ¿No se odiaban a muerte? Tenía que hablar después con él, por ahora podría decir que el dolor había parado.

- Están listos para ser usados, mándalos al pueblo, salvarán vidas- recargó su cabeza en el contrario, suspirando pesadamente por la experiencia dada, ahora más tranquilo y con la cabeza fría, revisando si aún tenía su gorro- Y llévate a este bastardo- quitó el gorro al chico de mechón blanco y se lo puso de nuevo- ¿Tommy?

- Le enseñé su recámara y me parece que ya durmió, pero queriendo hablar con usted.

- Oh es cierto ¿A qué vinieron? - se dirigió al que se recargaba en su hombro, seguían abrazados con sus manos en la parte de la espalda baja.

- Vinimos a buscar trabajo y refugio- se levantó un poco acercándose a su rostro- ¿Podemos? - veía esos cerezos perfectos con lujuria.

-Tommy por supuesto ¿Tú? - puso un dedo en su frente alejándolo bruscamente en un golpe- No creo- sobo su frente y se levantó

- ¿Really?

-Yes

- Please honeeeey- un mohín salió de su rostro.

- No me digas así- pensó en algo que pudieran hacer, hasta que una idea pasó por su mente- Pueden atender el casino...hay más demanda que oferta en estos tiempos- se acostó de nuevo en la cama- ¿Mi cuarto?

- En reparación.

- El de...

- Igualmente.

- Siento haberte gritado, ¿Lo sabes no?

- Por supuesto.

- Okey... ¿Entonces Soot?

- Está bien, nos quedaremos, gracias.

- No hay de que, ahora lárgate escoria.

- Adiós idiota ¿Me enseñas mi habitación Foolish?, Por favor.

-      Claro, descansa Big Q.

-      Igualmente, ¿mañana a las 5?

-      Pasado mañana, necesitas reposo.

-      Ajá claro.

-      Buenas noches.

-      Buenas noches- y salió del cuarto.

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Poner la canción de Éxtasis de Cartel de Santa a todo volumen mientras te bañas...es otra onda...

Datos:

• Wilbur si sabía que causaban esas plumas, pues las uso por algunas noches en su pasado... Si, son...puntos sensibles del ave

Bay 💜

~Muy tarde~ (Quackity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora