Un gatito negro de ojos azul

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—Y aquí estamos—dijo Ijuuin sintiendo la brisa en su rostro al salir del aeropuerto de Narita—en Japón.

Ritsu por su parte quedó parado en las puertas automáticas viendo al mangaka caminar rumbo al taxi. Era como un dejavú regresar a Japón después de tanto tiempo que sintió que se mareaba.

—¿Qué estás esperando Ritsu?—cuestionó Ijuuin al verlo inmóvil.

—P..pensándolo bien, creo que fue mala idea venir.

—¡¿A dónde vas?!
Ijuuin echó a correr tras Ritsu quien fue de inmediato a la sala de ventas sacando su tarjeta de crédito.

—¡U..un boleto de regreso a Londres, por favor!

—Los vuelos a Inglaterra está agotados joven-contestó la encargada.

—¡B..busque un espacio! ¡por lo que más quiera! ¿si?

—Discúlpeme joven pero todo está vendido, además usted acaba de llegar..

—¡Estoy dispuesto a irme donde viajan las mascotas!

—¡No seas ridículo Ritsu!

—¡Suéltame Ijuuin!—el castaño pataleó un poco al sentir el agarre del mangaka por su torso siendo llevado a la salida—¡auxilio quítenme a este gatito encima!

—Ya deja de berrear que los oficiales de allá nos miran feo.
Kyo por fin soltó a Ritsu en el suelo acomodándose el saco y tratando de juntar sus maletas.

El castaño continuó en el piso por unos minutos hasta que Ijuuin se sentó a su lado y le frotó el cabello.

—¿Te encuentras bien?

—..Si, ya se me está pasando el ataque de ansiedad.

—¿Quieres tu bolsita de papel?— él mangaka le mostró una bolsa en la cual Ritsu respiraba hasta que el susto desapareciera.

—No, ya..ya estoy mejor.

—Me alegro. Buenas tardes—contestó Kyo su teléfono que sonaba con insistencia—que gusto escuchar su voz señor Jin, justo estaba pensando en usted. ¿De verdad? wow, el costo de alojamiento del departamento es muy barato. ¿Una comida? claro, no veo ningún problema si es después de la convención. Entonces estaré esperando la dirección para nuestra cita, muchas gracias por ser tan buen agente de bienes raíces. Nos vemos.

—¿Era el señor Cheong?

—Así es Ritsu, ya está todo listo para ir a nuestro departamento, no me dijiste que queda cerca de Editoriales Onodera y de Marukawa.

Ambos hombres se miraron incómodos y tras unos minutos abordaron el taxi que les daría su primer viaje rumbo a Tokio después de marcharse por 10 años.
Ambos "heridos y traicionados" por quienes fueran el primer amor de su vida.






—¿Y que soñaste, Akihiko?—preguntó Takano bebiendo una cerveza.

—Estábamos en el concierto, él muy emocionado, hermoso como siempre y sonriéndome de oreja a oreja, Kyo lucía muy lindo.

—No es agradable escuchar que le digas hermoso y lindo a otro hombre.

—Tu siempre te refieres del Chemms como "mi niño hermoso de ojos verdes" ¿Cuál es la diferencia?

—Que lo mío fue real y lo tuyo no. Que la ansiedad puede ser algo grave y que creo que exageras al decir que te enamoraste de un hombre al que solo viste unas cuantas veces, al que solo le escribías mensajes.

—La doncella Roxane se enamoró de Cristian por verlo unas cuantas veces y por sus cartas.

—Pero Cirano de Bergerac es quien escribió las cartas por las que Roxane cayó rendida. Cristian era un inútil.

Te sigo amando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora