Te sigo soñando

61 6 16
                                    

Los años transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos, el día era hermoso, con sol y una temperatura muy agradable. Los pajarillos cantaban algo fuerte pero ni así lograron perturbar el sueño del hombre que, cubierto hasta la cabeza con las frazadas, soñaba con otro hombre en medio de un concierto.

¡Wow! ¿Cómo es que esa mujer puede hacer esas dos voces? Primero parece que estoy escuchando cantar a un ángel y después hace voz como de algún demonio salido del infierno.

Es porque tiene un rango vocal muy alto y le permite hacer agudos y graves a su antojo.

Los graves le salen fabulosos, si yo no quisiera ser mangaka de seguro tomaría clases de canto para ser un rock star.

Si fueras cantante estoy seguro que compraría tus discos e iría a todos tus conciertos Kyo.

¿Serías mi fan número uno, Akihiko?

Más bien sería como un groupie, Kyo...me verías en todas tus presentaciones, llevándote regalos, admirando tu bonito rostro, diciéndote lo maravilloso que eres y tratando de ser algo más para ti...

¿Algo más? ¿Cómo amigos?

Me gustaría ser algo mas que amigos ¿Por qué me miras de ese modo?

Porque ya es la una de la tarde Akihiko.

¿Qué?

Que ya es la una de la tarde, la una de la tarde.

Oye, no es nada romántico que me digas la hora cuando estoy abriendo mi corazón para ti, tratando de decirte que me gustas mucho Kyo Ijuu..

—¡CON UN CARAJO! ¡TE ESTOY DICIENDO QUE YA ES LA UNA DE LA TARDE! ¡DESPIÉRTATE ESCRITOR DE PACOTILLA!

Akihiko sintió como le arrancaron las cobijas y trataron de levantarlo de la cama.

—¡¿Cenaste piedras?! ¡¿Por qué pesas tanto?!

—¡Ay, ya callate Misaki!—gritó Akihiko tratando de cubrir sus oídos con la almohada.

—¡No me voy a callar estupido! dijiste que te despertara a las 12:30 y mira la hora que es.

—Y no sabes como me arrepiento.

—Arrepentido yo, ¡Yo que tengo que ver todo este desastre que hiciste en una noche! ¿qué es esto?
Ay guácala...Agarré ropa interior de sabrá Dios quien.

Usagi quiso cubrirse con las cobijas para intentar seguir soñando pero los sonidos de Misaki haciendo arcadas por el sanitario, le hicieron levantarse para ir a verlo.

—No seas exagerado Misaki, como si nunca hubieras visto ropa interior. Como si nunca agarraras los de Haruhiko.

—..Tú lo has dicho, los de Haruhiko. ¡No de los hombres con los que te revuelcas!

—¿Y como sabes que no son míos?

—Tu usas de triángulo...esos bóxers son de alguien más.

—¿Me estas espiando?

—¡He lavado tu ropa durante casi un mes!

—Tu te ofreciste en hacerlo.

—Lo hice porque tu casa era un asco.

—Y porque quieres el último par de invitaciones para ir a tu dichoso evento de no sé qué.

—¡Es el Comiket! Ya te lo dije mil veces.

—Como sea, no sé qué tiene de interesante ver a personas que dibujan monitos deformes, si  todos los años asistes.

—No son monitos deformes ¡y este año es especial porque vendrá el más grande mangaka del mundo mundial!

Te sigo amando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora